ECONOMíA › PANORAMA ECONOMICO

Blogs de economistas

 Por Alfredo Zaiat

En un proceso bastante más lento que en Estados Unidos, aquí se está desarrollando también la cultura del blog, espacio de expresión libre de internautas en páginas propias o participando en otras. En lenguaje coloquial, a veces divertido, provocadores y polémicos algunos de los blogs que invadieron Internet son manifestaciones a empezar a tener en cuenta en el debate de ideas. Aunque muchos no lo puedan creer por esas virtudes que poseen los blogs, varios economistas han colgado los suyos en la red. La mayoría son anónimos, aunque en un mundo tan chico tarde o temprano se conoce quién es el autor. Unos pocos se presentan con su verdadera identidad, como el economista del CEMA Jorge Avila, quien reconoció que armó su blog porque ahora tiene más tiempo al mermar su trabajo de consultoría bancaria. Lo interesante de esos espacios es que cada uno con su ideología a cuestas escribe de manera informal, desprendiéndose de anteojeras, planteando dudas y en más de un ocasión ejerciendo la autocrítica, características imposible de encontrar en reportajes o artículos de economistas publicados en diarios. En ese desafío de navegar por blogs de economistas locales, los dos más destacados son lacienciamaldita.blogspot.com, alimentado casi a diario con aportes originales por Lucas Llach (hijo de Juan), y olivera.blogspot.com, cuyo autor utiliza un seudónimo pero que en el mercado se sabe que es un inteligente profesional que trabaja en el sistema financiero.

La calidad de las exportaciones, la política antiinflacionaria, la puja distributiva, entre otros temas, con filtros en cuestiones personales como el sufrimiento de hincha de Rosario Central de Llach, van construyendo un atractivo ámbito de debate. Uno de ellos refiere a la fortuna de Kirchner, que la mayoría de los economistas mediáticos no dejan de comentar cuando tratan de justificar sus errores de pronósticos. En laciencia... aporta un dato que esos mismos economistas ignoran cuando se deshacen de elogios para Chile. “El índice de la suerte de Chile debe estar que explota”, introduce, para sentenciar que “el boom de la soja no existe al lado del que vive el cobre”. Un aspecto que olvida de mencionar ese blog es que el cobre está en manos del Estado y, por lo tanto, la totalidad de esa extraordinaria renta queda en manos públicas, diferencia notable con lo que sucede aquí con la del petrolero. Explica que “desde el valle de los commodities en el ’99, la soja subió 20 por ciento; el cobre se cuadruplicó. Desde que (Michelle) Bachelet dejó su puesto de ministra de Defensa para ser candidata por la Concertación, en octubre de 2004, el cobre se du-pli-có. En los últimos tres meses, desde que ganó el ballottage subió 25 por ciento”. Uno de los argumentos preferidos de los amantes del modelo chileno es que ellos pudieron elaborar una historia de éxito en la diversificación exportadora, en la elaboración de los recursos naturales, etcétera. Laciencia... apunta que “la bonanza del cobre está complicando las exportaciones de frutas y salmones”, para terminar irónicamente con “al final seguimos en el siglo diecinueve”.

En el blog de Miguel Olivera, en noviembre pasado, se hicieron un par de comentarios al libro Sin atajos, de Javier González Fraga y Martín Lousteau, que merecen ser rescatados. Elogia que JGF y ML adhieran a la visión que lo que importa es el tipo de cambio multilateral (cotizaciones de diferentes monedas vinculadas al comercio exterior argentino ajustadas por precios) y no el tipo de cambio real unilateral (cotización del dólar dividido la inflación doméstica), “que es lo que reclaman la UIA, (Miguel) Peirano (secretario de Industria) y (Eduardo) Curia (asesor de Julio De Vido)”. Considera que a esos dos economistas, aplicando un recurso periodísticos, hay que seguirlos, porque JGF “es candidato permanente” y ML “asciende como un meteorito la escala de la administración pública (hoy es presidente del Banco Provincia)”. Y los saluda porque aceptan que las tasas de interés tienen que subir, aunque sea sólo “razonablemente”, y porque también sugieren que tal vez el tipo de cambio se haya depreciado innecesariamente empujando los precios al alza. Pero Olivera les realiza tres objeciones: JGF y ML dicen que la economía está abierta, a lo que responde “no a las importaciones a este nivel de tipo de cambio real recontraalto”. Afirman que hay que hacer valer la Ley de Defensa de la Competencia, pero Olivera responde que “la inflación es siempre y en todo lugar un problema macroeconómico y no, como creen algunos, que hacer política antiinflacionaria es ocuparse del mercado de los supermercados (palito al progresismo)”. Y, finalmente, esos dos economistas proponen que hay que aumentar la oferta, a lo que Olivera desafía: “¿Por qué aumentar la oferta de bienes transables (por ejemplo, alimentos) va a bajar la inflación si el precio de esos bienes es la paridad de exportación?”

