EL MUNDO › OBAMA ANUNCIó UNA PROPUESTA DE REDUCCIóN DE EMISIONES DE CARBONO

“No hay plan B con el planeta”

La Casa Blanca puso en marcha la mayor medida de Estados Unidos para combatir el cambio climático, que provocó la reacción inmediata de los republicanos y de los estados con mayores intereses en el sector del carbón.

 Por David Usborne y Tim Walker *

Con la esperanza de posicionar mejor a Estados Unidos en las negociaciones globales para combatir el cambio climático que se realizarán a fin de año, el presidente Barack Obama dio a conocer ayer un audaz plan para reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas en el país en casi un tercio en 15 años.

Al explicar las nuevas regulaciones del denominado “plan de energía limpia” de Estados Unidos, Obama afirmó que “ningún desafío plantea una mayor amenaza para nuestro futuro, para las generaciones futuras, que el cambio climático”. Advirtió: “Sólo tenemos un planeta, no hay un plan B”. Señaló que hasta el momento el gobierno federal nunca había intentado frenar el CO2 de las centrales eléctricas.

“Este es uno de esos temas raros, debido a su alcance, que, si no lo hacemos bien, puede pasar que no podamos revertirlo; puede que no seamos capaces de adaptarnos lo suficiente”, dijo Obama. “No hay tal cosa como llegar demasiado tarde cuando se trata de cambio climático ... La ciencia nos dice que tenemos que hacer más.”

La mayor medida de cambio climático anunciada por Estados Unidos hasta ahora provocó una inmediata reacción política y jurídica mientras varios estados se preparaban a desafiar las reglas en los tribunales y los candidatos presidenciales republicanos acusaban a Obama de declarar la guerra en el ya asediado sector del carbón.

Esto significa que el cambio climático tendrá un lugar central en las próximas elecciones presidenciales. En 2012, Hillary Clinton, principal candidata demócrata, ya había declarado su apoyo al plan de reducción de emisiones. “La propuesta debe ser defendida. Todos los candidatos republicanos no ofrecen ninguna solución creíble”, dijo Clinton.

Mientras que una versión anterior del plan requería un recorte a nivel nacional del 30 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono para el año 2030, en comparación con los niveles de 2005, la propuesta final endurece ese objetivo al 32 por ciento. “Sin cambios” es la promesa que Obama llevará a las negociaciones finales para un tratado mundial de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en París, en diciembre, para reducir las emisiones globales de todas las fuentes de contaminación de un 26 al 28 por ciento en 2030.

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, elogió el “liderazgo visionario” de Obama. “Creemos que este plan demuestra la determinación de los Estados Unidos para abordar el calentamiento global y al mismo tiempo ahorrar dinero y crecer económicamente”, dijo Stéphane Dujarric, su portavoz.

Según las nuevas normas, las compañías energéticas estarían obligadas a retirar cientos de plantas de carbón en todo el país, un golpe potencialmente devastador para el sector del carbón. Los estados más dependientes de esa fuente de energía, especialmente Wyoming, Kentucky y Virginia Occidental, están decididos a hacer el esfuerzo por destruirlas.

El plan también pone énfasis en ampliar las fuentes de energía renovables en lugar de carbón y cada vez más también de gas natural, poniendo a Estados Unidos en camino de obtener el 28 por ciento de su energía de fuentes como la solar y eólica para el año 2030, comparado con el 22 por ciento en un proyecto anterior.

“El cambio climático no será resuelto por el acaparamiento de energía de los estados o lentamente vaciando nuestra economía”, dijo Jeb Bush, el ex gobernador de la Florida durante el fin de semana. La Asociación Nacional de Minería solicitó formalmente que el plan sea puesto en espera hasta conocer el resultado de los desafíos legales al mismo.

El anuncio del presidente Obama llegó mientras más de 20 incendios forestales arrasaron California en una temporada de incendios exacerbada por el cambio climático y por una sequía devastadora, ahora en su cuarto año. El fuego, a unos 170 kilómetros al norte de San Francisco, creció a 15 hectáreas durante el fin de semana, destruyendo dos docenas de casas y amenazando a miles más.

Un capitán de bomberos murió la semana pasada mientras luchaba contra las llamas en el norte de California. En total, más de 8000 bomberos están luchando contra los incendios forestales en todo el estado. El viernes, el gobernador Jerry Brown, declaró el estado de emergencia, diciendo que la sequía había “convertido gran parte del estado en un polvorín”.

A medida que se acerca al final de su segunda presidencia, Obama recurre cada vez más a los poderes ejecutivos para promulgar su agenda y marginar al Congreso. Si bien la estrategia –que empleó el presidente de manera similar con los cambios a la ley de inmigración–, invita inevitablemente a retos legales, descansa en que al final los tribunales se pongan de su lado. El líder demócrata espera que estableciendo límites de contaminación más estrictos en su país ganará autoridad moral en París en diciembre, donde se debe firmar un nuevo acuerdo global de emisiones de la ONU. Se trata de un sorprendente vuelco en relación con cómo Estados Unidos era considerado un país rezagado en materia de cambio climático, debido en parte a su fracaso en adherir al Protocolo de Kioto de 1997, el primer acuerdo internacional importante para reducir las emisiones.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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La decisión ejecutiva de Obama posicionará a Estados Unidos en el encuentro de París.
 
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