EL MUNDO › EL MI5 BRITANICO SEGUIA A LOS SOSPECHOSOS DEL ATAQUE EN WOOLWICH

Cuchilleros con antecedentes

En el asesinato del soldado británico Lee Rigby, cometido con un cuchillo de carnicero e invocando a Alá, uno de los supuestos autores había sido interceptado el año pasado por la policía cuando abandonaba Gran Bretaña.

Dos presuntos islamistas acusados de asesinar el miércoles a un soldado británico en una calle de Londres eran conocidos por los servicios de inteligencia, según informaron medios locales, mientras que el gobierno dijo que la víctima era un joven oficial que sirvió en Afganistán. La Comisión de Seguridad e Inteligencia del Parlamento investigará ahora qué información tenían los servicios sobre los sospechosos para analizar si el homicidio se podría haber evitado.

Los sospechosos del ataque en Woolwich, en el sudeste de Londres, aparecen en “varias investigaciones” de los servicios de inteligencia MI5, aunque no figuraban como potenciales responsables de una acción como la de ayer, que el gobierno calificó de “terrorista”. Así lo afirmaron fuentes gubernamentales que citó la cadena BBC, quienes también agregaron que uno de los supuestos autores del asesinato, cometido con un cuchillo de carnicero e invocando a Alá, había sido interceptado el año pasado por la policía cuando abandonaba el país.

Según los medios del Reino Unido, los supuestos asesinos son ciudadanos británicos de origen nigeriano y no tienen conexiones con las organizaciones jihadistas en ese país africano, como la organización Boko Haram. Uno de los sospechosos fue identificado por conocidos como Michael Adebolajo, de 28 años. Este supuesto agresor es señalado como el hombre que aparece con las manos sangrientas y en posesión de un largo cuchillo en un video filmado por un testigo en la escena del crimen. La policía, que continúa sus investigaciones tras la detención de los dos presuntos autores materiales de la matanza, anunció que arrestó a otras dos personas, un hombre y una mujer, los dos de 29 años, como sospechosos de “conspiración para asesinar”.

Los dos principales sospechosos, de 22 y 28 años, continúan en “condición estable”, custodiados por guardias armados en dos hospitales de la ciudad, a los que fueron trasladados tras haber sido heridos por la policía, y sus vidas no corren peligro, precisó Scotland Yard.

En esa filmación, ya conocida desde el miércoles, se lo escuchó decir: “Juramos por el todopoderoso Alá que nunca terminaremos de pelear”. “La única razón por la que hicimos esto es porque hay musulmanes que mueren todos los días. Con este soldado británico es ojo por ojo, diente por diente”, explicó. También pidió “disculpas porque las mujeres hayan tenido que ver eso, pero es lo que tienen que ver las mujeres en nuestras tierras” e instó a “remover al gobierno”.

Los sospechosos siguen internados y bajo custodia en dos hospitales diferentes luego de resultar heridos en un tiroteo con la policía en la escena del crimen.

Al día siguiente de la tragedia, la víctima fue oficialmente identificada como Lee Rigby, un padre de familia de 25 años con un hijo de dos que sirvió en Afganistán en 2009 y trabajaba actualmente en el equipo de reclutamiento del Regimiento Real de Fusileros en Londres. El teniente coronel Jim Taylor, comandante de esa unidad, dijo que Rigby, quien también era baterista en la orquesta militar, era un soldado dedicado y profesional. “Fue un verdadero guerrero que sirvió con distinción en Afganistán, Alemania y Chipre”, agregó.

El primer ministro, David Cameron, calificó ayer de “una traición al Islam” el crimen realizado a plena luz del día. “Las personas que hicieron esto estaban tratando de dividirnos, pero deben saber que sólo nos unen y nos hacen más fuertes”, señaló el premier tras encabezar ayer a la mañana una reunión del comité de emergencias Cobra que duró una hora. En una breve declaración frente a Downing Street, el premier comentó que el Reino Unido seguirá firme en su postura contra el extremismo violento y el terrorismo. “Nunca vamos a ceder ante el terror o el terrorismo en cualquiera de sus formas”, agregó.

El gobierno británico no modificó el nivel de alerta y todavía considera el ataque como terrorista, mientras la policía investiga si fue un acto aislado. El Ministerio de Defensa británico pidió a sus efectivos que no usen uniforme cuando estén afuera de un cuartel o sede militar, aunque luego Cameron canceló esa orden, ya que quiere transmitir tranquilidad a las fuerzas. En tanto, el Ministerio del Interior anunció que dispuso 1200 efectivos para aumentar la seguridad en este tipo de edificios con el objetivo de evitar eventuales ataques.

Por su parte, el Consejo Musulmán del Reino Unido se sumó a otras organizaciones islámicas que condenaron “sin reservas” el crimen, al que calificaron como “un acto bárbaro, sin ninguna base con el Islam”. En el mismo sentido, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, expresó su firme condena al asesinato bárbaro y estremecedor.

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Policías y manifestantes en Woolwich, cerca del lugar del asesinato del soldado.
Imagen: EFE
 
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