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Una semana para el olvido en el mercado bursátil. Las acciones y los bonos, luego de varias jornadas de precios en alza, tuvieron un fuerte ajuste en sus cotizaciones. Las excusas para explicar esa caída son muchas en el recinto, con operadores que terminaron la rueda con gestos adustos porque no vislumbran un final inmediato al actual derrape. Por lo pronto, ayer las acciones líderes bajaron 2,4 por ciento, acumulando una pérdida de 9,2 por ciento en la semana.
Los corredores están inquietos porque –dicen– el contexto internacional ha variado un poco en la última semana. En especial, están preocupados porque la tasa de interés de largo plazo de los bonos del Tesoro de Estados Unidos ha aumentado a 4,54 por ciento anual. Ese comportamiento puso en guardia a los fondos de inversión especulativos, que han estado inflando los mercados emergentes y empezaron a recoger el piolín. Comenzaron a desarmar parte de sus carteras de activos de plazas emergentes, provocando una caída generalizada en esos recintos.
Así, la Bolsa argentina tuvo una de sus peores semanas en meses, retrocediendo el índice líder MerVal hasta los 1436 puntos. El volumen de negocios fue de 75 millones de pesos, achicando el giro respecto de las ruedas anteriores, lo que para algunos financistas es una señal alentadora. Esto sería de ese modo porque mostraría que a esos niveles de precios no existe mucha voluntad de los inversores de desprenderse de papeles. En el panel general, el balance de la jornada arrojó 18 alzas y 36 bajas, en tanto nueve papeles cerraron sin modificaciones. Las bajas más pronunciadas fueron para el Grupo Financiero Galicia, que retrocedió 4,4 por ciento, seguida por la siderúrgica Acindar, que descendió 3,3, y la fábrica de aluminio Aluar, con pérdida de 1,9.
Otra variable que alteró a los mercados fue la disparada de los precios del petróleo, cimbronazo que se verificó en la plaza local con los aumentos de Shell y la posterior respuesta del Gobierno. El aumento del crudo genera la expectativa de mayores presiones inflacionarias en los países desarrollados, lo que adelanta –según los analistas– una mayor vocación de la Reserva Federal (banca central estadounidense) a ajustar la tasa de corto en sus próximas reuniones.
En tanto, en el mercado cambiario no hubo mucho movimiento, cerrando la cotización del billete en 2,94 pesos por unidad. El Banco Central intervino con compras netas por escasos 5 millones de dólares, contabilizando reservas por un total de 21.047 millones.