EL PAíS › DETIENEN A GUALTIERI CUANDO QUERIA SALIR DEL PAIS

Un derrumbe al pie del avión

El empresario favorito de Duhalde está acusado de presunto contrabando de explosivos. No se había presentado a declarar. Lo apresaron.

 Por Adriana Meyer

Lo detuvieron con un pie en el avión, mientras partía hacia Uruguay. El empresario de la construcción Victorio Américo Gualtieri, que levantó varias obras públicas en Buenos Aires y otras provincias, fue apresado ayer en Aeroparque, acusado de presunto contrabando de explosivos. Un juez federal de La Pampa dictó el pedido de captura porque nunca se presentó a declarar, y quedó preso en dependencias de la Policía Aeronáutica. Hoy será trasladado en micro hacia Santa Rosa. Gualtieri no sólo fue el constructor predilecto de Eduardo Duhalde sino también de Adolfo Rodríguez Saá, en San Luis, y encabeza la lista de morosos del Banco Provincia.
Ayer al mediodía el empresario estaba a punto de embarcarse rumbo a Montevideo. Pasó el control de equipajes y estaba realizando los trámites en Migraciones cuando fue detenido, según informó a la agencia DyN el comodoro Jorge Reta, vocero de la Fuerza Aérea. De inmediato fue trasladado a una oficina de la Policía Aeronáutica y a la tarde lo llevaron a los tribunales de Retiro. El juez federal Jorge Ballestero fue quien ejecutó la extradición interprovincial al ordenar la detención a pedido de su par pampeano Vicente Zabala, controlar la identidad del empresario a través del fax que le enviaron desde Santa Rosa y mantenerlo preso hasta que hoy suba al micro que lo llevará a la capital pampeana.
Gualtieri, de 49 años, había sido convocado a declarar en varias oportunidades y como nunca se presentó, el 30 de mayo el juez Zabala ordenó su captura. Según publicó el diario La Arena en marzo de 2002, dos meses antes había aparecido un contenedor con explosivos en el obrador de un acueducto del Río Colorado, en Pichi Mahuida. “Una zona inhóspita, en medio de la inmensidad de La Pampa”, definen los lugareños. Se abrió una causa penal que en principio estuvo en manos del juez de instrucción de General Acha, Manuel Alvarez. A partir del hallazgo hubo en el lugar una custodia permanente de los policías de comisaría de Adela, y fue visitado por efectivos del Ejército que observaron los explosivos. El magistrado pidió información al Ministerio de Defensa para saber si los explosivos eran nacionales o importados, y en el segundo caso, cómo ingresaron al país. Al establecer que no habrían sido registrados y para cuya posesión no se habría pedido permiso, el expediente pasó a manos del juez federal Zabala. Fuentes consultadas por el diario pampeano aseguraron que se trata de “panes de gelamina”, que habrían sido “olvidados” por la anterior constructora del acueducto, Victorio Américo Gualtieri S.A. Cuando el gobierno provincial le rescindió el contrato esa empresa solicitó su concurso preventivo de acreedores, y actualmente los trabajos están a cargo del consorcio Sade-Techint.
“No hizo falta abrir el contenedor porque tiene una especie de ventanita por donde puede verse su contenido”, describieron las fuentes. Y agregaron que el embalaje metálico fue dejado, al menos desde hace seis meses, en un campo particular. En la zona especularon con que Gualtieri transportó la gelamina y después no necesitó utilizarla. “Quizá se encontraron con que el suelo no era tan duro como pensaban y se pusieron a cavar las zanjas sólo con las máquinas”, señalaron a La Arena.
Durante la década pasada, la empresa constructora de Gualtieri cobró notoriedad por haberse hecho adjudicataria de varias obras públicas en la provincia de Buenos Aires, cuando Eduardo Duhalde era el gobernador, y de allí saltó a otros emprendimientos en distintas provincias. Por ese motivo se ganó el mote de “el zar de las obras públicas” o “el Yabrán de Duhalde”, pero en los despachos platenses lo conocen como “el Gordo”. Le llegaron a adjudicar 1000 millones como contratista, aunque Gualtieri afirmó que para llegar a la cima cosechó hortalizas, vendió postes de alambrado y exportó “materia prima pulpable”, es decir troncos de eucaliptos, a Italia. Preside un conglomerado de cuatro empresas constructoras, dos agropecuarias, cuatro forestales y media docena de televisoras por cable. Posee la concesión de Aguas de la Costa y participóen las obras del desagüe del Acceso Norte, del control de inundaciones en La Boca y Barracas, del hotel Hilton de Puerto Madero y de 15 supermercados de la cadena Carrefour.
Cuando la provincia de Buenos Aires asumió los 2400 millones de deuda del Banco Provincia de Buenos Aires, la lista de morosos estaba encabezada por la empresa de Gualtieri, con 117 millones de pesos de deuda. La Comisión Bicameral Investigadora de Irregularidades en el otorgamiento de créditos del Bapro indicó que el gobierno de Duhalde, a nivel provincial, otorgó al empresario 53 obras por 215 millones. “No conozco a ese señor. Averigüé, no tenía obras”, respondió Duhalde en declaraciones periodísticas. Pero se negó a contestar el cuestionario que le envió la comisión. Cuando ya se había acumulado la millonaria deuda, Gualtieri siguió recibiendo dinero del Bapro, durante la gestión de Carlos Ruckauf al frente del Ejecutivo bonaerense. Ya durante el gobierno de Felipe Solá se interrumpió el flujo, pero tampoco devolvió lo que debía. En octubre pasado, la comisión citó al empresario. Según el diputado Alejandro Mosquera, vicepresidente de la comisión, debía explicar “cuáles son sus vínculos con el duhaldismo y cómo una empresa cuyo capital inicial declarado es de 12 mil pesos pudo hacer frente a obras por montos millonarios”.

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Victorio Américo Gualtieri, un conspicuo ganador de obra pública.
 
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