EL MUNDO › LA REACCIóN MUNDIAL A LA LLEGADA DE LOS REBELDES

Apoyos y críticas

Mientras Italia, Francia, Reino Unido y Canadá instaron a los insurgentes a no bajar la guardia, Venezuela y Ecuador no reconocieron al Consejo de Transición. Brasil posterga.

El desembarco de las tropas rebeldes en Trípoli generó un sinnúmero de expresiones y reacciones dispares alrededor del globo. Mientras Italia, Francia, el Reino Unido y Canadá instaron a no bajar la guardia, a mantener la presión sobre el régimen de Muammar Khadafi y consideraron que se asiste a un momento favorable para el nacimiento de una Libia democrática y unida, el presidente Hugo Chávez ratificó su postura sobre el conflicto al señalar que Venezuela sólo reconocerá al gobierno del coronel libio. Ecuador se mostró crítico de la intervención de la OTAN. Y Brasil anticipó que seguirá la misma posición que tome la ONU sobre el reconocimiento de los rebeldes.

La oposición de Nicaragua, por su parte, descartó toda posibilidad de que Khadafi pida asilo al presidente Daniel Ortega, reconocido aliado y amigo personal del militar libio. Si bien el jefe de Estado nicaragüense había expresado en varias ocasiones su respaldo al régimen y reconoció que Khadafi era un hermano, en un acto oficial realizado ayer evitó pronunciarse sobre la posibilidad de recibirlo en su país. En declaraciones a la agencia EFE, el ex vicecanciller y actual legislador liberal opositor José Pallais dijo que era imposible que Khadafi pida asilo en Nicaragua y descartó que Ortega se lo otorgue. Pallais consideró que para Ortega no sería conveniente recibir a un Khadafi en condición de paria internacional y perseguido por la ONU.

Como era de esperar, Italia, Francia, el Reino Unido y Canadá afirmaron que el conflicto libio vive un momento favorable para el nacimiento de una Libia democrática, unida y sin el coronel libio. Ignazio La Russa (titular de Defensa de Italia), Gérard Longuet (Francia), Peter MacKay (Canadá) y Liam Fox (Reino Unido) coincidieron en que es necesario mantener la prudencia en las operaciones sin reducir la presión sobre el régimen para lograr la salida de escena del coronel libio.

En el otro extremo, Chávez manifestó su rechazo a la intervención de la OTAN. “Ratificamos nuestra solidaridad con el pueblo libio, un pueblo hermano, agredido y bombardeado”, lanzó el presidente venezolano durante una reunión con ministros y funcionarios de su gobierno. De ese modo, el líder bolivariano adelantó que su país sólo reconocerá al gobierno de Khadafi. Según Chávez, el conflicto de-satado en Libia forma parte de la nueva estrategia que pretende aplicar Estados Unidos a varios países del mundo. “Pone a los pueblos a pelear como perros, les da armas aquí, armas allá y después bombardean y toman ese país, lo saquean y le quitan las reservas internacionales y el petróleo”, señaló.

Con estas declaraciones, Chávez apuntó directamente al presidente de Estados Unidos, a quien acusó de colaborar económicamente con el nuevo gobierno libio, en alusión al Consejo Nacional de Transición (CNT), que desde hace siete meses intenta derrocar a Khadafi.

El mandatario venezolano manifestó que la oposición a su gobierno, con el apoyo de Estados Unidos, estaría interesada en aplicar en Venezuela la fórmula libia. “Por ahí hay algunos locos, unos dementes diciendo que Chávez es igual a Khadafi y, por tanto, Venezuela es igual a Libia. Se van a quedar con las ganas, esa fórmula aquí no les funcionó ni les funcionará, ni al imperio gringo (en referencia a los norteamericanos) ni a sus lacayos, nos encargaremos de demostrárselo”, arengó Chávez.

En la misma línea que Venezuela, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, criticó lo que consideró un claro acto de invasión a Libia por parte de fuerzas extranjeras que han respaldado a las fuerzas rebeldes en contra de la soberanía del país africano. “Estamos hablando de una afectación a la autodeterminación del pueblo libio, ahora van a tomar el petróleo, como era de suponerse”, aseguró Patiño ante el diario El Ciudadano.

Brasilia dejó para más adelante su decisión. “Brasil reconoce estados, no gobiernos. La situación se presentará en septiembre en la Asamblea General de la ONU y los países examinarán cuál es el gobierno legítimo de Libia, decisión que será acatada por el conjunto”, dijo el canciller Antonio Patriota y aclaró que la postura brasileña siempre fue de apoyo a la democracia en Libia, pese a que no avaló la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de autorizar una intervención militar para crear una zona de exclusión aérea en el país y proteger las fuerzas rebeldes que combaten a Khadafi.

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El hijo de Khadafi, Saif al Islam, en una aparición sorpresiva.
 
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