Cristina Fernández regresó al Instituto Patria, sede de su espacio político, donde comenzará a trabajar tras dejar la vicepresidencia. "Bueno. Otra vez en casa", dijo al finalizar la recorrida con imágenes que luego subió a un video de Tik Tok. Había llegado en compañía de Oscar Parrilli, exsecretario general de la Presidencia durante su mandato y actual senador. La esperaron compañeros de militancia de todas las edades con distintos saludos y obsequios. Entre ellos, helado Rapanui, célebre por una de las frases que la exvice en el Senado. "¡Rapanuí! Qué maravilla", festejó CFK. También recibió una gorra de Villa Argüello, una organización territorial y libros en su despacho. "Mirá esto --dijo--. Es un mensaje de Perón de 1951. Original. Del 1 de mayo de 1951. Es casi incunable. Impresionante".

Entre los regalos, Parrilli le mostró una imagen pequeña de la Virgen de la Rosa Mística, que momentos después CFK se encargó de acomodar personalmente en un estante de su oficina junto a otros santos populares. "Todos mis santitos", dijo. "Y algunos que son medio paganos, pero santitos también", bromeó y aclaró: "Santitos del pueblo, religiosidad popular".

El 5 de diciembre, al despedirse de los trabajadores del Senado, CFK les dijo que no se iría a "ningún lado" y estaría "cerquita", por el Patria. El mensaje tenía sentido: expresaba que no tenía pensado retirarse de la actividad política.