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El Gobierno firmará hoy con el consorcio de frigoríficos exportadores ABC un acuerdo para reducir en un 15 por ciento el valor de siete cortes cárnicos. Se trata de la única entidad que el pasado viernes se negó a firmar el compromiso de no aumentar. Si finalmente los acuerdos se cumplen, el Gobierno habrá logrado estabilizar los precios en uno de los sectores más sensibles y que más remarcaron en lo que va del año; el 17,5 por ciento. Ello sucede en un mes con alta estacionalidad en las subas. Adicionalmente, si las estimaciones de bancos y consultoras privadas también se cumplen, la inflación de diciembre terminará por debajo del 1 por ciento, con lo que la nueva gestión de Economía habrá dado un paso esencial en el control de precios: desinflar las expectativas.
La firma de un acuerdo con ABC es probablemente el síntoma más palpable de que la amenaza de suba de retenciones a las exportaciones dio sus frutos. El acuerdo que se firmará hoy es el mismo que ABC, cuyas firmas asociadas concentran alrededor del 70 por ciento del volumen exportado, había ofrecido a comienzos de la semana pasada, pero a cambio de que se elimine el aumento del 5 al 15 por ciento en las retenciones dispuesto por Roberto Lavagna en uno de sus últimos actos en el Palacio de Hacienda. La diferencia es que ahora no habrá baja en las retenciones y el fantasma de una potencial suba de otro 10 por ciento aún no abandonó la escena.
ABC fue la única de las 12 entidades –4 de productores, 3 de consignatarios y 5 de frigoríficos– que el viernes pasado participaron de la reunión en la Sociedad Rural Argentina que se negó a firmar el acuerdo en el que el sector privado se comprometió a “no escatimar esfuerzos” por evitar la suba de precios. Con la firma de hoy procurará no quedarse afuera. En un memorando de entendimiento que la entidad empresaria hizo llegar a la ministra Felisa Miceli había ofrecido también suspender los envíos de la cuota Hilton de los próximos dos meses a fin de reforzar la oferta interna, una medida que había sido rechazada primero por el resto de la cadena y luego por Miceli.
De todas maneras no debe esperarse que la oferta de rebaja del 15 por ciento en estos siete cortes –colita de cuadril, cuadrada para milanesa, matambre, espinazo, asado, vacío y carne picada– tenga un efecto significativo sobre los precios pagados por los consumidores. La oferta de ABC no es ilimitada. Estará compuesta por 60 kilos de estos cortes por cada res exportada, un volumen que según especialistas del sector privado representará alrededor del 4 por ciento de la oferta total en el mercado interno. Pero aunque el acuerdo no sea económicamente significativo tendrá el mismo resultado que el conjunto de acciones que en materia de precios impulsa el Ministerio de Economía: atacar desde la base las expectativas inflacionarias gestadas desde comienzos de año. A lo largo de la historia económica argentina, estas expectativas motorizaron la inflación prácticamente en la totalidad de los ciclos expansivos.
No obstante, para saber si lo que dice la foto resulta útil para saber cómo terminará la película será necesario esperar. A pesar de las influencias de las maniobras especulativas, como la retención de la venta de animales por parte de los productores en respuesta a las expectativas generadas en eslabones más altos de la cadena, algunos problemas todavía subsisten. El titular de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, no vela las armas. Ayer mismo se mostró esperanzado en que los acuerdos den resultado, pues esta vez “fueron incluidos los formadores de precios”. Sin embargo, a juicio del dirigente empresario la clave estará en que “no se desabastezca la oferta, un problema que realmente existe, ya que hay una oferta limitada, que no creció en los últimos años, en los que la demanda sí creció enormemente”, describió.
Una de las acusaciones de ABC al resto de la cadena después de la firma del viernes fue que se había llegado a “un acuerdo voluntarista”. Vale reconocer que al margen de la escasa significación económica final, el consorcio ABC fue el único eslabón de la cadena que hizo una oferta concreta, la citada baja en los siete cortes, precedida con anterioridad por la rechazada oferta de 2500 dólares por cada tonelada Hilton exportada.
Como final del juego, antes de que se reinicie la próxima mano, esta semana podría quedar demostrado que, frente a las argumentaciones supuestamente inapelables de las “fuerzas del mercado”, el Estado tiene algo que decir. Luego de ser corrida con el aumento de las retenciones, la cadena cárnica debió sentarse a negociar. En un mercado con actores poderosos la única alternativa para la construcción de “consensos” parece haber sido, precisamente, la demostración de poder. La estrategia oficial parece estar dando resultados. En su último informe semanal, el Banco Río estimó que “el acuerdo de precios tendrá cierto impacto positivo en el IPC (Indice de Precios al Consumidor). En este sentido, no debería sorprender que la inflación de diciembre se ubique en torno al 0,8 por ciento”.