EL PAíS › LUIS PATTI PIDIO QUE SE PREMIARA A UN COMERCIANTE QUE BALEO A DOS LADRONES

Un sheriff que extraña el Far West

Al comentar un caso policial sucedido en Bahía Blanca, Patti hizo una defensa de la justicia por mano propia. Busca ganar terreno en las encuestas apelando a la inseguridad aunque contradiga la ley. Su aliada, Chiche Duhalde, no lo respaldó.

 Por Fernando Cibeira

El ex subcomisario acusado de secuestros, torturas y asesinatos y candidato a diputado en alianza con el duhaldismo en provincia, Luis Patti, lanzó ayer una de sus frases “electrizantes”. Pidió que se condecore al comerciante bahiense Pedro Magnelli, quien la semana pasada baleó a dos hombres que acababan de asaltarlo. “Tuvo una actitud de valor, como el Estado no lo defiende, él se defendió y yo creo que al valor hay que darle una medalla”, sostuvo Patti. De esta manera, el ex subcomisario no sólo sacó a relucir su conocida adhesión a la mano dura, sino que también se mostró partidario de la justicia por mano propia. Los nuevos afiches que Patti pegó en provincia tienen su cara y la palabra “seguridad” como única leyenda. Pero ayer demostró que, lejos de pacificar, su estrategia para la seguridad es profundizar la violencia y alentar los enfrentamientos a mano armada. De tan arriesgado, Pa-tti ni siquiera contó con el respaldo público de su aliada, la candidata a senadora Hilda “Chiche” Duhalde, que mostró sus reparos respecto de la avanzada.
Luego de un pico de apariciones durante los días en los que cerró un acuerdo electoral con el PJ de la provincia de Buenos Aires, Patti se abocó a una campaña de relativo bajo perfil. Sus propios aliados duhaldistas no se mostraban muy cómodos al tener que justificar la incorporación de Patti sobre quien, entre otras cuestiones, pesa una acusación por el asesinato de dos militantes peronistas ocurrido en mayo de 1983. Según las pericias, antes de morir acribillados, Eduardo Pereyra Rossi y Osvaldo Cambiasso fueron atados con cuerdas, golpeados y picaneados.
Para peor, a poco de anunciado el acuerdo del PJ con el Paufe, se supo que el fiscal de San Nicolás, Juan Murray, había pedido la detención del ex subcomisario por el secuestro y asesinato de Gastón Gonçalves, ocurrido en marzo de 1976. A Gonçalves se lo vio con vida por última vez frente a la comisaría de Escobar en la que revistaba Patti.
Las supuestas adhesiones que acarrearía la pesada mochila del ex subcomisario –los duhaldistas hablaban de un 5 o un 6 por ciento– no fueron ratificadas por las encuestas. Luego de un repunte inicial, la intención de voto de Chiche Duhalde bajó y se estancó en alrededor del 15 por ciento, a casi 30 puntos de distancia de Cristina Fernández de Kirchner. La caída dio aires a los candidatos que vienen más atrás, que se imaginan con chances de quitarle a Chiche la disputada banca de senadora por la minoría.
Ante este panorama sombrío, Patti salió a buscar votos esquivando las sutilezas. El ex subcomisario cree que en la provincia de Buenos Aires es mayoritario el electorado de derecha y actúa en consecuencia. Recuerda la campaña ultramontana que llevó adelante Carlos Ruckauf en 1999 cuando llegó a la gobernación. Antes de los patacones y de la salida despavorida de La Plata, Ruckauf hizo campaña mostrando cómo le rezaba a la Virgen, prometiendo balas especiales para matar delincuentes y calificando a su rival, Graciela Fernández Meijide, de “asesina de niños”, por una supuesta postura favorable al aborto.
Si a Ruckauf le dio resultado, debe suponer Patti, por qué no podría volver a suceder.

El hecho
De visita en Bahía Blanca, Patti echó mano a un caso policial ocurrido allí el sábado pasado. Nicolás Coronel, de 23 años, y Néstor Macaya, de 26 años, asaltaron el maxikiosco que maneja Pedro Magnelli, de 65 años. Los ladrones ya se iban con su botín cuando Magnelli les cortó la retirada a los tiros. Coronel y Macaya debieron ser internados en grave estado, en tanto que Magnelli salió ileso.
El kiosquero, luego se supo, ya había actuado de la misma manera en 2003. En aquella ocasión repelió a balazos un intento de asalto. Patti vio en Magnelli un buen ejemplo para su causa. “El se defendió y creo que al valor hay que darle una medalla”, afirmó en declaraciones a Radio Continental. Insistió en el hecho que el comerciante no atacó sino que “se defendió de dos delincuentes”. En rigor, de acuerdo con el testimonio de los clientes del maxikiosco, Magnelli disparó a los dos hombres cuando salían y luego ellos respondieron.
A partir de ahí, el ex subcomisario dio rienda suelta a su modo de ver las cosas, dejando al descubierto una ideología peligrosa para un candidato en campaña y reñida con los preceptos democráticos.
De acuerdo con la interpretación del ex subcomisario, casi una muletilla de la ultraderecha, “últimamente los derechos nos son más humanos para los que trabajan, los derechos humanos son solamente para los que delinquen”. En el mismo tono, en su visita a Bahía Blanca, la emprendió contra la estrategia de seguridad que lleva adelante el gobierno de Felipe Solá, aliado del kirchnerismo. “Los señores que manejan el tema seguridad en la provincia tocan de oído y no saben nada, por eso nuestra propuesta apunta a defender a los vecinos y no a los chorros”, sostuvo.
Y siguió, en abierta defensa de la justicia por mano propia: “A los vecinos nadie va a verlos y cuando los asaltan casi sospechamos del vecino que se defendió cuando el Estado no supo defenderlo”. Según Patti, “la modificación de algunas leyes y el cambio de la jerarquía de los comisarios fue sólo un disfraz, porque lo cierto es que a los ladrones no los agarra nadie y si los agarran es porque se los llevan por delante o porque lo entrega algún vecino. Para mí los ladrones tienen que estar en la cárcel al igual que los que protegen y todos los inútiles de la administración pública”.
Su aliada para las elecciones del 23, Chiche Duhalde, salió a desmarcarse del discurso violento de Patti. “De ninguna manera creo que hay que hacer justicia por mano propia”, se diferenció. La lista de diputados que encabeza Patti es una de las dos que la lleva como candidata a senadora.
Con todo, Chiche se mostró atenta a las causas que generaron la reacción del kiosquero. Al comentar una nueva serie televisiva que trata el tema, opinó que este tipo de hechos “son el extremo al que se llega cuando la Justicia no funciona y cuando la policía no actúa”. Y advirtió que “nosotros tenemos en nuestra provincia la Justicia colapsada, absolutamente paralizada”.

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Caído en las encuestas, Luis Patti salió a endurecer su discurso y alabó la justicia por mano propia.
 
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