“Estuve quince años en el Dakar y espero estar quince años más.” Es una de las estrellas del rally más duro y exigente del mundo. Cinco veces ganador de la prueba a bordo de una moto, el francés Cyril Despres se enfrenta a un nuevo desafío: subirse a un coche en condiciones de pelear la victoria. Por eso vino a Buenos Aires, a la presentación del Peugeot 2008 DKR (foto) con el que competirá en el próximo Dakar, a partir del 4 de enero, y aprovechó para dialogar con Página/12.

–¿A usted le parece que puedo arriesgar algo con una máquina como ésta? Las victorias no me las quitarán. Habría seguido en motos, pero tuve un llamado de Peugeot y... ¡soy francés! ¿Cómo iba a negarme?

–Seguramente la experiencia que tengo en esta prueba me va a ayudar. El Dakar es una prueba durísima, en la que los errores son posibles a cada kilómetro. La experiencia es lo que evita cometerlos. De todas maneras, mi estrategia será aprender lo máximo posible, especialmente de mis compañeros Stephane Peterhansel y Carlos Sainz.

–¡Con un navegante no me pierdo seguro! Elegí a Gilles Picard, que ya corrió 29 Dakar y lo ganó dos veces. La moto demanda más esfuerzo físico y otra concentración para leer la hoja de ruta. Con el auto, además, se va más rápido, se dobla más rápido en las curvas, en la zona de rocas se puede ir al doble de velocidad que con una moto.

–Unos 190 km/h. Suficientes. Tampoco es tan grande el salto: paso de las dos ruedas a este dos ruedas motrices.

–Me gusta la enorme pasión que hay aquí. Conozco mucho los caminos. Me gustaría también que la situación geopolítica de Africa se normalizara no ya para volver a correr allí, sino por la gente del continente. ¿Un año aquí y otro allá? ¿Por qué no?