La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció que su gobierno va a intervenir “enérgicamente” las cárceles del país. Las declaraciones de la mandataria llegan tras una serie de tiroteos y enfrentamientos que dejaron un muerto y 11 heridos al interior de cuatro centros penitenciarios. La semana pasada el gobierno de Castro también amplió el estado de excepción por 45 días más.  

El Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos en Honduras pidió una investigación exhaustiva e independiente sobre los episodios de violencia del fin de semana pasado. 

“La intervención será dura, pero respetuosa de la humanidad, de los encausados, sus familiares y defensores. El crimen se combate desde la prevención no solo con el castigo”, afirmó la presidenta Xiomara Castro en su cuenta de Twitter. La mandataria todavía no dio detalles sobre cómo realizará la intervención en las prisiones.

"Voy a poner mano dura y orden en las cárceles, hasta transformarlas en Centros Penales de rehabilitación, no en escuelas de crimen y tortura como lo que he heredado", señaló la presidenta Castro.

Tiroteos en cuatro cárceles

Durante el fin de semana de pascuas hubo enfrentamientos y tiroteos simultáneos entre pandillas rivales cuatro cárceles hondureñas, según confirmó el Instituto Nacional Penitenciario (INP).

Según las autoridades, los enfrentamientos se dieron entre detenidos de dos pandillas: La Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18. Los hechos tuvieron lugar en las cárceles de Ilama conocida como “El Pozo” en el departamento de Santa Bárbara (oeste); en la prisión de Morocelí conocida como “La Tolva” en el departamento de El Paraíso (este), y dos cercanas a Tegucigalpa, la capital de Honduras, indicó la portavoz del INP, Digna Aguilar.

En la cárcel de Ilama, un centro penitenciario de alta seguridad, murió una persona y otras dos resultaron heridas. Mientras que en Morocelí las autoridades registraron tres heridos. En las cárceles ubicadas cerca de la capital hubo al menos tres heridos.

“Estábamos comiendo tranquilos, cuando empezó la ráfaga de disparos, escuchamos granadas desde afuera”, contó a medios locales una de las familiares de los detenidos que estuvo en “La Tolva”.

La Policía Nacional confirmó que lograron “establecer el orden” y enviaron “refuerzos operacionales” para velar por la vida de los privados de libertad.

"Intento de desestabilizar la seguridad nacional"

Según la policía hondureña los enfrentamientos fueron un intento de desestabilizar la seguridad nacional durante los feriados de pascua.

"Una de las organizaciones criminales habría recibido instrucciones de un grupo de personas desde fuera de las cárceles para tratar de desestabilizar la seguridad nacional durante los últimos días de la Semana Santa", subrayó Digna Aguilar, vocera del INP.

La Policía hondureña indicó que no descarta que "las mismas personas que han orquestado actividades delictivas en el pasado para perjudicar la imagen del actual gobierno estén tras la planeación de estas acciones de amotinamiento en algunos centros de reclusión en el país".

ONU denuncia hacinamiento en las cárceles

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (Oacnudh) expresó su "profunda preocupación" por los hechos violentos registrados en cuatro cárceles del país y pidió al Estado tomar "medidas urgentes" para garantizar la seguridad de los personas privadas de libertad.

"Estos hechos evidencian la deficiencia estructural en materia de hacinamiento, gestión penitenciaria y garantía de seguridad integral de las personas privadas de libertad", señaló.

El organismo de derechos humanos también pidió una investigación exhaustiva, independiente e imparcial sobre la violencia y las violaciones a los derechos humanos que tuvieron lugar en las cárceles.

La Oacnudh reiteró la necesidad de que las autoridades adopten “medidas de seguridad y gestión penitenciaria” que incluya las reglas mínimas de la ONU para el tratamiento de los reclusos, conocidad como las Reglas de Mandela

La aplicación de las reglas de Mandela contribuirá a "proteger a la sociedad contra el delito a través de un trabajo arduo para la reinserción social y reducción de la reincidencia en pleno respeto de la dignidad humana", añadió.

El sistema penitenciario de Honduras, compuesto por unas 26 cárceles, alberga a más de 19.500 personas privadas de libertad, cuando su capacidad máxima es de 8.000. Además,  menos de la mitad de los reclusos tienen sentencias, según cifras oficiales.

La semana pasada el gobierno de Xiomara Castro amplió el estado de excepción hasta el 21 de mayo. La medida rige desde febrero pasado y prevé la suspensión de garantías constitucionales con el fin de frenar la violencia de las pandillas o maras como se las conoce localmente a las bandas criminales que operan en el país centroamericano.

 Las maras también son responsables de un sistema de extorsión con el que cobran un “impuesto de guerra” a los comercios, transportistas e incluso a vendedores ambulantes.