CULTURA

Una vasta repercusión en la Argentina

Emilio Tenti, profesor titular de Sociología de la Educación y de Teoría Sociológica Contemporánea de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA: “Yo creo que fue el sociólogo contemporáneo más creativo en términos tanto teóricos como metodológicos. Además, jugó un papel fundamental en la articulación entre el rigor científico y el compromiso por los valores más universales tales como la justicia y la libertad. En otras palabras, logró conciliar el rigor intelectual con el compromiso político. Dio una contribución importante a la sociología, que consistió en una actitud sociológica capaz de conciliar teoría, conceptos y pruebas y evidencias científicas” .

Nicolás Casullo, docente titular de Principales Corrientes del Pensamiento Contemporáneo de la Carrera de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA:
“Fue el último gran sociólogo francés. Sus últimos años quizás hayan sido ejemplares para nosotros porque estuvo ligado a las luchas sociales, a las huelgas ferroviarias donde trató de participar siendo un investigador y teórico de primera línea. Su libro La miseria del mundo (donde dirige un equipo de investigación sobre los arrabales de París, las nuevas ciudades) es realmente un modelo de trabajo de campo y de análisis de las nuevas identidades culturales y raciales de un mundo globalizado. Bourdieu fue básicamente un analista de ciertos espacios sociales como el cultural, el intelectual, el mundo que relaciona arte y sociedad, donde ha aportado pensamientos ireemplazables”

Ricardo Sidicaro, doctor en Sociología e Investigador del Conicet: “Para la sociología, Bourdieu fue un gran aporte, puesto que realizó una síntesis de los sociólogos clásicos y de las contradicciones contemporáneas. Produjo una síntesis con una fuerte creatividad propia. En este sentido es un clásico en la manera en que construyó sociología, investigación empírica y teoría sociológica al mismo tiempo. Como el mismo Bourdieu decía, en él confluyen Marx, Durkheim y Weber, ya que rechaza las falsas divisiones y contraposiciones que se realizan al respecto. Eso le da un toque de originalidad dentro de la sociología francesa, ya que los puntos a los que llega tienen una continuidad con la manera clásica de construir teoría sociológica, y al mismo tiempo una vocación por encontrar problemas que van en contra de la dominación. Se opuso a las ideas oficiales de la sociedad. Pudo profundizar con sus investigaciones cuestiones tales como la desigualdad que producen los sistemas escolares supuestamente igualitarios. Pudo pensar los problemas de la falacia de la representación política y pudo hacerse preguntas sobre la manera en que se crean las elites en nuestras sociedad. También pudo ver con ojo crítico problemas tan triviales como, en apariencia, es la TV y los efectos que produce. En sentido amplio, Bourdieu consiguió unir sociología y filosofía y al mismo tiempo consiguió romper las falsas dicotomías: estructura-individuo, o entre el trabajo simbólico y la dominación violenta”.

Torcuato Di Tella, sociólogo: “Fue uno de los principales representantes de la sociología científica moderna, con una posición bastante ecléctica dentro de las escuelas más unilaterales que desgraciadamente dominan tanto entre nosotros. Sus trabajos son muy conocidos en la Argentina, y van a quedar como una contribución permanente al conocimiento de nuestra sociedad” .

Emilio Cafassi, director de la carrera de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA: “En primer lugar, la Escuela Francesa es la más relevante, pero en los últimos veinte años en relación a la inglesa, a la americana y al funcionalismo, tuvo su momento de máximo apogeo. El principal representante de este período es Pierre Bourdieu, no solamente por la variedad de las temáticas que abordó a lo largo de su trayectoria, sino por la introducción de nuevos conceptos y categorías para la producción de una teoría sociológica. Por lo tanto debemos a Bourdieu la introducción de nuevas categorías sociológicas de análisis como, por ejemplo, el concepto de campo, el de capital simbólico, el análisis massmediático, entre otros”.

Alejandro Grimson, antropólogo: “Podríamos decir que en el campo de la sociología y en el de la antropología, Bourdieu quebró ciertas nociones del estructuralismo, recuperando la acción humana y la subjetividad sin caer en los extremos del subjetivismo, del psicologismo y del individualismo. Hay dos dimensiones decisivas en Bourdieu: una que tiene que ver con analizar la sociedad manteniendo un equilibrio entre el sujeto y el objeto, entre la estructura y la acción. La otra es que en un contexto cultural en el cual escasean los intelectuales críticos y comprometidos, Bourdieu mostró que el camino del conocimiento social implica también el camino del compromiso político del intelectual”.

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