Menos de una semana atrás, al caer ante Nicolas Kiefer en Düsseldorf por la Copa Mundial de tenis, Gastón Gaudio –para muchos, el tenista de mayor técnica de la Argentina– dio una muestra acabada de su mejor pesimismo cuando aseguró: “Si paso la primera ronda de Roland Garros es un milagro”. Pues bien, el milagro se hizo ayer en la segunda jornada del Abierto de Francia, cuando el campeón del 2004 barrió de la cancha al croata Roko Karanusic, venciéndolo 6-2, 6-2, 6-2. Pese a la magia, Gaudio no recuperó la confianza: “En el estado en que estoy –dijo tras la victoria–, cada partido que gano es un milagro. Sólo espero un milagro más”. Ayer ganaron José Acasuso y Martín Vassallo, cayeron Juan Martín del Potro y Mariana Díaz Oliva, y Rafael Nadal batió el record de Guillermo Vilas de triunfos consecutivos sobre polvo de ladrillo.

Gaudio atribuyó la contundencia de su victoria en poco más de una hora y media a que su rival “no es de los mejores que hay”, aunque reconoció que su juego no fue “increíble”. “Ganar siempre sirve para tomar confianza”, afirmó el argentino, sabedor de que eso es precisamente lo que más necesita. Su próximo rival será el ruso Evgeny Korolev, procedente de la clasificación, que ayer eliminó al italiano Andreas Seppi en cinco sets.

Gaudio sabe que es “demasiado exigente consigo mismo”, pero prefiere pecar de eso y “no de lo contrario”. “Cuando no juego bien, lo digo; y tal y cómo llegué aquí no pensaba que ganaría el partido. Ahora veremos lo que pasa, igual mejoró mi juego”, indicó.

Acasuso completó de forma exitosa su partido contra el francés Fabrice Santoro, suspendido el domingo por falta de luz natural. “Había que ganar como fuera”, dijo el misionero, que finalmente se impuso 6-3, 6-1, 3-6, 1-6, 11-9. “En un partido así hay que estar fuerte mentalmente. Hubo un momento que me dije: ‘Tengo que ganar como sea’”, indicó. “Fue un partido muy raro, porque Santoro tiene una forma de jugar que te cambia el ritmo constantemente. Yo había arrancado muy bien, pero después me apuré al cerrar”, comentó Acasuso. “Santoro hace que juegues a su velocidad y complica mucho. En el quinto set decidí empezar a subir a la red porque si no lo hacía, perdía.”

El argentino se medirá en segunda ronda con el checo Lukas Dlouhy: “Es un rival difícil; como todos los checos, tiene un buen revés y saca muy fuerte. Va a ser un partido difícil”, indicó. “Espero que no sea un partido tan largo como éste, porque estoy agotado.”

Martín Vassallo Argüello, de 25 años, se impuso al estadounidense Paul Goldstein, 6-2, 6-0, 6-3, en su primera participación senior en el Abierto de Francia. “Hace dos años no estaba listo para jugar en el circuito, pero este año estoy más maduro y pienso que puedo jugar de igual a igual ante cualquiera haciendo mejor lo que hacía antes en los torneos Challenger. Aquí se juega a más revoluciones, y todo se acomoda, el tenis, el físico, la cabeza”, dijo el jugador de Temperley. “Ahora que pasé la primera ronda me siento mucho mejor para el segundo partido”, aseguró antes de enfrentarse al francés Sébastien Grosjean en la próxima instancia.

“Intentaré jugarle largo, y creo que va a ser un buen partido. La presión del público es de él en el court central. Al principio el estadio aprieta, pero después las cosas salen. Este es un público conocedor del deporte y respetuoso”, afirmó el argentino.

No le fue bien a Del Potro, quien había surgido de la clasificación y cayó derrotado 6-3, 2-6, 6-2, 6-4 ante el español Juan Carlos Ferrero. “Jugué como nunca y perdí como siempre”, señaló con ironía. Del Potro hizo esforzarse durante 2 horas y 57 minutos a Ferrero y acabó “muy cansado” en su primer partido a cuatro sets, con puntos “muy largos”, algo que le hizo sentirse “un poco perdido”. “No sabía cuándo acelerar”, confesó. “Jugué suelto y disfrutando.”

También cayó Mariana Díaz Oliva, ante la española Conchita Martínez, 6-4, 3-6, 6-1. “Ella jugó mejor que yo, y yo lo hice tensa y la pelota no me corrió bien. Me hubiese gustado jugar mejor, pero venía sin ganar partidos. Tengo un poco de tristeza, pero me queda el dobles”, dijo la experimentada tenista porteña, de treinta años.