EL MUNDO › LOS ESTUDIANTES VENEZOLANOS NO SE SUMAN AL DIáLOGO DE PAZ

Una Mesa sin la pata estudiantil

La opositora Mesa de la Unidad Democrática manifestó su apoyo para que el sector universitario que protesta también dialogue con el gobierno de Maduro. Uno de los requisitos que ponen es que acuerden una amnistía para los detenidos.

La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) mostró su apoyo para que el sector estudiantil que protesta desde febrero dialogue con el gobierno en las reuniones que buscan una salida a la crisis política que vive Venezuela. “No quieren sumarse a una discusión de los dirigentes políticos. Ellos quieren tener su propia discusión”, afirmó el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, en una entrevista en el canal privado Globovisión. “Ese movimiento estudiantil en conflicto debe ser escuchado directamente y nosotros apoyamos que así sea”, sostuvo. Según el último estudio de la encuestadora Hinterlaces, realizado entre el 11 y 13 de abril, el 90 por ciento de los venezolanos está de acuerdo con el diálogo para la paz entre el gobierno y la MUD. El estudio fue divulgado ayer por el periodista José Vicente Rangel en su programa José Vicente, emitido por la televisora privada Televen.

Los estudiantes que protestan contra la gestión del presidente Nicolás Maduro se negaron a participar en las conversaciones de paz que mantienen el chavismo y la oposición hasta que se cumplan una serie de condiciones. Entre sus peticiones están una ley de amnistía para los estudiantes detenidos al inicio de las protestas y que el diálogo se dé con el nuncio vaticano como mediador y un representante de la Conferencia Episcopal Venezolana, y sea transmitido en cadena de radio y televisión.

El secretario ejecutivo de la MUD resaltó que entre las exigencias al gobierno, por parte de la oposición y de los universitarios, existen puntos coincidentes. Sin embargo, destacó que los estudiantes tienen su propia entidad, su propia personalidad, y como tal deben ser respetados. Maduro invitó en varias ocasiones a los estudiantes a dialogar en el marco de estas reuniones, pero la respuesta siempre ha estado condicionada a que se cumplan estos requisitos.

Aun así, Aveledo insistió en que el encuentro entre el Ejecutivo y el sector universitario en protesta debe fijarse. Venezuela vive una ola de protestas contra las políticas gubernamentales desde el 12 de febrero encabezadas por sectores estudiantiles y de oposición, que en ocasiones se volvieron violentas y que ya dejaron un saldo de 41 muertos y más de 650 heridos. Para buscar una salida a la crisis, gobierno y oposición comenzaron el 10 de abril, con la presencia del nuncio vaticano y tres cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), una serie de encuentros. En la segunda y hasta ahora última de esas reuniones, que tuvo lugar el martes pasado, el oficialismo se negó a aceptar una ley de amnistía para los considerados por la oposición como presos políticos, aunque aceptó revisar algunos casos, así como el regreso de los exiliados. La condena de la violencia, la incorporación de la oposición a los planes gubernamentales en materia de seguridad ciudadana, la renovación de los poderes del Estado con el período vencido y la revisión de las denuncias de abusos policiales y torturas fueron los puntos en los que sí llegaron a un acuerdo.

El estudio de Hinterlaces también revela que el 54 por ciento de los entrevistados consideró que el último encuentro entre el gobierno y la oposición contribuirá a solucionar los problemas de Venezuela, en tanto el 24 por ciento opinó que ese encuentro contribuirá poco a salvar los problemas del país, y el 19 por ciento señaló que no contribuirá en nada. Por otra parte, el 45 por ciento de los encuestados indicó que el presidente Maduro es quien está “sinceramente interesado en fomentar el diálogo”, y 33 por ciento consideró que es la oposición.

Ayer, cientos de personas acompañaron a marchar por el este de Caracas a políticos de línea más dura de la oposición y estudiantes. Reunidos cerca del mediodía en una plaza del este capitalino, los manifestantes comenzaron la movilización, convocada bajo el lema “peregrinación por la resurrección de la democracia” y que contó con la participación de representantes del ala más radical de la MUD. El alcalde de la Gran Caracas, Antonio Ledezma, la esposa del líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, preso y acusado de cargos relativos a las protestas, Lilian Tintori y la ex diputada María Corina Machado fueron los políticos que se mostraron en la marcha. Una bandera venezolana gigante, gorras con el tricolor patrio y pancartas con protestas y preguntas al presidente Maduro acompañaron el recorrido hasta su destino final, frente a las oficinas de Naciones Unidas en la capital venezolana, donde se unieron 300 personas que acampaban frente a la sede del organismo internacional desde fines de marzo y que esperan una respuesta a la solicitud de que una comisión viaje al país.

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Un manifestante con una máscara marchó por Caracas.
Imagen: AFP
 
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