Un atentado extremista con bomba durante una fiesta de casamiento en la ciudad turca de Gaziantep, en el sur del país, dejó ayer, al menos 13 muertos y decenas de heridos, informó el diario Hürriyet.

El gobernador de la provincia, Ali Yerlikaya, calificó el hecho como “un horrible atentado terrorista que dejó numerosas victimas”, sin aclarar posibles responsables. Mientras que un diputado del partido opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP), Mehmet Gökdag, aseguró a la citada cadena que según fuentes de las autoridades locales hubo al menos 13 muertos. Según la cadena NTV, la explosión en el salón que se produjo durante la celebración de una fiesta de casamiento en el centro de la ciudad, tuvo lugar poco antes de la medianoche. Un gran número de ambulancias se encuentra en el lugar y se teme que el número de muertos y heridos aún pueda aumentar.

El salón de fiestas se encuentra en una céntrica calle de Gaziantep, centro neurálgico del sur de Turquía, a unos 50 kilómetros de la frontera siria. Se convirtió en un importante centro de acogida de sirios que huyen de la guerra civil en su país. Pero, además de haber acogido a refugiados y activistas de la oposición, se teme también la presencia de jihadistas.

El diputado del partido gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), Mehmet Erdogan, aseguró en un mensaje en la red social Twitter que podría tratarse de un atentado suicida perpretado por el grupo islamista radical Estado Islámico (EI). “Personas perdieron la vida y según las primeras informaciones se trataría de un ataque con bomba. No tenemos cifras sobre el número de heridos’’, dijo el diputado y agregó que es muy probable que se haya tratado de un ataque suicida. Por su parte, el vice primer ministro turco Mehmet Simsek dijo que el objetivo del terror es atemorizar a la población y que no lo permitirán. “Atacar una boda es algo bárbaro”, declaró Simsek a la televisión turca.

Turquía, miembro de la OTAN, sufrió este año una sangrienta serie de atentados extremistas, que causaron centenares de muertos y fueron reivindicados por el EI y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), agrupación separatista considerada “organización terrorista” por el gobierno turco. Además, el 15 de julio, el país fue sacudido por un intento de golpe de Estado por un sector de las fuerzas armadas contra el presidente islamista Recep Tayyip Erdogan.