En el blog de Avila (www.jorgeavilaopina.com), que se queja de que mucha gente odia a Menem y como él defendió la convertibilidad lo agreden, se publica un interesante artículo del periodista Daniel Naszewski, que tiene la originalidad de plantear la hipótesis de que no se cumple la caída inexorable de los precios de las materias primas, teoría cepalina de Raúl Prebisch del deterioro de los términos del intercambio (traducido, el trigo tiende a bajar y las computadoras, a subir). Lo atractivo, además de provocar ese debate, fue que Naszewski trasladó esa inquietud a varios economistas conocidos. Esa hipótesis se basa en que China e India se han transformado en potentes demandantes de commodities y, por lo tanto, los precios están por las nubes. En su recorrida, consultó a Mario Brodershon “que está de vuelta y se las sabe todas –ironizó Naszewski–, me miró detrás de los anteojos y me dijo: ‘Mire, uno cuando está arriba de la ola siempre se cree que se va a mantener allí y disfruta sus 15 minutos de gloria, pero luego siempre, tarde o temprano, se cae’”. También consultó a Miguel Braun (del Cippec), “el hijo de Oscar, el economista ídolo que formó a toda mi generación –Felisa incluida– y nos convenció de aquello del Intercambio Desigual”, y a Luciana Freers y Esteban Fernández Medrano. Con ellos no encontró una respuesta única, arribando a la conclusión de que no es “una pregunta demasiado investigada”. Después trasladó su inquietud a Miguel Angel Broda, que en su ciclo económico mensual insistió con “lo suertudo de Kirchner” –recordar lo ya mencionado de Bachelet–, para jugarse ante el interrogante de Naszewski: “Me parece que aquí hay un cambio estructural con el ingreso de China e India al mercado mundial como grandes demandantes de alimentos. Creo que tenemos precios de commodities altos por muchos años”.

Pero, al parecer, Naszewski no se quedó conforme y continuó su travesía, estacionando en un seminario de la Universidad Austral. En ese ámbito, Pablo Gerchunoff le dijo que “el paradigma está cambiando y que uno de los puntos sería, justamente, el cambio en los términos del intercambio a favor de nuestro país”. A su turno Juan Llach sostuvo lo mismo, al mencionar que “hay un salto cualitativo y habrá precios internacionales buenos” por largos años, aunque Naszewski apuntó que en el auditorio alguien sostuvo que “las computadoras también están bajando de precio año a año”. La conclusión a la que arribó fue que lo del “intercambio desigual deberíamos reverlo, lo mismo que aquellos de que la industria vale más que el sector agropecuario a la hora de hacer estrategias de política económica”, para terminar provocando que, “en vez de seguir insistiendo con industrializar la industria hay que tratar de industrializar el campo, industrializar el turismo, industrializar los servicios, el soft y el hard, en vez de seguir aferrados a ciertos prejuicios setentistas que quizá estén obsoletos”.

Esto es lo bueno de los blogs. Aportan al debate. A pensar con criterios amplios. Para discutir, no para aprobar. Naszewski escribió “quizá estén obsoletos”, no afirmó “están obsoletos” como, probablemente, se hubiese presentado en otros ámbitos. En esa línea, en lacienciamaldita, por ejemplo, se pregunta de qué lado está Kirchner en el panorama de la izquierda latinoamericana. Y detalla que para The Economist, Kirchner, Humala, Chávez y López Obrador “correspond to the Latin American traditionof populism”; y que Andrés Oppenheimer no se juega, “pero no lo nombra en el bloque de los buenos”; para sostener que “la Ciencia Maldita no se animaría a decir que Kirchner es Bachelet, pero se pregunta qué tienen de distinto Kirchner y Lula, fuera del hecho de que uno está disfrutando los beneficios de la reestructuración de deuda que el otro no hizo”. Podría haber ampliado con que la diferencia de percepción de uno y otro para el establishment tiene su origen, entre otras razones, en que Lula facilitó superganancias financieras para los bancos con la tasa de interés real más elevada del mundo. Finalmente, entre varios otros toques de originalidad de esos blogs, en olivera... se presentó un post titulado “Matemática cambiaria”, una fórmula para visualizar la fuerte depreciación del peso respecto de las monedas de otros países. Las ecuaciones, con cotizaciones de fines de enero, serían las siguientes: “Vivir en Uruguay o Brasil= Argentina x 1,5; en Punta del Este= x 2; en EE.UU.= x 3; en Europa= x 4; y en Gran Bretaña= Argentina x 5”. Es entretenido y vale la pena salir a bloguear.

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