EL PAíS › KIRCHNER HABLO CON BALESTRINI PARA ACOMPAÑAR A CFK EN 2005

El coequiper

El Presidente conversó con el intendente de La Matanza para que comparta con Cristina Fernández la candidatura a senadores en 2005 o, en su defecto, para encabezar la lista de diputados nacionales bonaerenses. Aliado con Solá, Balestrini enfrenta hoy a Duhalde en las elecciones del peronismo de la provincia. Las simpatías por Sabbatella.

 Por Sergio Moreno

Tan definida está la participación de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones 2005 como candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires que el Presidente, Néstor Kir- chner, su esposo, le busca compañero de fórmula. El casillero a llenar en esa boleta es tan importante como la cabeza de la lista de diputados nacionales, también vacante. Kirchner, callado hacia fuera, no deja pasar el tiempo y ya tiene en mente a un posible connómine: se trata del intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, con quien ya habló del tema. Balestrini es uno de los pocos dirigentes que hoy, domingo, en las elecciones de autoridades partidarias del PJ bonaerense, enfrentará a Eduardo Duhalde. Lo hará en su distrito, aliado al gobernador Felipe Solá.
Falta mucho para octubre de 2005. En la Casa Rosada suelen repetirlo como muletilla para retacear información. Pero Kirchner no desatiende el entramado político. Hoy, el peronismo provincial elegirá autoridades partidarias. Eduardo Duhalde y el titular del bloque de diputados nacionales del PJ, José María Díaz Bancalari, serán electos presidente y vice del partido. Duhalde renunciará ipso facto, y el Mono –como suelen llamar al diputado– tomará la rienda del aparato político más poderoso de la Argentina.
Comicios habrá en un puñado de distritos donde Duhalde no consiguió consenso para la nominación de los jefes comarcales. La Matanza y Morón son los partidos más significativos en la pelea de hoy. El primero, es el más populoso de la provincia. Allí Balestrini, actual intendente, aliado con el gobernador Solá, enfrentará a una mesnada integrada por un mix de duhaldistas y seguidores del ex mandamás territorial Alberto Pierri.
Balestrini y Duhalde tienen una relación de respeto, pero el intendente lejos está de ser un subordinado. Por el contrario, supo conformar el grupo de los “Tres mosqueteros” –hoy extinto– junto a sus pares de La Plata, Julio Alak, y de Hurlingham, Juan José Alvarez (hoy diputado), caracterizado por su rebeldía hacia el entonces gobernador Carlos Ruckauf y al mandamás provincial Duhalde.
Sin embargo, Balestrini nunca cortó el diálogo con el viejo caudillo, ni viceversa. Meses atrás, intendente y ex presidente comenzaron a conversar sobre la confección de las candidaturas legislativas para 2005. Duhalde le expuso su idea: él, Balestrini, debería integrar la boleta de aspirantes a la senaduría o, en su defecto, encabezar la lista de diputados. El intendente, lejos de negarse, continuó las conversaciones. La ingeniería imaginada
por Duhalde no contemplaba a CFK. Hasta que otra discusión se interpuso entre los anhelos de ambos: el armado del mosaico partidario. El intendente pidió el primer sitio en la nómina, después de Duhalde y Díaz Bancalari, para La Matanza. Duhalde se la dio a un íntimo suyo, Juan José Mussi. “Si Duhalde considera que Berazategui (la intendencia que conduce Mussi) es más importante que La Matanza, allá él”, dicen que le escucharon decir a Balestrini. Desde ese momento, se armaron las cohortes en uno y otro bando. No se volvió a hablar de nada. Hoy medirán fuerzas.
Charlas
Kirchner ha construido una relación más que estrecha con varios intendentes del conurbano, a la sazón, los dueños de una porción central de lo que se da en llamar “aparato duhaldista”. Son precisamente los intendentes quienes manejan dinero, hombres y, por ende, voluntades políticas, en la provincia. El resto del aparato está formado por legisladores provinciales y nacionales, muchas veces ayunos de influencia en sus propios distritos.
