Las acciones de las principales empresas que cotizan en la Bolsa porteña perdieron ayer en promedio un 3,9 por ciento, contagiadas por el derrotero que siguieron casi todos los mercados del mundo. El derrumbe de las ganancias de la industria en China, que se retrajeron un 8,8 por ciento durante el meses pasado, siendo el principal consumidor de energía del planeta, arrastraron el precio de los commodities y los índices bursátiles se negociaron a la baja. En Europa los retrocesos alcanzaron a un 2,8 por ciento, mientras que en Wall Street las pérdidas se ubicaron en 1,9. En el MerVal las bajas más pronunciadas fueron para las empresas vinculadas con el sector petrolero, ante una caída de 2,8 por ciento en la cotización del barril de crudo. Los títulos públicos operaron en alza, luego del castigo infringido por las administradoras de fondos comunes de inversión ante la normativa que los obliga a valuarlos al tipo de cambio oficial. El dólar sumó un centavo a 9,42 pesos, mientras que en el segmento ilegal la variante blue perdió cinco centavos a 16,01 pesos. Las reservas sumaron 10 millones de dólares a 33.311 millones de dólares.

Tal como sucedió la semana pasada, las noticias provenientes de China fueron clave para entender el desempeño de las acciones locales. La Oficina Nacional de Estadísticas de China confirmó ayer las especulaciones en torno a la debilidad de la actividad, al anunciar que las ganancias de las principales industrias de ese país cayeron 8,8 por ciento en agosto, que se suma a la baja de 2,9 por ciento que arrojó durante julio último.

La noticia sumó preocupación sobre el futuro de los commodities, ante una eventual disminución de la demanda china. El Fondo Monetario advirtió ayer que el mundo enfrentará débiles perspectivas de precios de las materias primas en los próximos años y la consecuencia para los países exportadores será una reducción de casi 1 por ciento en su tasa de crecimiento, de acuerdo con su Panorama Económico Mundial. El organismo receta devaluar para evitar un mayor impacto. Brasil lo viene haciendo en el último año. Ayer el real volvió a depreciarse. Lo hizo en un 3,4 por ciento a 4,109 unidades por dólar. Por su parte, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, consideró probable una suba en la tasa de interés rectora antes de fin de este año, luego de que se conociera un alza mayor a la esperada en el gasto del consumidor estadounidense durante agosto pasado.

La caída respetó husos horarios y comenzó con el mercado de Tokio, con un retroceso de 1,3 por ciento. En Europa las bajas más pronunciadas fueron en la Bolsa de París (-2,8), Milán (-2,7) Londres (-2,5) y Francfort (-2,1). En Nueva York el Dow Jones cedió 1,9 por ciento. En la Bolsa porteña la caída estuvo en sintonía con esta baja generalizada de las plazas internacionales y, principalmente, de la caída de hasta 8,7 por ciento en los precios de los ADR de empresas argentinas en Wall Street. La principal baja en el MerVal fue para Petrobras (8,9 por ciento), producto de la caída del petróleo, la devaluación del real y los escándalos de corrupción que todavía persisten en torno de los contratos de la petrolera brasileña. Los principales bonos utilizados para realizar contado con liquidación (Boden 2015 y las series 2017 y 2024 del Bonar) subieron 1,5 por ciento promedio. El resultado fue que el tipo de cambio implícito en el arbitraje de títulos públicos en la operatoria de contado con liqui sumó 4 centavos, a 13,87 pesos.