ECONOMíA › LA ONU VOTA EL JUEVES LINEAMIENTOS PARA REESTRUCTURAR DEUDAS

Guía para espantar buitres

Se trata de nueve recomendaciones diseñadas para facilitar las negociaciones entre las partes y limitar el margen de maniobra de los holdouts y los abusos de tribunales permeables a sus reclamos, como el del juez Griesa.

 Por Tomás Lukin

Página/12 En EE.UU.

Desde Nueva York

Una serie de principios básicos para guiar los procesos de reestructuración de deudas soberanas serán sometidos a votación este jueves en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Se trata de nueve lineamientos diseñados para facilitar las negociaciones entre las partes y limitar el margen de maniobra de los fondos buitre y los abusos de los tribunales permeables a sus reclamos. A pesar de la resistencia de los principales centros financieros, Estados Unidos, Inglaterra y Japón, el documento cuenta con el respaldo del G77 más China, que nuclea a la mayoría de los países en desarrollo. Desde la diplomacia argentina confían que el proyecto sea aprobado. Como el texto representa un paso intermedio en la construcción de un mecanismo legal internacional para conducir las reestructuraciones soberanas que impulsó el país el año pasado, pretenden que el espacio de debate en la ONU se mantenga activo y abierto. El ministro de Economía, Axel Kicillof, y el canciller, Héctor Timmerman, viajarán a Nueva York para participar del evento.

“Incorporar en los principales foros internacionales la temática de las deudas soberanas y su necesaria sustentabilidad es un logro significativo. Hace cinco años era impensable que esos temas sean siquiera mencionados en los documentos finales. Se oponían, por ejemplo, los países europeos que hoy no pueden pagar sus pasivos y necesitan reestructurarlos. Conseguimos instalar esas discusiones en la agenda del G20, el FMI y la ONU”, explicó a Página/12 uno de los funcionarios diplomáticos que participa activamente de esas negociaciones. Esas innovaciones discursivas no alcanzan para modificar el funcionamiento de los mercados internacionales como pretende Argentina, reconocen en el equipo económico, pero habilitan un debate que hasta ahora estaba vedado.

Con una ley de quiebras internacional como la que dispone una empresa en cualquier lugar del mundo, Argentina hubiera resuelto su default en 2005. Lograda la adhesión del 76 por ciento de los acreedores a los términos de quita, extensión de plazos y reducción de intereses, el primer tramo del canje hubiera bastado para extender automáticamente las condiciones financieras negociadas a todos los tenedores de bonos. La propuesta del Comite Ad Hoc que discutirá la Asamblea General incluye ese principio.

Además de la extensión de los términos financieros de una renegociación al ciento por ciento de los acreedores cuando la propuesta sea aceptada por una mayoría calificada es el principio fundamental, el documento requiere que todos los acreedores sean tratados de la misma forma, exige la sustentabilidad de esos acuerdos para permitir a los países recuperar un sendero de crecimiento inclusivo y enfatiza el respeto por la inmunidad. La inmunidad soberana, la necesidad de transparencia y la imparcialidad de los árbitros, son otros elementos incorporados en el documento elaborado por embajadores de los países y académicos.

La propuesta original para discutir la creación de un marco regulatorio internacional impulsada por la Argentina obtuvo, a fines de septiembre del año pasado, 124 votos a favor, 41 abstenciones y sólo 11 en contra. Al rechazo encabezado por Estados Unidos, Inglaterra y Japón, se sumó la negativa de Australia, Canadá, República Checa, Finlandia, Alemania, Hungría, Irlanda e Israel. Esos países ni siquiera participaron del extenso proceso de discusiones encabezadas por expertos de todo el mundo como el economista norteamericano Joseph Stiglitz.

Entre las abstenciones se destacaron los miembros de la Unión Europea con problemas de deuda externa como Grecia y España que se verían beneficiados por un marco regulatorio internacional, Francia que respaldó activamente a la Argentina en las cortes neoyorquinas y Bélgica donde se aprobó en julio una nueva ley para prevenir el accionar buitre en su propio territorio. Es improbable que esos votos cambien positivamente, entre otras razones porque esos países consideran que apoyar la iniciativa “es una mala señal para los mercados”. Por eso los funcionarios argentinos celebrarían que este jueves los votos europeos se mantengan como abstenciones. El objetivo es mantener el debate abierto para avanzar en la elaboración de una propuesta de un marco jurídico internacional.

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El documento cuenta con el respaldo del G-77 más China, que nuclea a la mayoría de los países en desarrollo.
Imagen: AFP
 
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