EL PAíS › KIRCHNER COINCIDIO CON STIGLITZ Y LANZO UNA ADVERTENCIA A LOS ACREEDORES

“Será mejor que se apuren con los bonos”

El Presidente compartió una sesión de la New School University con el Nobel y crítico del Fondo Joseph Stiglitz. Aprovechó para avisar que el valor de los bonos podría ser menor que ahora, y por lo tanto conviene comprar ya. Stiglitz criticó la privatización de la seguridad social.

 Por Sergio Moreno

Desde Nueva York

“Ustedes no me conocen. Va a ser mejor que acepten la propuesta ahora; en la medida que pase el tiempo el valor (de los bonos que componen la deuda externa argentina en manos de los privados) puede ser menor, así que mejor que se apuren. Ya me van a conocer.” Fue la última frase de la tarde y quedó flotando en el aire. Néstor Kirchner cerró de esa manera la última jornada neoyorquina, tras la reunión, el almuerzo y los discursos que diera junto al Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz. En un ambiente amigable –el lanzamiento del programa Observador Argentino, de la progresista New School University de esta ciudad–, Kirchner primero y el profesor Stiglitz después dieron otra vuelta de tuerca en su avanzada (a partir de ayer, compartida) contra el Fondo Monetario Internacional, por el replanteo de “los paradigmas” de los organismos de crédito, según palabras del Presidente argentino.
En un sector de la New School diferente de donde se realizó el almuerzo (todo en el Village de esta ciudad, uno de los barrios más hermosos, cerca de Washington Square), Kirchner y Stiglitz tuvieron su primer encuentro, rodeados de murales del artista mexicano José Clemente Orozco, con imágenes de Lenin, Gandhi, trabajadores enfervorizados y alegorías del imperialismo. Stiglitz felicitó a Kirchner por haber negociado de la manera en que lo hizo con el Fondo y haber obtenido la chance de alcanzar un tres por ciento de superávit primario –y no más–, y por no haber transigido en incorporar en el arreglo compensación alguna a ningún sector privado. También el profesor le preguntó por la situación del Banco Nación y se congratuló al saber que no fue privatizado. Finalmente, Stiglitz lo felicitó por la recuperación económica que está viviendo al Argentina “sin la ayuda del Fondo”.
El Observatorio Argentino es un nuevo espacio creado en la NSU de Nueva York. Allí se intenta armar un think tank progresista, con gran parte de la inteligencia de esta ciudad. Entre los presentes se encontraban –sólo por citar algunos– Harriet Fulbrigth, presidenta de la fundación que lleva su apellido, Jacobo Kovadloff, del American Jewish Committee, Aristide Zolberg, profesor de la casa y fundador, junto a Hanna Arendt, de la Universidad del Exilio, y Bianca Jagger, ex esposa del Rolling Stone y vicepresidenta de Amnesty International. La presidenta de este espacio de pensamiento de la progresía norteamericana será la senadora y primera dama Cristina Fernández de Kirchner, que ayer fue la encargada de abrir el turno de los discursos.
“Quiero reivindicarme como una militante política, de las que creen que la política debe servir para mejorarle la vida a la gente”, arrancó la senadora. Cristina retomó conceptos expuestos en cada ocasión en este viaje. Dijo, por citar varios ejemplos, que el respeto a los derechos humanos no es una cuestión de derecha o izquierda, sino de humanidad; que ellos están vinculados a la seguridad jurídica; que el concepto de seguridad internacional debe relacionarse con el achicamiento de brecha entre países pobres y países ricos; y que este espacio progresista americano-argentino sirva para crear nuevas ideas y aporte a un pensamiento latinoamericano. “En mi país, la derecha dice que el progresismo no sabe gobernar, que los derechos humanos son cuestiones que estorban a la seguridad jurídica, y que la economía es un tema que manejan ellos. Vamos a demostrarle lo contrario con sensibilidad y racionalidad, en un mundo más seguro”, cerró.
A su turno, un aplaudido Néstor Kirchner subió al estrado del salón del segundo piso de la calle 13. El Presidente repitió varios conceptos utilizados de su discurso ante la Asamblea general de la ONU, como la interrelación entre seguridad, multilateralismo y economía, la necesidad de achicar la brecha de riqueza entre países centrales y periféricos, laindispensable reformulación de los paradigmas del Fondo Monetario Internacional y de la Organización Mundial del Comercio, el respeto a los derechos humanos como base de la seguridad jurídica y la comparación de los atentados de la embajada de Israel y la AMIA con el ataque a las Torres Gemelas. Ayer, Kirchner incorporó otro concepto, amén los ya citados, el del doble patrón de medida. Dijo:
