ECONOMíA › EL FMI SORPRENDIO AL NO PEDIR LA APERTURA DEL CANJE

El dinero calma a las fieras

El pago del Gobierno a cada uno de los vencimientos –los que se podrían postergar y los que no– con el Fondo brinda sus frutos. “No pedimos la reapertura”, afirmó el vocero del FMI, Thomas Dawson.

El Fondo Monetario cambió de opinión o a su vocero se le mezclaron las fechas y creyó que era el Día de los Inocentes, en lugar de Pascuas. Lo cierto es que el portavoz del organismo, Thomas Dawson, manifestó ayer que el FMI “no pide la reapertura del canje de deuda”. “Es un tema en el que están interesados algunos acreedores y creo que se les debería preguntar a ellos y a las autoridades” argentinas, agregó el funcionario, dando un giro inesperado al marco de negociaciones para la firma de un nuevo acuerdo con el país. Antes de esas declaraciones, el FMI había expresado todo lo contrario: no habría ningún convenio hasta tanto el Gobierno arreglara con los bonistas que no participaron de la reestructuración de la deuda. Roberto Lavagna había rechazado tajantemente esa solicitud.
Como cada jueves, Dawson se presentó ayer en la sala de prensa del FMI para responder a las consultas de los periodistas. Una de ellas, como también es habitual desde hace casi un lustro, estuvo referida a la Argentina. Esta vez, sin embargo, la rutina se alteró: Dawson no respondió de acuerdo con lo esperado, es decir, con un reclamo al Gobierno sino que dijo lo que nadie imaginaba. “Respecto a la reapertura del canje de deuda, no es algo que vayamos a pedir”, afirmó. Luego agregó que la cuestión deben resolverla “las autoridades y los acreedores, tanto institucionales como particulares”.
Si el tema queda efectivamente fuera de la agenda de negociaciones entre el Gobierno y el Fondo, llegar a un convenio será algo menos complejo. Lavagna había advertido el último viernes, en la presentación de los resultados finales del canje, que el Ejecutivo no aceptaría como “una condición” del organismo renegociar con los acreedores que no participaron de la operación. “No hay una sola solicitud formal para reabrir el canje”, aclaró, además, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen. “El que optó por la vía judicial deberá continuar en ese largo proceso”, terminó por desafiar Lavagna.
Las palabras de Dawson sorprendieron, porque la última definición del propio FMI y del Departamento del Tesoro de Estados Unidos había ido en sentido contrario. El número dos del Tesoro, John Taylor, había sido muy claro al respecto. “El hecho de que la participación (en el canje) fuera mayor a la esperada fue sin duda una señal de éxito, pero, al mismo tiempo, hay acreedores que no han sido atendidos y eso es algo que Argentina tendrá que resolver.” Su jefe, John Snow, también había dicho que como la adhesión fue del 76 por ciento “aún hay bonistas con los que hay que negociar”.
Un segundo tema que abordó Dawson fue el de la inflación. “Obviamente es uno de los indicadores que seguimos de cerca”, señaló, pero, otra vez, asumió una actitud moderada. “Teniendo en cuenta la fuerte recuperación argentina en los últimos dos años, éste es un asunto al que la gente empieza a dedicar atención”, agregó. Para el FMI “es un asunto, no un problema”, completó. En este caso, también hay un cambio de posición respecto de expresiones previas de las autoridades del Fondo. Hace veinte días, el director gerente, Rodrigo Rato, le expresó su preocupación a Lavagna por el alza de los precios y le sugirió aplicar la receta tradicional del organismo: política monetaria contractiva y ajuste fiscal para enfriar la economía.
En cuanto a la posibilidad de que se llegue pronto a un nuevo acuerdo con Argentina, Dawson indicó que las negociaciones recién comienzan. Dijo que la presencia de funcionarios de segundas líneas del Ministerio de Economía en Washington la semana pasada marcó la etapa “inicial del diálogo”. “Como uno esperaría para esa etapa, las conversaciones se centraron en las perspectivas macroeconómicas y en las proyecciones. Las discusiones fueron cordiales y esperamos que continúen en las próximas semanas”, añadió Dawson, quien no precisó la fecha en que las partes volverán a encontrarse. Por ahora no hay urgencias. El Gobierno le sigue pagando al Fondo y se toma tiempo para cerrar la negociación. De acuerdo con lo que aseguró Dawson sobre el canje de deuda, tal vez un tema haya quedado resuelto.

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Thomas Dawson, vocero del organismo, manifestó que el FMI “no pide la reapertura del canje”.
 
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