EL PAíS › MARCELA Y FELIPE ACEPTARON COMPARAR SU ADN CON TODAS LAS FAMILIAS DEL BNDG

Un paso en el camino de la verdad

Las muestras de los hijos adoptivos de la dueña de Clarín se cotejarán con las 246 familias del BNDG. Las razones esgrimidas y las hipótesis sobre el cambio de postura de los jóvenes. Cómo continuarán los trámites del expediente.

 Por Raúl Kollmann e Irina Hauser

Después de diez años de apelaciones y de poner obstáculos de todo tipo, Felipe y Marcela Noble Herrera aceptaron que la Justicia les extraiga pequeñas muestras de sangre para comparar su ADN con el de las 246 familias que buscan sus nietos, hijos de desaparecidos, y cuyos datos están en el Banco Nacional de Datos Genéticos. El proceso judicial ya estaba encaminado en ese sentido: sólo les quedaba el recurso extraordinario ante la Corte Suprema, que –según vaticinaban en tribunales– saldría rechazado. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, aseguró que se trata de “una noticia alentadora” y la institución explicó que espera la medida “con satisfacción y prudencia”. “Queda claro –señalaron las Abuelas– que nuestro reclamo siempre fue justo y acorde a ley, a partir de las probadas irregularidades de los procedimientos de adopción.” También en el gobierno nacional, el ministro Florencio Randazzo se mostró conforme: “Siempre se quiso saber la verdad y ésta es una buena señal”.

Ayer mismo la jueza Sandra Arroyo Salgado pidió a la Cámara de Casación que le devuelva el expediente y su plan es convocar a los hijos adoptivos de la dueña de Clarín la semana próxima para que ratifiquen su decisión y de inmediato vayan al BNDG para hacer la extracción de muestras de sangre, pelo y saliva, con lo que se buscará asegurar que la determinación del perfil genético sea certera. Sin embargo, habrá que ver si Casación declara abstractas las apelaciones que ya se habían presentado con cierta rapidez, de manera que el proceso se pueda poner en marcha.

Ayer circularon numerosas teorías para intentar explicar el cambio de actitud de Marcela y Felipe de no apelar el fallo de la Cámara de Casación que dos semanas atrás ordenó la extracción de ADN “con o sin” su “consentimiento”, aunque con la concesión de limitar el cotejo a un grupo de familias. El argumento esgrimido públicamente y en el escrito presentado por sus abogados en el juzgado es que quieren “terminar con la persecución, los ataques y los sufrimientos”. En verdad, el razonamiento se cae por sí solo: el paso que acaban de dar pudieron haberlo dado en diciembre de 2002, cuando se ordenó por primera vez la realización del ADN. En aquella época ni siquiera gobernaban los Kirchner. Sin embargo, apelaron y esquivaron la extracción. Cuando se les pidió la ropa para obtener su perfil genético, se encontró ADN de mujer en prendas íntimas masculinas y ropa interior de mujer con más de un perfil.

Alejandro Carrió, abogado de los jóvenes, dio a entender que tomaron la determinación por el estado de salud de su madre adoptiva, Ernestina Herrera de Noble, que tiene 86 años. El letrado no explicó si la empresaria está enferma o si el cuadro judicial la estaba afectando.

Desde el punto de vista personal, también puede haber ocurrido que hayan decidido dar el paso de conocer su identidad, algo que ha ocurrido en numerosas oportunidades, tanto con hijos de desaparecidos como con hijos adoptados. Los letrados que intervienen en la causa sostienen que en las audiencias más recientes, Felipe y Marcela habían cambiado de actitud y saludaban a los abogados de la parte querellante de manera diferente y no parecían tan distantes.

Más adeptos recogió el diagnóstico de que el camino judicial de los Herrera Noble estaba cerca de terminarse. Es que hay coincidencia en que la Corte rechazaría su recurso, con lo cual la extracción compulsiva de material genético quedaba firme. Ante esta situación, no parece ilógico adelantarse a la jugada y limitar el daño. Los jóvenes tiraron todo lo que pudieron de la cuerda y ahora, si la comparación da positiva, dirán que fue porque ellos aceptaron dar su sangre.

No faltan quienes diagnostican que el cambio de postura obedece a que de alguna manera pudieron haber conseguido los datos del Banco Nacional de Datos Genéticos y que en privado ya hicieron la comparación. Los especialistas opinan que no es fácil vulnerar la seguridad del organismo que conduce la genetista Belén Rodríguez Cardozo. Pero tampoco es imposible. Allí hay muestras genéticas de 246 familias que aún buscan a sus nietos, a las que se suman las de 104 nietos que ya recuperaron su identidad. Cada ADN se compone de 15 marcadores que, a su vez, está constituido por dos números, que tienen entre cinco y 15 variantes. Desde el punto de vista del volumen de la información, es mínimo: entra perfectamente en un pendrive. Los integrantes de las organizaciones de Derechos Humanos consultados por este diario consideraron que, en última instancia, lo que importa es la verdad, de manera que aunque alguien haya conseguido la base de datos del Banco de manera turbia, lo fundamental será conocer si los hijos adoptivos de la dueña de Clarín son o no hijos de desaparecidos.

