ECONOMíA › EL SECTOR PRIVADO APUESTA A QUE EL CANJE DE DEUDA SEA EXITOSO

Las empresas siguen al Estado

La petrolera YPF, la constructora IRSA y el Banco Hipotecario tienen todo listo para lanzar sus propias emisiones de deuda luego de que el Gobierno arregle con los holdouts. El canje se presentó en Japón y sólo falta Luxemburgo.

 Por Cristian Carrillo

Empresas de primera línea están siguiendo con atención todo lo que ocurre con el canje de deuda porque pretenden salir al mercado no bien finalice la operación. A pocos días de que se lance la oferta a los holdouts, la petrolera YPF, la constructora IRSA y el Banco Hipotecario tienen todo listo para hacer nuevas emisiones con las cuales captar fondos del exterior. Son las primeras compañías que manifestaron –todavía en privado– su intención de aprovechar la probable baja de tasas que generará una reestructuración exitosa. Ayer el Gobierno dio un nuevo paso hacia la salida del default con la presentación del prospecto en Japón. Ahora sólo resta hacer lo propio con el órgano regulador de Luxemburgo. El titular del Palacio de Hacienda, Amado Boudou, dijo que “los mercados ya están demostrando” que la operación “abrirá paso al financiamiento para que las empresas puedan hacer inversiones y generar empleo”. Analistas consultados por Página/12 coincidieron en que el recorte de tasas que puede conseguirse tras el canje permitirá a las empresas fondearse en el exterior a un “menor costo”.

La expectativa del sector empresario es que el Gobierno logre un nivel de adhesión al canje de entre el 70 y el 80 por ciento. Es por eso que varias grandes firmas se aprestan a ser las primeras, una vez concluida la negociación, en salir al mercado a financiarse. “Las que ya manifestaron esa intención fueron YPF, IRSA y el Banco Hipotecario”, señaló a este diario una fuente empresaria. Se especula además con que se sumen otras a la brevedad, aunque si hubiera noticias de una reactivación de las negociaciones con el Club de París muchas podrían esperar al eventual segundo recorte de tasas que traería aparejada esa situación.

“El impacto principal del canje es la baja en la tasa de interés con la cual las empresas privadas pueden conseguir financiamiento en el exterior”, señaló a este diario el economista Miguel Bein. El costo a través del cual una compañía accede a financiarse está marcado por la tasa que paga la deuda de un país. Existen algunas empresas con espalda suficiente como para conseguir condiciones más favorables, presentando alguna garantía. Por ejemplo, la petrolera YPF pudo colocar emisiones a tasas un poco más accesibles porque endosaba cláusulas en las que ponía de garantía crudo de libre disponibilidad. “Pero a la tasa libre de riesgo –o sin garantías de este tipo– la marca indefectiblemente el costo de la deuda soberana”, explicó Bein.

La relación entre la deuda pública y privada es conceptual. El monto de recupero para un tenedor de deuda soberana nunca es cero, por más alta que sea la quita que un país pueda aplicar en una reestructuración. Sin embargo, una empresa que quiebra puede dejar casi en cero a los poseedores de sus bonos. “Los Estados no quiebran”, afirmó el economista. Además, un país tiene la posibilidad de emitir deuda en moneda doméstica, por lo que sólo requiere emitir para cumplir con sus obligaciones. Este es uno de los fundamentos que explican la razón por la cual a Estados Unidos se lo continúa considerando “libre de riesgo”, a pesar de su elevado déficit presupuestario. En este sentido, las empresas tienen siempre como piso la tasa de riesgo de sus propios países.

El ministro de Economía opinó que el canje de deuda en cesación de pagos desde 2001 brindará entonces al sector privado “posibilidades de endeudamiento a tasas bajas”. Desde que se intensificaron los trámites legales y los contactos para avanzar en el canje de deuda, los títulos públicos tuvieron un alza notable en sus cotizaciones. Esto permitió reducir la tasa de retorno de esos papeles (que se mueve inversamente a sus precios). A modo de ejemplo, hoy el Boden 2015 en dólares rinde un 11 por ciento, mientras que llegó a operarse por encima de 15 tan sólo a principios de año. “Hace unas semanas teníamos las mayores tasas del mundo, por lo que lograr un nueve por ciento es caro pero no ruinoso. Es para iniciar el camino”, agregó Bein.

Por su parte, el titular de la consultora Abeceb.com, Dante Sica, opinó que el canje “es un avance para mejorar la credibilidad, bajar el riesgo país y conseguir financiamiento a tasas razonables”. Sin embargo, el economista alertó que la magnitud de la caída dependerá de que “se avance en la negociación de la deuda con el Club de París”. En ese sentido, Bein consideró que un acuerdo con ese grupo de acreedores favorecerá los seguros de crédito a la importación desde esos destinos y permitirá que las empresas argentinas puedan tomar crédito para la compra de bienes de capital. Ambos coincidieron en que una vez finalizada la negociación con el Club de París, la tasa de interés para el Estado podría ubicarse en torno al 7 por ciento.

Ayer, la Secretaría de Finanzas buscó la tercera aprobación al prospecto de canje para lanzar oficialmente la operación. Luego de que recibiera el visto bueno de la Securities and Exchange Commission (SEC), órgano regulador estadounidense, presentó la oferta en Italia y ayer en Japón. En las próximas horas la cartera que conduce Hernán Lorenzino enviará la documentación a Luxemburgo.

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“Los mercados ya están demostrando que el canje abrirá paso” al sector privado, destacó Boudou.
Imagen: DyN
 
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