EL MUNDO › ONCE VICTIMAS FATALES EN EE.UU.

Muertos de frío

Una ola de frío glacial cubría ayer el noreste de Estados Unidos, desde Nueva York hasta Chicago, tras la primera tormenta de invierno del año que dejó unos 11 muertos en todo el país y provocó la anulación de 5000 vuelos en dos días. En la Gran Manzana cayeron unos 15 centímetros de nieve en Central Park, aunque el sol y el cielo azul aparecieron poco antes del mediodía y la temperatura era de -9ºC por la tarde, con un pronóstico de hasta -16C por la noche.

El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, informó el viernes sobre dos muertes en accidentes de ruta en su territorio que estarían vinculadas con la tormenta, llamada Hércules y por la cual se declaró el estado de emergencia. Otra víctima en Nueva York fue una mujer de 71 años que sufría Alzheimer y se congeló cuando deambulaba fuera de su casa. La policía de ese estado informó además sobre unos 600 accidentes automovilísticos, así como sobre dos oficiales heridos cuando su vehículo fue impactado por otro auto.

En Filadelfia (Pensilvania, este), en tanto, un trabajador murió aplastado por una pila de 30 metros de sal preparada para rociar carreteras. Otras siete personas fallecieron en estados del centro-norte del país, como Illinois, Ohio, Indiana y Kentucky, de acuerdo con un recuento a partir de información en medios locales. La tormenta, que comenzó el jueves en los estados del sur de Nueva Inglaterra (Massachusetts, Connecticut, Rhode Island), provocó la cancelación de unos 5000 vuelos en dos días en Estados Unidos, de los cuales 1500 corresponden a los tres aeropuertos de Nueva York (JFK, Newark y LaGuardia), según el sistema de seguimiento de viajes aéreos FlightAware. JFK tuvo que suspender sus actividades durante varias horas el viernes por la mañana “a causa de una visibilidad cero y chubascos de nieve en las pistas”, aunque reabrió de manera parcial hacia el mediodía, indicó la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.

Las escuelas y tribunales de la ciudad de Nueva York estuvieron cerrados. La ONU, cuya sede central se encuentra en Manhattan, suspendió sus actividades. En cambio, los transportes públicos terrestres funcionaron en general bien, a pesar de algunos retrasos. Tras el paso de la tormenta de nieve, era la ola de frío polar lo que inquietaba a las autoridades, que pidieron a los residentes permanecer en sus hogares para que se puedan realizar las tareas de acondicionamiento urbano.

El flamante alcalde de Nueva York Bill de Blasio, quien el viernes por la mañana fue filmado tratando de limpiar la nieve con una pala frente a su pequeña casa en Brooklyn, recomendó a los neoyorquinos que se queden en sus casas. “La tormenta ha sido y sigue siendo peligrosa. Va a ser un día muy frío hoy y los neoyorquinos deben ser extremadamente cautelosos si salen”, dijo.

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