DEPORTES › BOXEO MAIDANA VUELVE A ENFRENTARSE CON MAYWEATHER EN LAS VEGAS

La pelea del año, segunda parte

En la que será la revancha del gran combate, en el que el estadounidense retuvo en las tarjetas los tres títulos en juego, el púgil santafesino, que potenció su preparación física, buscará una victoria histórica ante el mejor boxeador libra por libra de la actualidad.

 Por Daniel Guiñazú

¿Puede ganarle esta noche Marcos Maidana a Floyd Mayweather? La pregunta de la calle rebota como un eco desde el mismo momento en que se firmó el desquite directo. Y acaso valga repetir lo que ya fue dicho en la previa de la primera pelea: todo está dado para que el supercrack estadounidense, el mejor boxeador libra por libra de la actualidad, repita aquella victoria del 3 de mayo pasado y retenga sus títulos welter y superwelter del Consejo Mundial.

Lo que habrá que ver esta medianoche en el aire de la TV Pública o por cable a través de Space es si esa victoria se da con la holgura y el brillo que puede ofrecer Mayweather o si Maidana es capaz de reiterar o aun superar, sobre el ring del MGM Grand Hotel y Casino de Las Vegas, la buena actuación que tuvo y que convenció a los dueños del negocio (el propio Mayweather, la Golden Boy Promotions de Oscar de la Hoya, la cadena televisiva Showtime, los megahoteles de la capital del estado de Nevada) de que no había mejor opción que darle la revancha.

Si las chances del noqueador santafesino pasaban por la de una mano salvadora, Mayweather ya tomó las precauciones para que eso no suceda: impuso por contrato los guantes Everlast Powerlock, más acolchados y protectores, en lugar de los Everlast MX, con menor relleno en los nudillos y en teoría, más favorables para la potencia de los puños de Maidana, que de sus 35 victorias, 31 las logró por la vía rápida. O sea que habrá que trabajar duro y parejo los 12 rounds para construir la hipotética victoria. Y en tal sentido, hay cosas que Maidana deberá volver a hacer para incomodarlo a Mayweather y otras que tendrá que corregir para que el final sea feliz.

Como en la pelea anterior, Maidana deberá salir a presionar desde la primera campanada. Pero deberá, también, calmar su ansiedad. Por querer hacerle sentir su rigor desde temprano, se abalanzó sobre Mayweather, les quitó ángulo a sus disparos y facilitó la notable telaraña defensiva del estadounidense, quien detuvo esos cañonazos envolviéndolos con los brazos, amortiguándolos con sus brazos y hombros o haciéndolos pasar de largo con oportunos giros del cuello. Maidana tiró (y también erró) tanto en la primera mitad de la pelea, que se quedó sin energías en la segunda, en la que Mayweather terminó de afirmar las diferencias que le dieron el triunfo.

Esa será otra clave a observar esta noche. A Maidana le faltó resto atlético en el tramo decisivo de aquel combate, quizá porque sólo se entrenó cuatro semanas en Oxnard (California). Para esta pelea, sumó más trabajo (casi ocho semanas) en el mismo lugar y cambió de preparador físico: por diferencias con el técnico Robert García y el manager Sebastián Contursi, Alex Ariza le dejó su lugar al mexicano Raúl Robles, quien prometió que sin perder energías ni vigor, Maidana estará esta noche más rápido, liviano y con más aire a la hora de la verdad.

Mayweather tiene todas las cartas a su favor sobre la mesa: aquella vez cambió su libreto elegante y le ganó al santafesino en el terreno de la pelea pura y dura, donde estuvo más veloz y preciso. Esta noche puede repetir el planteo y volverse a fajar. O bien, retornar a sus fuentes y boxear desde afuera, sobre los golpes de Maidana, a partir de su notable velocidad de mente, piernas y brazos. Todas las variantes estratégicas caben en Mayweather. Su sabiduría, su talento inmenso y su lectura de la pelea le indicarán lo que tiene que hacer para retener su corona y extender su invicto de 46 combates, todos ganados, 26 antes del límite.

Si Mayweather ganara esta noche, el mundo seguirá girando en su sitio. Se dará la lógica y, a sus 37 años y a uno de su anunciado retiro, ratificará su condición de boxeador número uno de la actualidad. Pero si Maidana acertara una mano cruzada a la cabeza o hundiera un gancho poderoso en el hígado o si lograra salir vencedor en las tarjetas, se estará viviendo un momento histórico: será mucho más que el máximo triunfo deportivo del año para el deporte nacional. Será, sin dudas, una proeza. La victoria más importante de la gran historia del boxeo argentino. A eso le apuntan Maidana y su coraje, esta noche en la trepidante capital del juego y la lujuria.

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En el pesaje, Maidana cantó 66,224 kg y Mayweather pesó 66,451.
Imagen: AFP
 
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