A una semana de las elecciones, Patricia Bullrich disparó la última bala de plata destinada a contener el voto larretista de cara al 22-O: anunció que su otrora enemigo interno, Horacio Rodríguez Larreta, sería su jefe de Gabinete en el caso de ser electa presidenta. Con un abrazo incómodo y unas pocos elogios sobre su capacidad de "gestión", la candidata presidencial de Juntos por el Cambio buscó así incorporar formalmente a Larreta a su armado y ofrecer al electorado una imagen de unidad después de la interna feroz. 

"Para lograr que el cambio sea posible, con ejecución rápida y eficiente, he convocado a Horacio Rodríguez Larreta para que me acompañe como jefe de Gabinete de ministros", anunció temprano desde el Botánico porteño, en un golpe de efecto orientado a llegar, como sea, al ballotage. 

"Hay una sola fuerza política capaz de llevar adelante el cambio, que debe tener el poder suficiente para consolidarse y no tener extorsiones y aprietes", arrancó la conferencia de prensa Patricia Bullrich, escoltada por su candidato a vice, Luis Petri, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Eran las 10 de la mañana y el sol bañaba de luz el verde del botánico del barrio porteño de Palermo, pero las caras de los protagonistas era más bien incómodas. 

Rodríguez Larreta se suma pero sigue incómodo

Larreta amagaría con abrazarla en más de una ocasión y solo sobre el final ambos escenificarían un frío gesto de acercamiento: la pelea furiosa por el liderazgo de JxC había deteriorado la relación entre ambos y, luego de la victoria de Bullrich, el larretismo había quedado herido por la falta de contención  interna. 

En los últimos días, sin embargo, ambos dirigentes PRO se habían ido acercando y, el viernes por la noche, Bullrich le anunció a sus dirigentes más cercanos que, al día siguiente, nombraría a Larreta como su futuro jefe de Gabinete. 

"Con su capacidad de gestión, con sus atributos, estamos sumando (a Horacio) a un equipo que le va a dar al gobierno la capacidad de que este cambio la gente lo pueda ver en la realidad. No es un cambio abstracto, es un cambio que van a poder verlo desde el 10 diciembre", destacó la candidata presidencial. 

Al momento de tomar la palabra, Larreta le agradeció la "oportunidad". "Es un orgullo para mí seguir siendo parte. La elección fue un golpe, pero hay que seguir adelante. Estoy convencido de que mi misión es sacar adelante la Argentina", agregó el jefe de Gobierno porteño, quien, en las PASO, había perdido 11 a 17 puntos la interna con Bullrich.

Bullrich había aprovechado para dar un golpe de efecto y enviar dos mensajes a su electorado: que la unidad de JxC estaba garantizada, pese a la guerra interna desatada en las PASO, y que los únicos que podían ofrecer un cambio real, concreto y profundo eran ellos. No Javier Milei. "Vamos a tener intendentes, gobernadores, diputados, senadores, presencia en todo el país. Y además un equipo que se esta preparando hace muchos años", diría, en más de una ocasión, el propio Larreta, buscando posicionarse como la oposición que contaba con las herramientas para cambiar el rumbo del gobierno (a diferencia de Milei). 

Las razones del anuncio de Bullrich

Desplazada a un (cercano) tercer lugar en la mayoría de las encuestas, el equipo de campaña de Bullrich está enfocado en trepar la distancia que los separa de Sergio Massa y Milei. Muchos se entusiasman con que la corrida bancaria y el escándalo de Insaurralde podría incrementar su volumen electoral, pero algunos dirigentes del PRO no son tan optimistas. Uno de los principales problemas es que, según encuestas que maneja tanto el oficialismo como la oposición, hay casi un 50 por ciento del voto de Larreta que Bullrich no estaría pudiendo contener, sino que migra a Massa o Milei. El anuncio de Larreta como jefe de Gabinete apuntaba a retener ese voto, sin embargo no son pocos los referentes cambiemitas que consideran que el anuncio llegó tarde. 

"Si queríamos un golpe de efecto lo tendríamos que haber dado antes", reflexionó un dirigente "ala dura" del PRO, quien abrió un interrogante: que la incorporación de Larreta pudiera generar una fuga del voto duro a Milei. "Un tipo del PRO es anti kirchnerista, ¿por qué se iría con Massa si ya votó a Larreta? Ahora, sí hay un voto útil que está pensando votarlo a Milei para que gane en primera vuelta", deslizó el referente bonaerense, preocupado.  

El equipo de campaña de Unión por la Patria, que observó el anuncio con sorna, comparte esta misma mirada: que el anuncio llegó tarde y que no revertirá la tendencia de las últimas semanas (que ubican a Bullrich fuera del ballotage). "Es un gesto de desesperación. El anuncio tendría que haber sido el día después de las PASO, no ahora", deslizó un dirigente massista. 

Pese a las objeciones que pululaban afuera y dentro de la coalición cambiemita, el equipo bullrichista optó por destacar que el anuncio "demostraba la capacidad de JxC de trabajar en equipo", como dijo Cristian Ritondo. El escenario, coinciden, todavía está abierto y confían en el peso que arrastra Massa como "candidato con 140 por ciento de inflación". Queda pendiente, mientras tanto, el impacto que tendrán las operaciones de la última semana, como los supuestos audios de Carlos Melconian. "Son audios basura", afirmó Bullrich cuando le preguntaron en la conferencia de prensa. Apenas dijo esas palabras, abandonó la conferencia.