El pequeño productor rural Marcos Vaca pidió que se difunda la falta de agua que soportan las cuatro familias campesinas que residen en el paraje Finca El Carmen, a 35 kilómetros del municipio de Pichanal, en el departamento Orán. 

“Aquí hay una sequía bárbara. Tenemos que traer agua del río, porque el calor que hace, y encerrar los animales. La laguna tiene un poquito de agua, ya está a punto de secarse porque no llueve”, contó Vaca.

Finca El Carmen se encuentra muy cerca del río Bermejo, a solo 500 metros, y los animales que crían, cabras y chanchos sobre todo, se abastecen de su cauce, pero ese agua no es apta para el consumo humano, explicó Vaca, “porque está barro, porque crece”. 

“La otra vez (el río) creció mucho" por las lluvias en la alta cuenca, en el Estado Plurinacional de Bolivia, y "había gente acá en la zona que le ha entrado agua en las casas también, pero ellos tampoco tienen agua porque tomaban agua de un pozo" que se llenó con el desborde del río y ya no es potable, contó Vaca. Estas familias residen en otros parajes, "más abajo", de Finca El Carmen. 

El productor rural explicó que la Municipalidad de Pichanal suele llevarles agua potable a la gran mayoría de pobladores rurales de la zona, pero en su caso hace dos meses que no recibe nuevas cargas del líquido. Vaca dijo que hace menos tiempo que un vecino recibió la última carga de agua apta, "pero ya no tienen nada". La última vez el aprovisionamiento fue del pozo de una finca cercana, y hasta hubo veces que el agua llegaba en un camión de Vialidad de la provincia, pero ahora la Municipalidad informó que no cuenta con camiones para llevar el agua. "Nos hemos cansado ya" de hablar con la Municipalidad, la última vez les dijeron que no hay posibilidad de llevarles el agua porque el camión está roto, contó Vaca.

También insistió en que en esa zona, a donde todavía no llegaron las lluvias de este verano, son varias las familias afectadas por la falta de agua potable. A las cuatro familias de Finca El Carmen sumó pobladores de otros parajes, como El Algarrobal. En general, en cada vivienda viven varias familias, a veces hasta tres, indicó. 

La mayoría cría cabras y vacas, "porque vacas ya no se puede, con la sequía que hay", "está todo seco, seco" y los vacunos no tienen dónde pastar. Antes la cría de vacas era posible, a pesar de los períodos de falta de lluvia, porque el pastoreo se realizaba en lugares más amplios, en cambio, con el avance de la frontera agropecuaria, ahora hay campos en los que cultivan porotos y los animales ya no pueden pastar libremente. 

Según explicó Vaca, Finca El Carmen tiene una extensión de 150 hectáreas donde residen las cuatro familias.