u “El mundo no puede continuar sometido a análisis económicos de doble estándar. No puede existir un estándar para los países desarrollados y otro para los pugnan por desarrollarse, por emerger de la pobreza. No pueden los países acreedores seguir generando recetas que los países deudores deben acatar bajo la amenaza de condenarse al aislamiento y la pobreza”.
u “Con agudeza se ha ejemplificado que si los técnicos de los organismos multilaterales de crédito analizaran con el mismo estándar que aplican en los países deudores los casos de empresas públicas de los Estados Unidos, encontraría a este país no elegible para obtener crédito por motivos tales como elevados déficit operativos, tarifas subsidiadas, sobreexpansión innecesaria y desempleo encubierto”.
El Presidente reafirmó, así, su nueva doctrina machacada una y otra vez en cada encuentro de este periplo en Nueva York. Juntar masa crítica, con otros países latinoamericanos, con la intelligentzia progre de este país, con el apoyo –paradójico pero fundamental– de George W. Bush para embatir contra el Fondo Monetario, sus políticas, sus recetas, su burocracia, su pensamiento.
Es por eso que la presencia de Joseph Stiglitz en la NSU es un gesto mayor en ese sentido. El Nobel de Economía fue jefe de asesores económicos del Presidente Bill Clinton y, luego, vicepresidente ejecutivo del Banco Mundial. Es un intelectual forjado en el seno del establishment del país más poderoso del mundo y acérrimo enemigo de las políticas inducidas por el FMI a todos los países emergentes. Su obra “El malestar en la globalización” es una larga demolición de las acciones del organismo financiero en las crisis de Asia y Rusia, pasando por ejemplos como el de varios países africanos y la República Argentina.
Ayer, cerrando la jornada, el intelectual dijo cosas como éstas:
u “Debemos celebrar los éxitos de Argentina en el último año y medio. Argentina ha asumido en ese período una importancia muy superior a la de su economía, ha tenido los ojos del mundo puestos sobre sí. Muchos pensaban que tras la crisis este país se sumiría en la hiperinflación, y sin embargo pudo recuperarse sin el FMI: creció el cinco por ciento en el último año”.
u “El dinero para sostener la deuda pasa de un bolsillo a otro en Washington. ¿Cómo iba a poder ayudar ese dinero a la Argentina si nunca salía de algún bolsillo de Washington? Fue muy sabio por parte de Argentina haberse dado cuenta de eso”.
u “La única manera de generar confianza es volver a crecer y Argentina demostró que puede recuperarse sola; eso genera confianza”.
u “Las privatizaciones en este país lo hicieron menos competitivo, ya que encarecieron todos los productos por el aumento de sus tarifas. Nosotros nos opusimos en su momento a que se privatice la seguridad social”.
u “La última negociación con el FMI ha sido uno de los éxitos de la Argentina. El déficit y el superávit de los países se deben ajustar a los ciclos económicos. Parece que esto no se entiende así en la 19 Street en Washington (donde está el Fondo Monetario)”.
u “La experiencia argentina demuestra que necesitamos un sistema mejor para resolver la situación de los países que no pueden pagar la deuda. El mundo necesita encontrar la forma de resolver estos problemas. Argentina ha demostrado que se pueden encontrar otras formas. Si todos los años, elmismo día, se produce un accidente en una carretera, debe ser que la carretera está mal diseñada”.
u “La primera responsabilidad de los gobiernos es que deben dar trabajo y mantener empleos. En 1995 la argentina tuvo un desempleo exorbitante. Celebro que el año pasado haya logrado bajarlo del 22 por ciento al 15 por ciento. No hay separación entre economía y estabilidad social. La política económica debe considerarse como un medio para conseguir un fin, para mejorar”.
u “Dentro de los derechos humanos deben considerarse los derechos civiles y los derechos económicos; dentro de estos, los derechos del trabajo y al trabajo”.

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Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, junto con Néstor Kirchner.
El Presidente dijo que con el criterio de los organismos muchas empresas de EE.UU. no tendrían crédito.
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