La candidata oficialista Dilma Rousseff encabeza las intenciones de voto y decidió parar la pelota. Pidió evitar el triunfalismo y seguir trabajando hasta las elecciones presidenciales de octubre. La oposición brasileña sigue resquebrajándose y algunos de sus líderes sostienen que ya no tiene sentido apoyar a José Serra, el principal oponente de Rousseff.

Para algunos fueron buenas noticias; para otros, las peores. Desde el miércoles pasado, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) supera al socialdemócrata Serra, quien hasta no hace mucho lideraba las intenciones de voto para los comicios del 3 de octubre próximo. Según la consultora Ibope, la ex jefa de gabinete de Luiz Inácio Lula da Silva trepó al 40 por ciento mientras que el ex gobernador paulista se estancó en un 35 por ciento. La economista pidió ayer calma, no caer en triunfalismos y más trabajo proselitista. “Hay que aguantar hasta las elecciones y ver cómo evoluciona la situación. No es prudente cantar victoria ahora”, calmó los optimistas ánimos, reportó la agencia Ansa.

Pero el candidato a vice de Rousseff, Michel Temer, no fue tan moderado. El referente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PDMB) se animó a presagiar un triunfo en la primera vuelta. Además, sostuvo que cuando el presidente Lula comience a participar de lleno en la campaña, las intenciones de voto pueden escalar hasta el 60 por ciento. Temer espera que la popularidad del actual mandatario, que asciende hasta el 80 por ciento, se derrame sobre la fórmula que integran el PT y del PDMB.

En la oposición, poco queda para el optimismo y mucho menos después de que Dilma tomara ventaja en la carrera presidencial. Serra todavía no logró designar a su candidato a vicepresidente mientras el tiempo sigue corriendo. El próximo 5 de julio vence el plazo legal para confirmar las fórmulas presidenciales. En los últimos días había trascendido la posibilidad de que sea la presidenta del Flamengo, Patricia Amorim, quien acompañe a Serra. Después su nombre fue reemplazado por el del senador Alvaro Dias, también integrante de la misma fuerza que Serra, el Partido Socialdemócrata brasileño (PSDB). Los socios del Partido Demócrata (DEM) pusieron el grito en el cielo y amenazaron con romper la alianza.

El senador Demóstenes Torres afirmó que no tendría sentido que el DEM participe de una coalición si no tiene el derecho a imponer al segundo del binomio. “Si no quieren estar con el DEM, no hay motivo para que el DEM se quede con ellos. Así saldríamos de la alianza formal y no apoyaríamos oficialmente a ningún candidato, como acontece con otros partidos.” Pero Torres fue por más. “Tampoco es una Ferrari”, sentenció al referirse a la candidatura de Serra, que viene quedándose atrás de la oficialista.

El diputado demócrata Ronaldo Caiado también aprovechó para denunciar la “traición” del PSDB. Según Caiado, si los socialdemócratas continúan con la postulación de Dias, el DEM podría salir de la alianza nacional e invertir sus esfuerzos en las elecciones parlamentarias. Para los demócratas, su tiempo vale y más si es el televisivo. El DEM cuenta con dos minutos y nueve segundos de aire para la campaña presidencial. Serra, si mantiene la asociación con los demócratas y otras dos fuerzas, llegaría a casi siete minutos. Mientras que Rousseff cuenta con unos ocho minutos televisivos. Sin los demócratas, el ex gobernador paulista sólo estaría unos seis minutos en las pantallas.

En este clima exasperado, los demócratas tendrán que decidir el miércoles, en una convención nacional, si apoyan a Serra. Esta determinación toma al DEM en uno de sus peores momentos. En diciembre pasado arrestaron a su dirigente Jorge Roberto Arruda, ex gobernador de Brasilia. Otras denuncias de corrupción contra otros referentes se fueron apilando, mientras descendían su credibilidad y su caudal electoral. Frente a esta oferta tan poco atractiva de sus aliados, Serra habría escuchado a quienes le reclamaban una fórmul “de pura sangre”, integrada por dos cuadros socialdemócratas. Dias, por su parte, trató de restarle importancia a la crisis del espacio opositor y llamó a que prevalezca el proyecto de vencer al PT en octubre.