La empresa OceanGate confirmó este jueves que los cinco hombres que iban a bordo del submarino Titán, desaparecido desde el domingo, murieron por la implosión de la nave. Más temprano, la Guardia Costera de Estados Unidos había hallado un "campo de escombros" en la zona de descenso del sumergible que se dirigía a las profundidades del Atlántico Norte para visitar los restos del Titanic.

Según explicó la Guardia Costera de Estados Unidos, el sumergible sufrió una "implosión catastrófica" tras la que murieron los ocupantes de la nave. "Los restos son consistentes con una catastrófica pérdida de la presión de la cámara" del Titán, cuya comunicación se perdió el domingo dos horas después de haber iniciado la inmersión.

OceanGate Expeditions, la empresa dueña del sumergible, informó además que, según los datos de que dispone, los tripulantes no sobrevivieron. A través de un comunicado la compañía informó: “Ahora creemos que nuestro CEO Stockton Rush, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, Hamish Harding y Paul-Henri Nargeolet, lamentablemente se han perdido”.

¿Qué es una implosión?

La implosión sucede cuando una estructura colapsa o se desmorona hacia adentro debido a una presión o fuerza externa. A diferencia de una explosión, que implica una liberación repentina de energía hacia el exterior, en una implosión la presión se concentra hacia el interior, lo que provoca el colapso del objeto.

En el contexto de un submarino, una implosión puede ocurrir cuando la presión externa del agua que rodea al sumergible es tan intensa que supera su capacidad de resistencia. Esto puede hacer que la estructura del submarino se deforme, se rompa y colapse hacia adentro.

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