DEPORTES › ANUNCIó REDUCCIóN DE COSTOS Y RECLAMA MáS GANANCIAS

Ferrari cuenta las moneditas

El equipo más famoso de la máxima categoría del automovilismo mundial empezó a recortar sus gastos y reclamó 40 millones de euros adicionales por equipo. Parece que los que más van a perder son los pilotos. Honda puede tener seguidores.

 Por Pablo Vignone

Bernie Ecclestone solía decir que “cuando Ferrari estornuda, la Fórmula 1 tiene fiebre”. Si el Zar de la F-1 recientemente divorciado todavía cree en sus máximas, entonces tendría que salir a comprar termómetros. El equipo más famoso de la máxima especialidad del automovilismo mundial no sólo anunció que reducirá gastos para la próxima temporada, sino que además pretende una mayor porción de la torta que produce anualmente la Fórmula 1, cuyo reparto controla el propio Ecclestone a través de su compañía Formula One Management (FOM).

La sorpresiva decisión de la fábrica japonesa Honda de abandonar la Fórmula 1 después de un pésimo 2008, cuando su escuadra terminó novena entre diez, y poner en venta el equipo con sede en Brackley, Inglaterra, y 750 empleados, precipitó el pánico en el ambiente de la categoría, donde desde hace años viene discutiéndose la necesidad de una reducción drástica de costos sin que ningún plan lograra imponerse.

“Este proceso ya empezó hace unos años, pero se va a ver acelerado considerablemente”, admitió ayer el director deportivo de Ferrari, Stefano Domenicali, en referencia a la reducción presupuestaria. El equipo italiano es uno de los que más gastan en Fórmula 1: 405 millones de dólares previó su presupuesto para 2008, una cifra sólo superada por Toyota (600 millones) y McLaren (500 millones). La Honda había presupuestado un gasto de 400 millones de dólares para el ejercicio que terminó el pasado 2 de noviembre en Brasil con el título que logró Lewis Hamilton.

El presidente de la casa italiana, Luca Di Montezemolo, reclamó a Ecclestone una redistribución de las ganancias de la Fórmula 1, de la que los equipos que la componen se llevan menos del 50 por ciento. “Lo primero será reunirnos con (el presidente de la FIA) Max Mosley, para presentar nuestras propuestas, pero también acordamos que es preciso reunirnos con Ecclestone para hablar de la distribución de las ganancias”, declaró en Italia.

Los equipos gastaron más de 3000 millones de dólares en toda la temporada, pero los ingresos por derechos de televisación –la parte del león en el reparto de las ganancias– aseguran apenas 50 millones de euros a cada equipo. Di Montezemolo quiere que Ecclestone reparta unos 40 millones adicionales, una propuesta que cuenta con el apoyo de Mosley.

“Hemos hablado de la reducción de costos para ayudar especialmente a los equipos pequeños en la temporada entrante, lo que supone un gran esfuerzo para todos nosotros, y es importante porque no estaba previsto y porque ocurre en una situación económica general muy delicada”, insistió Di Montezemolo.

Domenicali advirtió que la reducción de costos “no debería llegar al punto de impedir una sana competencia de motores”, a propósito de la propuesta de Mosley de introducir un motor standard en la Fórmula 1 como idea básica para disminuir los presupuestos, y que Ferrari criticara en octubre amenazando inclusive con abandonar la F-1 si tal propuesta entraba en vigencia.

“Estamos al frente del proceso de renovación, que debe preservar la competencia tecnológica y deportiva. Ferrari continuará siendo un líder. Nuestros seguidores pueden estar tranquilos”, dijo. Claro que si la reducción no viene por el lado de la tecnología, el ajuste tendrá que atacar los recursos humanos, y dentro de ellos los salarios de los pilotos amagan ser los chivos expiatorios: el campeón mundial Hamilton apuntaba a ser el deportista mejor pago del mundo en el 2009, con ganancias superiores a los 125 millones de euros, gracias al salario que le paga McLaren, a sus ingresos por merchandising y los contratos promocionales con Pepsi y Reebok.

El recorte de los salarios de los pilotos es propiciado por Mosley. “Estanos todos en un barco que se hunde –declaró con dramatismo– mientras los equipos discuten el color de las paredes de los camarotes en lugar de buscar lugar en los botes salvavidas. Pagar un millón de dólares a un piloto en lugar de pagarle 20 es mucho más fácil que despedir a 500 personas.”

El mismo día que Honda anunció su retiro de la F-1, Mercedes-Benz declaró su intención de reducir al 50 por ciento sus gastos. La casa alemana es propietaria del 40 por ciento del equipo Mclaren, a la que suministra motores.

Seis de los 10 equipos actuales de Fórmula 1 son propiedad de fabricantes de automóviles: Ferrari (Fiat), McLaren (Mercedes-Benz), Renault, Toyota, BMW-Sauber (BMW) y Honda, que aseguró tres meses de salario a los empleados del equipo para que sigan construyendo el auto del 2009 hasta que se consiga un comprador. El clima económico mundial considera mal visto que las fábricas despidan operarios mientras sostienen gastos cuantiosos –y en algunos casos injustificables– en una actividad deportiva.

El director ejecutivo de Williams, Adam Parr, se manifestó convencido de que otra escudería anunciará su retiro antes de que comience el próximo Mundial “y hay muchas posibilidades de que se trate de un constructor”, afirmó. Williams es uno de los cuatro equipos independientes de la F-1 y utiliza motores Toyota. En el ejercicio 2007 perdió 32 millones de dólares.

“El abandono de Honda era absolutamente previsible. No fue obligada a retirarse. Eligió hacerlo. Williams jamás podría elegir dejar la F-1. Sí reducirá gastos, pero es absolutamente ilógico hablar de un retiro de nuestro equipo”, aclaró Parr.

Toyota, el equipo que más gasta en F-1, emitió un comunicado el viernes confirmando su compromiso en el largo plazo con la categoría. “Tengo confianza en que podemos y sobreviviremos a la recesión”, declaró John Howett, el director de la escuadra. Klaus Dreager, miembro de la junta directiva de BMW, aseguró que “la relación con la Fórmula 1 es una parte integral de la estrategia de la compañía”. El magnate austríaco Dietrich Mateschitz confirmó que sus dos equipos, RedBull Racing y Toro Rosso, continuarán corriendo, aunque con una reducción del 30 por ciento de sus presupuestos.

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“El recorte de gastos en Ferrari se va a ver acelerado considerablemente”, dice Domenicali en Italia.
Imagen: EFE
 
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