Al tiempo que el gobierno nacional oficializaba esta semana el plan para la ganadería que apunta a aumentar la producción y la rentabilidad de la cría y el engorde en campo, varios referentes del ruralismo volvieron a pronosticar escasez de carne para el mercado interno y que la situación “puede agravarse y alargarse en el tiempo”.

El denominado Plan Ganadero del Bicentenario, que se oficializó esta última semana, busca incrementar el peso de los animales enviados a faena (mínimo de 320 kilos a partir de febrero de 2011). El objetivo de la medida es revertir la situación del sector, caracterizada por la disminución del stock ganadero, principalmente a raíz de la sequía de 2008/2009 y la disminución de la superficie dedicada a la actividad pecuaria.

En la actualidad, el aumento del precio de la hacienda vacuna mejoró la relación entre el kilo de carne y el kilo de maíz, lo que “permite que los establecimientos afronten el gasto en la alimentación de la hacienda sin afectar sus ganancias”, explicó Juan Manuel Campillo, titular de la Oncca, al anunciar la eliminación de las compensaciones a los feedlots (establecimientos de engorde a corral).

Sin embargo, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, alertó que si el Gobierno no toma “medidas urgentes”, la escasez de carne en el mercado interno “puede agravarse y alargarse en el tiempo”.

El integrante de la Mesa de Enlace reconoció que actualmente la cría de ganado “es buen negocio”, por la relación precio-costos, pero “la mayoría de la gente no tiene hacienda”. Biolcati culpó a “la política ganadera del Gobierno”, que a su criterio provocó que “los productores se comieron las máquinas de producir (...). La irracionalidad y discrecionalidad de las medidas de apertura y cierre de exportaciones afecta toda planificación”.

“Quienes dicen que va a escasear la carne están equivocados”, señaló al respecto Alejandro Lotti, secretario de Ganadería del gobierno nacional. Defendió la política de aumentar el peso mínimo de faena y consideró que “no va a impactar (inmediatamente) en la oferta ni el precio”. Y advirtió que “matar un animal de 180 kilos, cuando se le pueden agregar 100 o 200 kilos más, es una aberración”.

El diputado bonaerense y dirigente de Carbap Jorge Srodek también centró la mira en el rechazo a toda intervención del gobierno en el mercado de carnes pero, a la vez, reclamarle respaldo para el sector. “En materia de carne la situación es muy delicada –señaló en un comunicado–, ya que debemos revertir más de seis años de malas políticas, donde el Gobierno ha intervenido el mercado hasta el punto de destruirlo totalmente.” La cosecha record, con elevados rendimientos y una consecuente rentabilidad muy por encima de lo normal, tampoco entró en su análisis.