Lionel Messi afirmó ayer que “Argentina se está haciendo fuerte como Selección”, con la mira puesta en el próximo Mundial de Brasil 2014, aunque reconoció que todavía no hicieron “nada”. “Argentina se está haciendo fuerte como equipo, como grupo, que es lo que estaba buscando el técnico (Alejandro Sabella) y creo que lo consiguió. Cuando vamos con la Selección somos los mismos”, expresó el rosarino. En una conferencia de prensa que brindó en la ciudad catalana, donde participó en un acto promocional de la marca que lo viste, Messi aclaró que aún no hicieron “nada” con el combinado nacional, pero que “hay tiempo de mejorar” antes del Mundial.

“La Selección Argentina está pasando por un buen momento después de muchos años difíciles, pero también sabemos que todavía no hicimos nada y tenemos margen de mejorar porque el Mundial de Brasil está lejos”, indicó. Según remarcó, el objetivo ahora es superar los dos partidos de Eliminatorias que serán ante Venezuela, el 22 de marzo, de local, y contra Bolivia, de visitante, el 26. “Lo importante es que los resultados acompañan y tenemos que seguir con tranquilidad”, advirtió el astro del seleccionado, que encabeza la clasificación con tres puntos de ventaja sobre Ecuador.

El mejor jugador del mundo, ganador del Balón de Oro en enero pasado, reiteró que aún tiene un objetivo pendiente, que es ganar una Copa del Mundo. “Obviamente que el Mundial es el sueño de cualquier futbolista, sería lo máximo”, reconoció, para luego insistir: “Todavía estamos lejos, no pensamos en eso, sino en mejorar y conseguir la clasificación”.

Además, Messi habló también sobre la crisis que atraviesa su club, Barcelona, y de la posibilidad de que Diego Armando Maradona vuelva a ser su técnico pero en el club catalán, algo que aclaró que no depende de él. “Necesitamos un poquito más de todos y somos conscientes de eso”, afirmó Messi. “Ultimamente venimos de unas derrotas importantes, y somos conscientes de que tenemos que crear un poco más y cambiar la situación, y ahora viene un partido importantísimo para reaccionar y hacer ese cambio”, añadió el hombre que ya marcó 50 goles en la actual temporada.

Las derrotas fueron atribuidas en parte a la ausencia del entrenador Vilanova, quien se encuentra en Nueva York afrontando una dura enfermedad. Al respecto, Messi dijo: “Obviamente lo de Tito y Abidal (también superó una enfermedad) nos afectó a la hora de afrontar la competición, pero no podemos echarle la culpa a eso. El vestuario es fuerte y podremos salir adelante”. A pesar del mal momento, el jugador confía en una remontada heroica de cara a conseguir la clasificación a los cuartos de final de la Champions, ante Milan. “Sabemos que va a ser un partido difícil, pero confiamos en poder hacerlo. Ellos nos ganaron allá y nosotros podemos hacerlo acá. Estamos confiados y ojalá podamos hacerlo. Es lo que queremos y esperan de nosotros”, destacó.

El argentino reconoció que todo el equipo está “dolido por las derrotas”. “Yo no estoy triste, no sé quién dijo eso”, lanzó Messi con el rostro serio, cuando se le preguntó de dónde sacaba fuerzas cuando estaba bajo anímicamente. “No nos gusta perder, y más cuando son cosas importantes, pero vamos a levantar y ahora viene un partido importante para demostrarlo”, remarcó.

Messi, que aprovechó la ocasión para confirmar que le gustaría terminar su carrera en Newell’s, aseguró que su experiencia con Diego Maradona como técnico fue “buena”, más allá de que no consiguieron “los objetivos”, pero se desvinculó de cualquier posibilidad de que Maradona sea entrenador del Barcelona. “Estuve con Diego en la Selección Argentina y la experiencia fue buena más allá de que no conseguimos los objetivos, pero que venga al Barcelona ya no depende de mí”, sostuvo.