Las Abuelas estiman que aún falta recuperar a unos 400 nietos. Las muestras disponibles en el BNDG corresponden a 246 familias que denunciaron que sus hijas (o mujeres con otro parentesco) estaban embarazadas o tenían bebés pequeños al momento de su desaparición. Sin embargo, con el tiempo fueron apareciendo otras familias que no tienen certeza del embarazo de sus hijas, pero que creen que podría haberse dado. Por ese camino se restituyeron nietos que en el momento en que se presentaron no daban con ninguna de las familias que estaban en el Banco. En el comunicado de Abuelas, justamente, se insiste en que, si el resultado no fuese positivo, las muestras de Marcela y Felipe deben quedar en el BNDG porque pueden aparecer nuevas familias.

Alcira Ríos, letrada de las familias querellantes Miranda-Lanoscou y Gualdero-García cree que “es muy difícil que Felipe y Marcela provengan de madres indigentes a las que les dieron un dinero a cambio de los bebés”. “Hace 30 años que investigamos estos procedimientos. Cuando las madres entregan a sus hijos –explica– existe un acta de nacimiento que el hospital tiene obligación de hacer, en la que luego se pone el nombre de los padres que se quedan con el bebé. En el caso de los Noble Herrera no hay acta de nacimiento, a lo que se suman múltiples irregularidades en la adopción que logró Ernestina Herrera de Noble, incluyendo su relato de que encontró un bebé en una caja, los testigos falsos y su afirmación de que el otro bebé se lo dio una mujer cuyo nombre resultó inexistente y su número documento era el de un hombre. Todo esto nos llevó a las sospechas iniciales. A eso agregue que la jueza que intervino también entregó un bebé que dio a luz una madre desaparecida.” Ríos insiste en que “en los procesos de entrega de hijos de desaparecidos hubo trampas de todo tipo, de modo que todo debe ser investigado. En el caso de los Noble Herrera, sumaron maniobras y obstáculos durante una década. Es bueno que de una vez por todas se sepa la verdad”.

Tras la presentación de ayer en el juzgado de Arroyo Salgado, es posible que el trámite se demore algunos días por los pasos previos que tiene que dar la Justicia.

- Tras recibir el escrito, la jueza notificó la decisión de Felipe y Marcela a la Cámara de Casación, al fiscal y a las querellas.

- Los jóvenes deberán ratificar en el juzgado que aceptan las extracciones. El texto donde lo anunciaron sólo está firmado por sus abogados, Alejandro Carrió, Ignacio Padilla, Horacio Silva y Roxana Piña.

- En el día de ayer habían presentado sendas apelaciones las Abuelas, a través de Alan Iud, las familias querellantes, representadas por Pablo Llonto y Alcira Ríos, y el fiscal de Casación Raúl Pleé. La Cámara podría dejarlas sin efecto. Ríos dijo que insistirá con su planteo para evitar que la decisión que había adoptado Casación de poner un límite al entrecruzamiento de ADN de Marcela y Felipe siente un precedente. Es en este punto donde podría producirse una demora, ya que Casación tiene que resolver.

- Según afirman en el juzgado, los recursos devienen abstractos, porque ya los jóvenes aceptaron hacerse la extracción y que se comparen los perfiles genéticos con todos los que están en el BNDG, que es lo que reclamaban las querellas.

- El siguiente paso será citar a Felipe y Marcela en el Banco, donde se realizará la extracción de muestras mínimas de sangre, saliva y pelo. El objetivo es tener el perfil genético por las tres vías. A partir de ello se cruzarán los datos con el de las familias. En el juzgado sostienen que el proceso será rápido y podría completarse en semanas, aunque habrá que ver cuánto tarda Casación en despejar el camino.

“Tomaremos recaudos para que la pericia que se haga respete todos los procedimientos habituales y que no haya situaciones extrañas y dudosas como ha ocurrido tantas veces en esta causa”, dijo Iud, el abogado de Abuelas. El organismo cerró su comunicado oficial sosteniendo que “las reiteradas obstrucciones, que comenzaron con el irregular apartamiento del juez que impulsó la investigación y procedimientos policiales fraguados para obtener ADN, nos obligan a mantener la cautela hasta verificar que los análisis se realicen con las debidas garantías. Las Abuelas, como en todos los casos, anhelamos llegar a la verdad y restituir a todos los nietos que aún viven en la mentira.”

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