Las invasiones inglesas implican la aparición del pueblo en nuestra historia. El pueblo aparece luchando contra el agresor imperial británico. Según interpretaciones posteriores el pueblo surge unido al Ejército. Se da en los orígenes la unidad pueblo-ejército. Esta línea la expresa la izquierda nacional en los setenta. Su objetivo es proponer una unidad entre los sectores populares y los cuadros avanzados del ejército argentino. También se dará una lectura semejante de “Martín Fierro”. Cruz (el ejército) se une al pueblo (Martín Fierro) porque lo ve armado y peleando. Se buscaba con esto validar la lucha de las organizaciones armadas.

El texto de la Revolución de Mayo es el Plan de Operaciones de Mariano Moreno. Este texto, sea genuino o no, expresa el espíritu del morenismo de Mayo. También se nos presenta como literatura: una versión ficcional de la realidad. Moreno y Castelli encuentran en Robespierre y Saint-Just su cercano y fragoroso linaje. Harán la revolución francesa en el Plata.

Problema que genera este proyecto: Moreno no tiene una burguesía revolucionaria. Se le presentará también a Lenin esta encrucijada. No tiene proletariado industrial. Lo reemplazará con la introducción –desde afuera– de la doctrina revolucionaria en las masas. Esta decisión prefigura a Stalin. Se decide hacer política sin masas y con la ideología como vanguardia. El partido de masas deviene partido de vanguardia. La ideología se transforma en dogma. La jefatura del partido genera el culto a la personalidad. Stalin.

Moreno tenía el mismo problema. Carecía de la clase social que diera sustento a su Plan. Plan de Operaciones - Qué hacer. Así como Lenin no tenía un proletariado industrial (a causa del escaso desarrollo capitalista de Rusia), Moreno no tenía una burguesía revolucionaria. También por el escaso desarrollo del capitalismo. En el Plata. Durante los ‘80 del siglo XX, una gran novela de Andrés Rivera, centrada en Castelli, mostrará la tragedia de la vanguardia ilustrada.

La Revolución de Mayo no puede contar con las provincias. Ahí no existe aún el impulso revolucionario de los jóvenes jacobinos porteños. Ven la revolución como una causa de Buenos Aires y la consolidación del centralismo porteño. Moreno, para colmo, fusila a un héroe querido por el país interior, Liniers. Moreno no tiene masas. No hace mucho por conquistarlas. La revolución de Moreno es la entrada de Argentina en la modernidad liderada por Inglaterra. A la que decide entregarle la isla de Martín García. El 25 de mayo los barcos anclados en el Río de la Plata festejan con cañonazos. Inglaterra esperaba esta revolución. Ya no habrá relaciones comerciales por medio del contrabando, sino legalmente.

Moreno se va de Buenos Aires. Le dan un emético en alta mar. Surge una conjetura: ¿lo asesinaron? La cola que dejo es larga, había dicho. 

La cuestión San Martín. No fue agente inglés. Pero su lucha no fue contra Inglaterra. San Martín fue un impecable guerrero anticolonialista. Su propósito era liberar al país del yugo arcaico español. Después su tarea quedó hecha. De aquí que se retire. En la célebre y recóndita entrevista de Guayaquil se negó a seguir los proyectos de unión latinoamericana de Bolívar. Adivinó sus ambiciones dictatoriales. Además San Martín no quería una América aislada de la modernidad, que en ese momento encarnaban el imperio británico y la Francia, ésta en lo cultural.

Tuvo el coraje y la lucidez de no aceptar los pedidos del Directorio en plena campaña de liberación y los de Lavalle y Rivadavia en 1829, luego de el fusilamiento de Dorrego. San Martín no puso al ejército libertador a cumplir tareas de policía interna. Ese triste papel le tocó a Lavalle.