“Si en el globo terráqueo agarrás la tijera, recortás a la Argentina y la sacás, el mundo ni se entera que hay crisis. Crisis fue la del Tequila, cuando Brasil devaluó 70 por ciento en un día. Acá la tasa de interés está en 295, en países serios con la moneda no pasa nada. Esto es 90 por ciento problema nuestro por el mal manejo de la macroeconomía”, advirtió el economista Rodolfo Santangelo, histórico socio de Carlos Melconian en la consultora M&S Consultores, renombrada como Macroview cuando Melconian se desvinculó formalmente para sumarse al gobierno de Mauricio Macri en diciembre de 2015. El gobierno también recibió críticas de los economistas liberales Carlos Rodríguez y José Luis Espert, aunque todos vieron positivamente la vuelta al Fondo Monetario Internacional en busca de financiamiento. 

Santangelo responsabilizó a los CEO’s del equipo económico por la corrida cambiaria. “El diseño macroeconómico es central. La macroeconomía no puede estar a cargo de los CEO’s del equipo económico, no entiende nada. No me gustan, en lo personal, los programas del FMI pero al menos alguien vendrá a poner un marco para evitar mayores disparates”, sostuvo en declaraciones al Canal 26 el miércoles por la noche.

El titular de la consultora Macroview elogió, no obstante, la decisión de Macri de negociar un plan de ayuda con el FMI, en línea con Melconian quien suele cuestionar al gobierno, pero respalda al presidente. “Esto es la revancha de la macroeconomía. La política macroeconómica salió mal parida desde el primer día, acá hubo un desprecio por la macroeconomía, triunfó la visión de los ‘traders’, los que miran la pantalla de Reuters y recién se asustaron ayer (por el lunes) cuando creyeron que se venía el ‘game over’, y no de los que hacen análisis macroeconómico profesional”, lanzó. En esa línea, lanzó: “Nos habían prometido con las planillas de excel que en el 2023 convergía todo y ahora salimos a buscar el salvavidas del FMI”. “Les doy un número que me aterra, le vamos a pedir 30.000 millones de dólares al FMI y nos gastamos 20.000 millones en los últimos dos años de turismo, financiados con el ingreso de capitales golondrinas”, agregó Santangelo. 

Por su parte, Carlos Rodríguez, fundador del Centro de Estudios Macroeconómicos Argentinos (CEMA), sembró dudas sobre lo que puede pasar el martes próximo cuando vencen unos 680.000 millones de pesos, más de la mitad del stock, cifra equivalente, al menos por ahora, a más de 30.000 millones de dólares. “Gran parte de Lebac está en manos oficiales, bancos y público en general, los ahorristas. Por ejemplo, si la Anses tiene Lebac, es decir si las tuviera, pues no lo sé, le doy un bono del Tesoro indexado por CER a 30 años de plazo. La Anses no tiene requisitos de liquidez inmediata, como sí tiene un banco, que tiene depósitos en caja de ahorro por los que debe responder. Los bancos toman pesos de los ahorristas y compran Lebac. Hay que ser selectivo”, consideró el economista.

Con respecto al acuerdo con el FMI, Rodríguez sostuvo que “puede llegar a proveer dólares que sirvan de respaldo para un tipo de maniobra para sacarse a las Lebac de encima, pero no especularía si efectivamente es así”, afirmó, y acotó que “el FMI simplemente nos de plata, pero no va a ser sin condicionalidades. El FMI siempre cobra, porque si no le pagas ahí sí que sos un paria internacional, no hay financiamiento y te embargan hasta los aviones”.

Otro que criticó con dureza al gobierno fue el economista neoliberal José Luis Espert. “El Gobierno puede seguir haciendo gradualismo, pero puede terminar muy mal. Terminar en manos del Fondo es terminar en la B. (El jefe de Gabinete) Marcos Peña ya rompió el juguetito que le dio el Presidente (Mauricio Macri). Ese juguetito es Argentina. Está mal terminar en el Fondo, es perder el partido”, señaló.