La relación entre el patagónico y los condotieri bonaerenses ha sido un lubricante para sellar la tregua con Duhalde, que el ex presidente jura mantener como una alianza estratégica. Entre los barones comarcales, Kirchner tiene sus preferidos. Balestrini es uno de ellos. Quizás su rebeldía lo ha seducido, además del peso de su distrito.
Balestrini es uno de los pocos dirigentes extra Casa Rosada que es recibido por el Presidente cuando lo solicita. “En la medida que lo permita la agenda presidencial”, suele decir, humilde, el intendente. Ha tenido, hasta el momento, muchas charlas en el despacho principal del primer piso de la Casa de Gobierno. En una de ellas, Kirchner, moviendo la arena en la mesa, le dijo que podría ser el acompañante de CFK en la boleta o, tal vez, el cabeza de la lista de diputados nacionales. Cuando Duhalde había comenzado a conversar de ese asunto con él, esperaba que Balestrini fuese en una boleta donde la mujer del Presidente estaría ausente. La propuesta de Kirchner es mucho más tentadora, habida cuenta de que Duhalde terminará aceptando a CFK como candidata del PJ, y que no habrá confrontación, si las cosas siguen como hasta ahora.
El asunto no está cerrado aún. Sin embargo, Presidente e intendente avanzan en planes comunes en sus conversaciones sobre el futuro político del mayor distrito nacional.
Otras simpatías
Kirchner no detiene su mirada intramuros del peronismo. Ni en el kirchnerismo transversal. En la provincia hay otros dirigentes que seducen al Presidente, cuadros políticos que han demostrado alguna simpatía por la faena que viene realizando desde la Rosada. Martín Sabbatella, intendente de Morón, progresista independiente, es quien más lo deslumbra. Alguna vez Kirchner imaginó que el joven dirigente proveniente del extinto Frepaso pudiese encabezar una lista que compita con sus colores.
Pero la idea no pasa de eso. En Balcarce 50 saben de las reticencias de Sabbatella, fundamentalmente de su refracción al “aparato duhaldista”, el mismo que lo tiene rodeado en su distrito.
El joven intendente armó su propio partido, Encuentro Progresista. Afirmado en su espectacular triunfo electoral de 2003, se lanzó a caminar su provincia y a atravesar sus fronteras. Ya hizo visitas a Mendoza, próximamente lanzará su agrupación en Capital Federal y Rosario, donde se encuentran dos de sus mejores amigos políticos, simpáticos a su pensamiento: Aníbal Ibarra y Hermes Binner.
Sabbatella se diferenció, sin embargo, de los otros intendentes progresistas por su posición respecto al gobierno nacional: dice que se debe construir el espacio de centroizquierda sin mirar, ni de reojo, lainterna peronista. El intendente de Morón apoya muchas de las medidas que Kirchner lleva adelante –política de derechos humanos, renovación de la Corte Suprema, negociación con el FMI y los bonistas, keynesianismo económico, etc.–, pero la construcción política lo aleja del patagónico, con quien mantiene una buena relación.
El alcalde no integraría jamás una lista con el PJ bonaerense, y descree que vaya a haber otra boleta, por fuera del peronismo, para apoyar la nominación de Cristina. “¿Usted se imagina a Duhalde, Díaz Bancalari, y Mércuri aceptando eso? ¿Usted se imagina a Quindimil, a Curto, a Descalzo aceptando que con una lista, gracias a la tracción de Cristina, Bonasso, D’Elía y Eduardo Luis Duhalde puedan sacar casi tantos diputados como ellos? Yo no. Si eso ocurriese, la Argentina ha cambiado mucho”, suele decir el joven intendente.
En la Casa Rosada, sin embargo, no descartan nada. El tiempo, aun, juega a favor del Presidente y del entramado que intenta bordar. “Habrá lugar para muchos en la lista de diputados. Quizás Carlos Kunkel pueda estar ahí, seguramente estarán quienes hagan los deberes. Después de todo, no hay tantos kirchneristas añejos en las líneas del peronismo bonaerense, ¿no?”, dice un habitante del palacio presidencial, con cierta picardía.

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