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Recién ayer me di cuenta que el turista argentino asesinado en Punta del Este, aparentemente en un robo, era Moni Saccal. Moni iba a declarar hoy como testigo en la causa AMIA. Conocí a ese tipo grandote con pinta de bonachón en una charla que di sobre el atentado. Se me acercó y me dijo:
–Yo conozco bien a Alberto Kanoore Edul y tal vez le sirva algo de lo que le puedo contar.
Alberto Kanoore Edul, hijo de un amigo de Carlos Menem y referente de una corriente islámica, es uno de los sospechosos de haber colaborado con el atentado. Hay un dato objetivo que lo complica: el 10 de julio de 1994, ocho días antes del atentado, llamó desde su celular a Carlos Telleldín, el último propietario de la Trafic que estalló frente a la AMIA. Edul nunca pudo explicar esa llamada. Además, el camión que llevaba un volquete que se colocó frente a la AMIA antes de la explosión pasó por un predio de la calle Constitución, justito al lado de donde vive Kanoore. ¿Qué me contó Moni? Que había tenido negocios con Kanoore y que lo veía como un personaje extraño, un estafador con raros vínculos en Pakistán. Moni dijo que incluso se reunía con pakistaníes en Brasil, ya que no lo quería hacer acá. Le expuse los indicios contra el hijo del amigo de Menem –Alberto Kanoore Edul viajó además con López Rega a Libia-. y le hice la pregunta obligada:
–Moni ¿te parece que puede haber colaborado con el atentado?
–Sí, puede ser. Habría que investigar esos vínculos con los pakistaníes –sentenció.