Y, al final, llegó la llamada salvadora. El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, le atendió el teléfono a Mauricio Macri, tras una serie de febriles gestiones de su canciller Susana Malcorra y otros integrantes del gobierno argentino. La conversación entre dos viejos conocidos de sus épocas de negocios no tuvo sobresaltos: Macri lo invitó a la Argentina, a más tardar, para el G20 de 2018 y Trump le retrucó que antes se verían en la Casa Blanca. Según la canciller Susana Malcorra, no se tocó el tema del apoyo argentino a Hillary Clinton (Malcorra dio a entender que Trump ni lo registró). En un comunicado de la presidencia argentina, citaron a Trump: “La Argentina es un gran país y tendremos la más cercana relación entre nuestros países de la historia”.
La cancillería es un puesto codiciado en el gobierno. Será por eso que apenas se supo que Malcorra no sería secretaria general de la ONU, desde algunos sectores del oficialismo pidieron su renuncia. Una versión un poco más light de ese frente interno se sintió apenas ganó Trump, a partir de las declaraciones de Malcorra que favorecían a su adversaria. El dato es que el presidente Macri había tenido frases aún menos sutiles.
A Malcorra le encargaron la difícil tarea de conseguir un llamado Macri-Trump. La comunicación de ayer le anotó puntos en el frente interno del Gobierno. Según relataron en Cancillería, las gestiones fueron dirigidas a asesores de Trump con los que Malcorra tuvo contacto durante la campaña. El domingo, uno de los asesores le dijo a Malcorra que llamara ayer al yerno de Trump, Jared Kushner. El yerno le dio el horario de las 15 para que Macri llamara. Kushner es algo más que el marido de Ivanka Trump. Proveniente de una familia millonaria de la industria de la construcción y los negocios inmobiliarios en Nueva Jersey, fue uno de los operadores mediáticos de Trump (los Kushner son dueños del New York Observer). Un dato adicional: el padre de Kushner fue detenido por una investigación por presunto fraude fiscal.
El yerno de Trump fue, entonces, la llave para llegar a la llamada, aunque otras versiones le dan más protagonismo al jefe de los asesores y amigo íntimo de Macri, José Torello, y su vínculo con el empresario Felipe Yaryura, que es socio de los Trump en emprendimientos en Punta del Este. 
Lo cierto es que Macri consiguió comunicarse con Trump y hablaron unos 15 minutos. Tras las felicitaciones por la victoria, según el comunicado, los empresarios devenidos presidentes “recordaron su histórica relación personal”. Macri y Trump se conocen de cuando el Grupo Macri negoció un emprendimiento inmobiliario con el magnate estadounidense, un negocio que terminó fracasando. Por esa época, Macri tenía 24 años y Trump ya iba por los cuarenta. Durante la negociación para construir una torre en Nueva York, el negocio y el placer se mezclaban. En su sitio web, la ex legisladora Gabriela Cerruti recordó una frase de la entrevista que le hizo a Macri para su libro El pibe: “Yo creo que me ayudó en esa negociación la audacia de mis veintipico. Trump era loco, caprichoso, y yo llegaba tarde a las reuniones, se las cambiaba de horario”.
Tras la llamada, Malcorra indicó que “lo más saliente de la conversación es que se reconfirmó y se reestableció el vínculo personal que tenían desde hace muchos años. Se confirmó que esa química está ahí. El presidente electo fue muy conceptuoso de recordar los viejos tiempos”.
La canciller argentina señaló que “el presidente electo le ha dicho a Macri que está convencido de que tenemos que trabajar en una agenda común. Y que está convencido de que la Argentina ha hecho un planteo de apertura al mundo y Estados Unidos es un socio importante. Confirmaron que deberíamos hacer un encuentro entre equipos lo antes posible. Trabajaremos sobre eso”. Malcorra se ocupó de destacar que “el presidente Trump habló con muy poca gente estos días. Habló con Xi Jinping. Es fundamental que Macri haya estado en su agenda, que seguramente está muy ocupada”. Sobre Clinton, la canciller destacó que “ni hubo mención al tema”. El gobierno argentino planea dejar atrás ese desliz.