ECONOMíA

¿Cómo nos pueden comparar con un hermano latino tan irresponsable?

El presidente brasileño declaró que la situación en su país es distinta de la de la Argentina y que negociará sólo con el FMI.

Brasil se desmarcó claramente ayer de todo intento de pactar una estrategia latinoamericana común ante la crisis económica sudamericana: su presidente Fernando Henrique Cardoso estuvo en busca del diálogo hacia arriba con su homólogo norteamericano George W. Bush, quien no habría contestado a sus llamadas según publicaron ayer dos diarios de Brasil. Pero, ayer, Cardoso fue enfático al negar que en sus charlas con Eduardo Duhalde se haya discutido la iniciativa argentina de adoptar una política común regional, porque los problemas de Brasil “son distintos” de su principal socio del Mercosur. Y fue más lejos al señalar que los inversores no dudan de la capacidad de Brasil para pagar su deuda externa, y que las oscilaciones financieras se deben a la incertidumbre de un año electoral. En ese sentido, el presidente del Banco Central, Arminio Fraga, declaró ayer que “hay signos de inversión de la situación” con respecto a la alarma económica que vivió Brasil la semana pasada. Pese al optimismo, la jornada financiera registró la vuelta del riesgo país a los 1600 puntos y depreciación del real en 2,82 por dólar.
Cardoso estaría sufriendo en carne propia de la indolencia de la política norteamericana, o al menos ésa fue la impresión de los diarios Folha de Sao Paulo y O Estado de Sao Paulo, que publicaron ayer que el presidente intentó infructuosamente el viernes y durante el fin de semana hablar telefónicamente con Bush para quejarse por las declaraciones del secretario del Tesoro, Paul O’Neill. Este había aumentado la desconfianza de los inversores en la economía brasileña al manifestarse en contra de una nueva ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), asegurando que sería como “tirar dinero de los contribuyentes norteamericanos en la incertidumbre electoral de Brasil”. Pero ayer Cardoso se concentró en separar las aguas y señaló que la crisis argentina nada tiene que ver con la oscilación financiera de Brasil, negando que haya conversado con Duhalde, sobre la posibilidad de que los países latinoamericanos adopten una postura común frente a los problemas económicos de la región. “Estábamos conversando (con Duhalde) sobre la Argentina. Nunca sobre ese asunto”, afirmó Cardoso en relación con la estrategia del Gobierno argentino sobre una “unión latinoamericana” frente a la crisis. Para contrastar una realidad con otra en medio de la confusión sobre un posible contagio, Cardoso declaró que “la situación económica de Brasil es muy sólida. Nosotros no tenemos el mismo problema que tienen algunos países”. Eso, aunque el cierre de la jornada de ayer evidenció la constante volatilidad del mercado financiero brasileño, que registró un aumento del riesgo país que superó los 1600 puntos y el dólar cerró con un alza de 1,54 por ciento, aunque el Banco Central vendió cerca de 170 millones de dólares para sostener el real.
Cardoso citó las declaraciones del titular de la Reserva Federal, Alan Greenspan, para señalar que las turbulencias en el mercado financiero brasileño se deben a la incertidumbre por el resultado de las elecciones presidenciales del 6 de octubre. Y declaró que “todos los que tienen noción efectiva de lo que sucede en Brasil saben que la situación financiera está bajo control”. Según Cardoso, los inversores no tienen dudas sobre la capacidad de Brasil para pagar su voluminosa deuda (55 por ciento de su PBI).

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Fernando Henrique Cardoso, con billete devaluado.
Trató de hablar con George W. Bush, que no lo atendió.
 
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