EL MUNDO › EN MEDIO DE UNA GRAVE CRISIS, SE CONVIERTE EN EL TERCER SOCIO EUROPEO EN PEDIR AYUDA AL BLOQUE

Portugal pide el rescate de la UE

El país casi no tiene acceso a la financiación y por estas horas se mira en el espejo de Grecia e Irlanda. Con su solicitud de ayuda, Lisboa deberá someterse a un riguroso plan de ajuste fiscal y de reformas.

La crisis económica terminó de ahogar a Portugal. El primer ministro, José Sócrates, anunció ayer que iba a pedir ayuda financiera a la Unión Europea (UE). Lisboa atraviesa una crisis política y casi no tiene acceso a la financiación. Tras esta determinación, Portugal se convierte en el tercer socio europeo en pedir auxilio al bloque. Los primeros fueron Grecia e Irlanda.

Después de una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, Sócrates tuvo que tomar la decisión que venía postergando. Dijo que la determinación era inevitable y que representaba el último recurso. “Luché todos estos días para que esto no pasara”, remarcó el premier. En un discurso que fue televisado, el político socialista explicó que la “dramática” situación de las finanzas lusas lo obligó a pedir el rescate de la UE.

El pedido fue confirmado por la Comisión Europea a través de un comunicado de su presidente, José Barroso, que afirmó que será estudiado rápidamente y que confía en la capacidad de Portugal de superar sus dificultades. Rápido de reflejos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) salió a decir que también esta dispuesto a auxiliar financieramente a Lisboa.

Según Sócrates, el país tuvo que finalmente realizar el pedido de ayuda financiera por el rechazo parlamentario del mes pasado a su programa de austeridad. “Estoy firmemente convencido de que se va a agravar más la dramática situación financiera si no se hace nada”, subrayó Sócrates, que el 23 de marzo pasado presentó su renuncia después de la negativa del Parlamento. “Existe una amenaza real sobre el financiamiento de la República, del sistema bancario y de la economía”, explicó el premier renunciante. “Siempre encaré un pedido de ayuda exterior como una solución de último recurso. No tomar esta decisión implicaría riesgos que el país no puede correr”, añadió Sócrates. La crisis que hace meses viene arrastrando Portugal provocó la rebaja de la nota de Portugal por parte de las principales agencias de calificación financiera y por ende el aumento del costo de empréstitos del Estado.

Si bien la crisis es una constante, lo que cambió abruptamente fue la respuesta gubernamental. Ayer por la mañana, Sócrates había dicho que Portugal estaba en condiciones de cumplir con sus compromisos financieros, es decir, que podía cumplir con el pago de los vencimientos de la deuda que debe desembolsar en las próximas semanas. En efecto, Portugal debe reembolsar 6100 millones de dólares el próximo 15 de abril y 7017 millones el 15 de junio. Lo que anoche confirmó Sócrates es que Portugal no puede dar respuesta a esos vencimientos.

Tras el pedido a sus socios europeos, Lisboa deberá negociar con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI un programa de ajuste fiscal y reformas. El primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, estimó que la ayuda que necesitará Portugal rondará los 107 mil millones de dólares. Del total, unos 71 mil millones serán aportados por la UE y el resto por el FMI. Como publicó el diario El País, esta situación será la que monopolizará el debate en la reunión informal de ministros de Economía de la UE, que se celebrará el viernes y el sábado en Budapest. De esta forma, Portugal se convertirá en el tercer socio que tiene que ser rescatado, después de que la UE tuviera que auxiliar con cifras aún superiores a Atenas y a Dublín.

Otro de los socios tambaleantes salió a respaldar la petición portuguesa. El gobierno de España dijo confiar en que el rescate europeo permita una rápida recuperación de la economía lusa. En España, la crisis sigue haciendo estragos, como en su vecino ibérico. El desempleo ronda el 20 por ciento y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo que sacrificar un posible tercer mandato, como confirmó el sábado pasado.

En Portugal, la izquierda rechazó el pedido de auxilio. “Es una decisión muy grave”, criticó el líder parlamentario del partido Comunista Portugués (PCP), Bernardino Soares. Aún se espera la respuesta de las organizaciones sindicales, ya que los trabajadores serán quienes sufran los planes de ajuste. El 19 de marzo pasado, la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP) convocó a una protesta multitudinaria.

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El primer ministro, José Sócrates, tuvo que tomar la decisión que venía postergando.
Imagen: EFE
 
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