ECONOMíA › EL GOBIERNO CREó UN FONDO ESPECIAL PARA CUBRIR VENCIMIENTOS DE BONOS CON EL EXCEDENTE DE RESERVAS DEL CENTRAL

La mitad de la deuda de 2010 se paga con reservas

En un contexto de crisis mundial, el Gobierno garantizó el pago de la deuda del próximo año. Usará parte de las divisas de libre disponibilidad para anticipar vencimientos. Busca bajar las tasas.

 Por Cristian Carrillo y David Cufré

El Gobierno utilizará parte de las reservas del Banco Central para pagar deuda en 2010. Serán 6569 millones de dólares –equivalente al 37 por ciento de las divisas de libre disponibilidad–, sobre un total de vencimientos de 13.000 millones. Así lo anunció ayer el ministro de Economía, Amado Boudou, en un acto que encabezó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El titular del Palacio de Hacienda anunció que se creará el Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento y la Estabilidad y será utilizado para abonar los vencimientos a “tenedores de títulos privados y organismos internacionales de crédito”. Más allá de lo rimbombante del nombre, el Ejecutivo espera generar un “golpe de confianza” y una caída del riesgo país y de las tasas de interés para el sector privado. Eso debería favorecer la recuperación económica y abaratar la vuelta del Estado al mercado internacional de crédito. La expectativa es conseguir financiamiento a una tasa del 8 por ciento anual en dólares, según indicaron altas fuentes oficiales a Página/12. La estrategia de pago de deuda con reservas comenzará con licitaciones anticipadas de los próximos vencimientos, empezando por el Boden 2012. Al descomprimir el horizonte financiero, el Gobierno podrá además refinanciar la deuda de las provincias con la Nación. Eso daría un alivio significativo a su complicada situación fiscal.

En medio de la crisis internacional, el Gobierno dio una señal a los mercados: “El país no tiene riesgo de default”, dijeron desde Economía. Si bien en la práctica la creación de un fondo no difiere mucho de usar las reservas del Central frente a cada vencimiento, se trata de un gesto político. En palabras de Boudou, se pretende “despejar incertidumbres para el 2010”. Pero además, se genera un ahorro financiero. Según explicó una alta fuente de Economía a este diario, el rendimiento actual de la cartera de reservas del Central ronda el 0,25 por ciento anual, en tanto que la “mejor tasa” que el país podría llegar a conseguir en este momento en el mercado voluntario no sería inferior al 10 por ciento anual. Con esta medida, en lugar de recurrir a financiamiento caro, se pagará con reservas que tienen rendimientos mínimos.

No es la primera vez que se utilizan reservas para pagar deuda. En enero de 2006 el país canceló en forma anticipada la totalidad de sus obligaciones con el FMI, por 9530 millones de dólares. Ese dinero también provino de las cuentas del Central y el traspaso se instrumentó mediante una letra intransferible que entregó Economía a la autoridad monetaria para compensar la pérdida de reservas y evitar embargos de los fondos buitre. La letra tiene un plazo de diez años y devenga intereses semestrales. La arquitectura financiera para el traspaso de las reservas en este caso será similar, explicaron desde el Central, salvo por la creación del fondo que –de acuerdo con lo dicho por Boudou– es por “única vez”. La medida se instrumentó por un Decreto de Necesidad y Urgencia que deberá ratificar una comisión bicameral del Congreso.

En el Banco Central la noticia generó ruido porque Martín Redrado, su presidente, se enteró de la medida apenas unas horas antes del anuncio. Sin embargo, desde el organismo aseguraron que no tendrá impacto en la política monetaria y que no habrá repercusión sobre la cotización del dólar. Como se indicó al comienzo, se utilizará el 37 por ciento del stock excedente. Las reservas de libre disponibilidad son las que no tienen como contrapartida los pesos que circulan en el sistema.

“El Central tiene un importante nivel de reservas excedentes, que le permitirán seguir llevando adelante la misión de custodio de cualquier ataque especulativo a nuestro país”, aseguró Boudou. Actualmente, la base monetaria está respaldada en 162 por ciento por las reservas, lo que equivale a decir que la cotización del dólar podría ubicarse sin problemas a 1,60 peso. Ese margen de reservas excedente es de 18.000 millones de dólares, de los cuales 6569 millones pasarán a conformar el Fondo del Bicentenario. El ministro insistió en que la medida “asegura el sostenimiento del crecimiento de la Argentina y potencia la capacidad del sector privado para endeudarse a tasas más bajas”.

La Presidenta aseguró que la intención primordial es “dar a los mercados internacionales la seguridad del cobro de la deuda”. El país afronta el año que viene vencimientos por 13.000 millones de dólares, luego de que durante este abonara 20.000 millones en compromisos financieros. “La creación del fondo constituye una fuerte señal al mercado de que no vamos a aceptar cualquier tasa de interés”, agregó Cristina, en referencia a la próxima vuelta a los mercados voluntarios de deuda. Con ese objetivo, fuentes del Palacio de Hacienda reconocieron que iniciarán, como se hizo este año, un proceso de licitaciones anticipadas de vencimientos, con algún grado de descuento, para disminuir el stock de deuda de todo el ejercicio. Entre los primeros bonos que se buscará precancelar se destaca el Boden 2012, que se entregó a los ahorristas por los depósitos retenidos en el corralito de 2001.

La mejora en los rendimientos de los bonos que generará la constitución de este fondo repercutirá en una baja en la tasa de interés. Esa reducción en el costo crediticio será aprovechada por Economía con una nueva emisión, la cual está prevista para marzo próximo, después de que finalice la reapertura del canje de deuda con los bonistas que quedaron afuera en 2005 (ver aparte). En esa colocación esperan obtener una tasa de interés en torno al 8 o 9 por ciento anual en dólares a siete o diez años. “Va en el mismo sentido de las medidas que venimos tomando desde junio para la vuelta de la Argentina a los mercados internacionales, pero de una forma inteligente, buscando bajar al máximo el potencial futuro endeudamiento de nuestro país”, señaló Boudou.

Además, cualquier mejora en la cotización de los títulos públicos locales conllevará una mejora en los balances de los tenedores, tanto privados como públicos. Es así que los colaboradores de Boudou sostienen que servirá para incrementar el capital del Fondo de Garantías de Sustentabilidad de la Anses, ya que actualmente el 62 por ciento de su cartera se compone de bonos del Estado.

Finalmente el ministro aseguró que el Fondo no será utilizado para pagar la deuda a los países al Club de París. “No se les pagará al contado. Se seguirá negociando”, reiteró el ministro de Economía. La preocupación en el entorno de Redrado, en tanto, es que la conformación de este fondo no implique una “interrupción” o “reemplazo” a la salida al mercado voluntario internacional y que no cuente con el “respaldo legislativo necesario para darle legitimidad a la medida”. En tanto, en los corrillos de Economía ironizaban que era mejor usar las reservas, que esta administración aglutinó, en lugar de dejárselas a Julio Cobos si llega a ocupar la presidencia en 2011.

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La Presidenta aseguró que la intención del Gobierno es “dar a los mercados internacionales la seguridad del cobro de la deuda”.
Imagen: Télam
 
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