Incumpliendo con lo prometido, el gobierno conservador de Mariano Rajoy subirá en 2013 los impuestos que gravan el consumo con el objetivo de recaudar 8000 millones adicionales de euros. Así lo anunció ayer el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes. El objetivo es alcanzar el déficit propuesto. Esta medida se incluye en un amplio Plan Nacional de Reformas, que pretende lograr el equilibrio presupuestario en 2016, crear sólo dos millones de empleos hasta el año 2020 y aumentar la renta bruta nacional en 100.000 millones de euros en el mismo período.

Aunque se resistió a expresarlo directamente, el ministro de Economía Luis De Guindos sugirió que esa suba de impuestos incluirá el IVA. No lo confirmó, pero todo el mundo lo dio por hecho, sobre todo porque el ministro tampoco lo negó en ningún caso. Después de los continuos desmentidos del gobierno sobre una suba del IVA, De Guindos, que hace un mes negó tal posibilidad, se vio en un apuro y recurrió a un lenguaje técnico y enrevesado para justificar la medida. “Uno intenta hablar con los términos hacendísticos posibles. Se habla de imposición indirecta, pero eso no sólo es el IVA, sino otro tipo de impuestos, como los impuestos especiales. Simultáneamente planteamos una reducción de otras cargas, como las rentas del trabajo. Gravar el consumo es la recomendación de la UE y del FMI”, se atajó.

De Guindos cree que el año que viene será momento de aumentar la presión fiscal sobre el consumo. Fuentes del gobierno se negaron a cuantificar cuánto subirían los impuestos especiales y cuánto el IVA. Los impuestos engloban básicamente carburantes, alcohol y tabaco, lo que pone en duda que se puedan recaudar 8000 millones sólo con ellos. Además, el gravamen al consumo llegará en un momento en el que éste puede estar todavía bajo mínimos, lo que dificultará la recaudación.

Sin embargo, De Guindos cree que el año que viene será el momento de aumentar la presión fiscal sobre el consumo, una vez que la economía comience a crecer de nuevo, según dijo. A cambio de gravar el consumo, el gobierno pretende bajar lo que De Guindos llamó imposición al trabajo, es decir bajará el IRPF. En este caso no fijó una fecha concreta, pero todo indica que sería a partir de 2014.

De Guindos estuvo más locuaz al describir el Programa Nacional de Reformas que el gobierno va a presentar a Bruselas. La vicepresidenta indicó que se trata de dos documentos que recogen el plan concreto del gobierno para cumplir con la consolidación fiscal y sentar las bases de la recuperación económica.