En el partido clave por la lucha por el descenso, Gimnasia derrotó por 1-0 a Racing, que sufrió la tercera derrota consecutiva en lo que va del Clausura y ahora deberá mirar con mucha atención la tabla de descenso, donde los platenses le descontaron tres puntos vitales, de cinco.

Era un partido con mucho para ganar y mucho para perder. Se esperaba más de Racing, por todo lo que insinuó en el verano, pero fueron los platenses los que desde el inicio del encuentro marcaron claras diferencias, jugando mejor la pelota, desbordando constantemente por los costados, inquietando al arquero De Olivera.

La presión de Gimnasia, que estuvo cerca con un cabezazo de Maldonado tras un centro de Aued en jugada de pelota detenida, obligó a Racing a retrasarse y así el equipo de Vivas perdió la conexión entre sus volantes y sus delanteros, por lo que le costó horrores generar situaciones claras. Para la primera parte, contó apenas un cabezazo de Cahais en el arranque y buen remate de Lugüercio, a los 29, en una contra armada por Castromán.

Pero el entusiasmo que produjo esa jugada duró apenas un instante, porque en la réplica Gimnasia consiguió ponerse en ventaja tras un centro atrás de Stracqualursi, ante la marca de Ayala, que había rechazado mal, que el colombiano Marco Pérez no hizo más que empujar cayéndose para el 1-0. Unos minutos más tarde pudo ampliar Stracqualursi, tras un centro de Romero.

Recién a los 45, Racing estuvo cerca del empate, con un remate de media distancia de Zuculini que se estrelló en palo izquierdo de Sessa.

Debió hablar mucho Vivas en el vestuario, siguieron haciéndolo los jugadores dentro del campo de juego. Racing necesitaba reaccionar, no dejar escapar puntos tan vitales sin ofrecer una mayor resistencia. Y en la primera del complementario, estuvo cerca del empate Hauche con un zurdazo que se desvió en la rodilla de Agüero.

Racing cambió la actitud y mejoró un poco, aunque seguían sin aparecer sus hombres de punta. Yacob, tras un rebote dado por Sessa en jugada de pelota parada, logró empatar el partido, pero Furchi anuló la jugada por una supuesta posición adelantada marcada por el asistente Casas. Se equivocó el árbitro, debió convalidar el 1-1.

Si bien el Lobo ya no jugaba como en la primera parte, igual llegaba con facilidad al arco de De Olivera, quien en una de esas llegadas tuvo una gran atajada ante un cabezazo a Pérez.

Vivas apostó a su banco de suplentes para intentar concretar lo que el equipo insinuaba, aprovechando que Gimnasia parecía más preocupado por cuidar la ventaja que por ampliarla.

Todavía no se acomodaban Grazini y Lucero en la cancha, cuando de contraataque Pérez la picó sobre De Olivera y casi anota el segundo: la pelota se fue rozando el segundo palo.

Si algo le faltaba a Racing para cerrar su mala noche era quedarse con un hombre menos, por la expulsión de Cahais tras bajar a Castro en la puerta del área y ganarse la segunda amarilla.

En los últimos minutos, los de Vivas buscaron el empate a pelotazo limpio. La igualdad hubiese sido demasiado premio.