EL PAíS › KIRCHNER ESTUVO EN EL HOMENAJE A LA TITULAR DE ABUELAS EN AVELLANEDA

Estela Carlotto tiene su plaza

Está en el vértice de un edifico histórico. Carlotto pidió que borren imaginariamente el nombre de la plaza y coloquen el de los desaparecidos. Kirchner destacó la lucha de las Abuelas.

 Por Alejandra Dandan

“Cuando me dijeron que iban a poner una plaza con mi nombre, me negué rotundamente”, confió ella, Estela de Carlotto, en la esquina de la plaza seca que finalmente se inauguró con su nombre en el corazón de Avellaneda. En aquel momento, una de sus compañeras la convenció de que en algunos contextos los nombres importan. En el homenaje estuvo el flamante secretario de la Unasur, Néstor Kirchner; el gobernador Daniel Scioli y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo fue nombrada “huésped de honor” de la ciudad donde vivió Azucena Villaflor. Kirchner casi no habló o, mejor, abandonó el discurso de combate para concentrarse en el rol de Abuelas. Y en el trasfondo, el acto puso en escena una nueva etapa de la política territorial de algunos jefes políticos del conurbano alineados al kirchnerismo.

La plaza Estela de Carlotto está en el vértice de un edificio legendario, donde funcionó desde 1887 el mercado de frutos. El frigorífico La Negra, a dos cuadras de la cancha de Racing, fue uno de los principales motores del de-sarrollo de la ciudad. Después de las últimas décadas, de los ’90, del frigorífico convertido en el primer shopping metropolitano, el mercado oscureció sus imágenes hasta convertirse en parte de un paisaje abandonado. Hace año y medio, la comuna trasladó el mercado a un nuevo predio y declaró el edificio como patrimonio histórico. Las instalaciones se recuperaron como centro cultural.

“¿Pero qué quiere que le diga?”, decía doña Eufrasia, parada en la puerta de su casa de pasillos largos, sobre la calle Palaá. “¿Qué si cambió? ¡Del día a la noche! Pero ahora hay que esperar, estamos en los primeros días.”

Por la calle avanzaban las columnas del Movimiento Evita; banderas de la Cooperativa de Trabajo Olmos, del Movimiento Patria Grande de la CTA y banderas de la Militancia Social, mientras otro colectivo mostraba carteles de Villa Corina.

Para las 16, en el “transculturizado” espacio del mercado se abría paso una reunión de trece de los diecinueve intendentes de la tercera sección. La dinámica que se repite metódicamente desde el fracaso de las últimas elecciones atrajo esta vez durante 20 minutos la presencia del ex presidente. Pese a los varios temas de gestión y de fondos, se acordó articular una estrategia para dinamizar los territorios de cara a 2011, con actos y movidas como la de ayer cada quince días.

Enseguida, sobre el escenario, de derecha a izquierda se acomodó el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga; Baldomero Alvarez –ministro de Desa-rrollo Social bonaerense de regreso en su tierra de origen–; Kirchner; el local Jorge Ferraresi; Carlotto; la abuela Rosa Roisinblit y Duhalde.

Estela Carlotto recordó que como mujeres “estábamos preparadas para otra cosa”. Que habían soportado dictaduras desde 1930, que habían crecido bajo la pasividad, pero que cuando “nos tocaron a nuestros hijos –dijo– se acabó la historia”. Habló de la lucha de Abuelas. Y pidió: “borren imaginariamente mi nombre de la plaza, y pongan a los 30 mil y acá están también los sobrevivientes, los que felizmente no lograron desa-parecer”. Señaló al legislador porteño Juan Cabandié, que estaba abajo, entre la marea.

Scioli talló enseguida donde suele hacerlo. Tomó como propio ese homenaje “de toda la provincia”, dijo. “Porque esta política de derechos humanos que no es de izquierda está por arriba de cualquier ideología.” Y volvió a encolumnarse repasando las políticas sociales del presente: desde la asignación universal, a las cloacas, aguas, asfalto, trabajo.

–¡¡Lindo!! –le gritaron a Kirchner.

–Vos sos linda –respondió apenas se acercó al micrófono.

Hasta ahí se había discutido si hablaba. Se había pensado que no. Y luego que sí. La intervención fue corta. Habló de Estela y sólo en un momento hizo un paréntesis. “Vi esta mañana las imágenes de Grecia, a la gente desesperada en la calle por el ajuste, ¿saben lo que veía? Lo que nos pasó a nosotros en 2001.” Pidió: “Tengamos memoria, sigamos administrando y cuidando lo que tenemos. No más. Sólo una mención a la presidenta Cristina Kirchner por cómo afrontó la crisis internacional de 2009. “A esta Argentina la están levantado las mujeres.”

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Néstor Kirchner y Estela Carlotto, juntos en el homenaje a las Abuelas en Avellaneda.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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