El Gobierno tomó ayer las primeras medidas en respuesta a la crisis financiera internacional. La Aduana fijó 120 nuevos valores de referencia para combatir la subfacturación en la importación de electrodomésticos, productos textiles y metalúrgicos y aseguró que intensificará la extracción de muestras para corroborar eventuales cambios de posiciones arancelarias tendientes a evadir los controles. El Banco Central redujo los encajes para los depósitos en moneda extranjera del sistema e incrementó de ese modo en 1000 millones de dólares la capacidad prestable para financiar exportaciones. Por la noche, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner completó las acciones con una reunión en la quinta de Olivos con un grupo de importantes empresarios, a quienes les reiteró que el Gobierno hará lo necesario para preservar los niveles de actividad y de empleo (ver aparte).

Los mayores controles en la Aduana buscan ponerle freno a un eventual crecimiento de las importaciones de China y Brasil. Estos países podrían derivar hacia Argentina una porción mayor de su producción si la demanda de las potencias centrales, o incluso su propia demanda interna disminuye a raíz de la crisis financiera internacional. Para evitarlo, el Gobierno preparó una batería de medidas y la fijación de nuevos valores criterio es la primera que se concreta. La Aduana está autorizada a establecer precios de referencia de carácter precautorio para combatir la subfacturación en la importación de mercaderías y desde 2003 les aplicó este recurso a más de 23 mil productos. Ayer la titular del organismo, Marcela Tirabassi, unificó toda esa normativa en una sola resolución y aseguró que se fijaron nuevos valores de referencia para electrodomésticos, productos textiles y metalúrgicos.

Desde el organismo se remarcó además que esa acción forma parte de un plan integral para combatir el fraude comercial que también contempla extracciones de muestras para corroborar eventuales cambios de posiciones arancelarias y alertas operativas para verificar la evolución de productos sensibles que aún no fueron alcanzadas por los valores criterio.

En el Ministerio de Economía también quieren subir los valores de referencia que ya estaban vigentes modificando el método de cálculo. Actualmente, para fijarlos se compara la mercadería con otra idéntica proveniente del mismo país o con productos similares. Sin embargo, algunos funcionarios proponen tomar como referencia los tres mercados más relevantes de donde se importa el bien porque si la comparación se realiza sólo con productos idénticos provenientes del mismo país se corre el riesgo de no detectar la subfacturación. En la Aduana responden que la Organización Mundial de Aduanas prohíbe comparar con productos similares provenientes de mercados diferentes. No obstante, aseguran que neutralizan ese riesgo consultando a la Aduana de origen para saber a qué valor se exportó y comparando precios con publicaciones internacionales.

Otra de las medidas que está en carpeta es la extensión a nuevos productos de las licencias no automáticas para retrasar su ingreso en caso de que la importación comience a crecer rápidamente. El secretario de Industria, Fernando Fraguío, reiteró nuevamente ayer que la medida está en preparación y ratificó la defensa de la producción nacional. “Estamos atentos a cualquier avalancha o competencia desleal que pueda arrasar el trabajo argentino”, remarcó. Luego sostuvo que el objetivo no es sólo protegerse, sino “salir más fuerte con nuestras exportaciones, para lo cual debemos ser imaginativos”.

En línea con la intención de fortalecer las ventas externas fue la medida tomada por el Banco Central. La autoridad monetaria redujo los coeficientes de efectivo mínimo (encajes) para los depósitos en moneda extranjera en las instituciones locales, con lo que incrementó en 1000 millones de dólares la capacidad prestable para financiar las exportaciones. Los pasivos en moneda extranjera de las entidades financieras pasan a estar sujetos a menores exigencias de efectivo mínimo, entre 4 y 15 puntos porcentuales por debajo de los actuales según la colocación. “Ello implica una inmediata disposición de fondos en moneda extranjera para las entidades, que deben aplicarse solamente a desarrollar nuestras ventas externas”, indicó el Central. La medida tiene así el doble objetivo de asegurar la liquidez en dólares y ampliar las posibilidades de financiamiento de los sectores económicos vinculados a las exportaciones argentinas, en el marco de la acentuada volatilidad de los mercados externos.

También está en agenda fortalecer la articulación regional para frenar conjuntamente las exportaciones que ingresen al Mercosur. La intención de Argentina es subir el Arancel Externo Común. Brasil se resiste. Sin embargo, la posición nacional sumó ayer a Paraguay. El viceministro de Economía e Integración, Oscar Rodríguez Campuzano, dijo que su país llevará esa idea a la reunión de urgencia convocada por Brasil con los distintos socios del bloque. “Vamos a estar inundados de productos asiáticos, entonces es posible de que se pida la elevación del Arancel Externo Común”, señaló Rodríguez Campuzano, al precisar que la reunión será para definir “el rumbo que deba tomar el Mercosur en esta crisis”. El viceministro sostuvo que la recesión producirá la caída del consumo en Europa y Estados Unidos, por lo que los productos chinos o de otros países de Asia tendrán que buscar otros mercados a un precio incluso más bajo. “Puede organizar ‘dumping’ ya que si sus productos no tienen colocación tratarán de perder lo menos posible y no habrá problemas para reducir 20, 30 ó 40 por ciento el precio de la mercancía”, indicó.