Será un día tremendo para el tenis argentino. Porque las dos mejores raquetas nacionales, Juan Mónaco y David Nalbandian, se las verán hoy en el Masters 1000 de París-Bercy con los números 3 y 4 del mundo, el serbio Novak Djokovic y el escocés Andy Murray. El tandilense y el cordobés debutaron ayer con sendos triunfos, pero la segunda ronda les depara unos duros compromisos, aunque Mónaco viene de vencer a Murray en Valencia.

Nalbandian, que derrotó 6-3, 6-1 a Marcel Granollers, sostuvo que el encuentro con Murray es del tipo de partidos que sirven para saber si está cerca del mejor nivel. “En Washington, Toronto y Cincinnati jugué contra buenos jugadores y eso me permitió pensar que podía regresar al mejor nivel. Es en este tipo de partidos donde uno puede desarrollar su juego”, aseguró el cordobés.

“Aún no estoy totalmente en forma, no puedo estar al ciento por ciento porque no hace mucho que me operé. Quizás no pueda regresar a mi mejor nivel, pero creo que puedo volver en gran forma si sigo trabajando” se esperanzó, antes de confiar que ante Murray “se dará un partido muy cerrado” porque el escocés “tiene un juego muy completo y es muy difícil de atacar”.

Ganador del torneo en 2007 y finalista en 2008, Nalbandian dejó en claro de entrada que su talento sería demasiado para el ascendente catalán, quien viene de sorprender al jugar la final del torneo de Valencia el pasado fin de semana. Luego se mostró conforme con el rendimiento que alcanzó frente a Granollers. “Me siento muy bien. La superficie es un poco más rápida que de costumbre, pero pese a tener algunas dificultades en el primer set jugué muy bien y eso me llena de confianza”, analizó.

Mónaco ofreció un gran nivel para imponerse ante Sam Querrey (20º) 7-6 (9-7), 6-2. “Estoy muy contento, jugué un gran partido ante un rival que siempre es complicado por su talla y su servicio. Pude aprovechar mis oportunidades en el primer set y ahí definí el encuentro”, dijo.

“El primer set fue muy importante, fue un golpe psicológico para él y creo que eso inclinó la balanza a mi favor.” Según el tandilense, una de las claves de la victoria fue “el primer servicio. Lo vengo trabajando mucho con (su entrenador) Luis Lobo, es clave en esta superficie y me está dando buenos resultados”, agregó.

A Djokovic, su rival de hoy, no pudo ganarle nunca: “Todos saben que es un jugador extraordinario, pero me siento muy bien, no tengo nada que perder, por lo que puede pasar cualquier cosa”, opinó.