La ministra de Economía, Felisa Miceli, afirmó que como consecuencia del acuerdo alcanzado con las entidades del agro, “no aumentarán los precios de los cortes populares” de carne, y adelantó que recién en 60 días se normalizará el abastecimiento de lácteos. Ayer, Carbap (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa), la única entidad rural que no adhirió al convenio, ratificó que continuará con el paro que viene realizando desde principios de mes hasta el lunes próximo. Analistas del sector estiman que el acuerdo sólo servirá para garantizar el abastecimiento de los 12 cortes populares a los precios oficiales en los supermercados a partir de la semana próxima, mientras que en las carnicerías, como ocurrió en las últimas semanas, los precios serán más altos.

El acuerdo alcanzado con el campo “es muy satisfactorio en términos de precios y de cantidades y permite garantizar los cortes populares, cuyos valores no aumentarán”, aseguró ayer Miceli. Además, la ministra estimó que recién dentro de dos meses se regularizará el abastecimiento de lácteos y que en ese momento se normalizarán los precios de esos productos. “El problema está en que los productores están con mucha agua y el objetivo es que retomen la producción, porque esto es un problema de coyuntura”, explicó Miceli.

Sin embargo, más allá de los problemas climáticos o estacionales, es evidente que en el sector lácteo prevalecen los mismos problemas estructurales que con la carne: los elevados precios internacionales, con un dólar alto, son un imán irresistible para la exportación, con lo cual la producción no alcanza para abastecer una demanda interna también en niveles record. A la par del desabastecimiento reinante que sufren en las góndolas, según las cifras del Senasa, durante el primer trimestre del año, en volumen, se exportó un 34 por ciento más de lácteos que en igual período del año pasado.

El acuerdo firmado el miércoles por la noche por el Gobierno con cuatro entidades del agro (Sociedad Rural, Federación Agraria, Coninagro y el Frente Agropecuario Nacional), frigoríficos y consignatarios apuntan a “sincerar” los precios que se manejaban en los últimos meses en el mercado de hacienda informal, esquivando los controles oficiales. Así, tras varias postergaciones, se estableció una nueva banda de referencia de entre 2,90 y 3,30 pesos el kilo vivo, mientras que los precios “sugeridos” para la media res a la salida de frigorífico rondarán entre 5,10 y 5,70 el kilo.

Desde el Gobierno dicen que los inspectores de la Secretaría de Comercio saldrán a controlar el comportamiento de la cadena de comercialización: desde los frigoríficos hasta las carnicerías y supermercados, que en la visión oficial deberían garantizar los precios fijados para los doce cortes populares.

Sin embargo, analistas del sector consideran que el acuerdo sólo serviría para garantizar el abastecimiento de los cortes populares en los supermercados, que en el último mes y medio mostraron notorios faltantes porque no encontraban proveedores que les vendieran a los precios oficiales. En tanto que en las carnicerías la situación no sería muy distinta a la de las últimas semanas, sólo que ahora comprarán en “blanco” a los precios que hasta ayer compraban por fuera del mercado oficial.

En Economía apuestan que las entidades que suscribieron el acuerdo contribuyan para evitar que el paro de Carbap provoque desabastecimiento durante el fin de semana. Pero admiten que recién “la semana que viene, cuando las cosas estén más claras, se podrá hablar de una normalización”.

En cuanto a los cortes vacunos más caros (lomo, peceto o colita de cuadril) nadie duda de que los precios seguirán por las nubes. “El objetivo es garantizar los cortes populares y si alguien pretende otros cortes más caros, como el lomo, tiene que pagarlos más porque son lujos que no podemos darnos todos los días”, destacó Miceli.