EL PAíS › SE VOLVIO A SUSPENDER LA CUMBRE ENTRE KIRCHNER Y TABARE VAZQUEZ

Botnia es el tercero en discordia

Uruguay y Argentina habían llegado a un acuerdo. Se suponía que la reunión entre presidentes se realizaría esta semana. Pero Botnia anunció que sólo paralizaría por 10 días y no por 90 como se había acordado y el armado se volvió a caer.

 Por Miguel Jorquera

Durante casi todo el día de ayer reinó el optimismo, pero la decepción llegó por la tarde, cuando se supo que la cumbre entre Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez volvía a frustrarse. El comunicado de la empresa finlandesa Botnia, a través del cual anunció ayer que sólo parará la construcción de la planta de celulosa por diez días, rompió con el compromiso asumido por ambos presidentes en Santiago de Chile para reencauzar las negociaciones diplomáticas: levantar los cortes de ruta en Entre Ríos y paralizar por 90 días las obras en Fray Bentos. Los negociadores argentinos consideraron la suspensión de Botnia “insuficiente”, aunque luego la Cancillería y la gobernación pidieron a los asambleístas entrerrianos “una impasse” hasta el lunes para evaluar la situación. En tanto, Uruguay afirma que “no les va a pedir más nada” a las compañías. Anunció que el gobierno argentino aceptó “no discutir la construcción ni la ubicación de las plantas” y pidió que se “eviten los cortes” de ruta ante la posibilidad de que los ambientalistas de Gualeguaychú y Colón vuelvan a bloquear los pasos fronterizos.

La actitud empresaria, que fue tomada por el directorio de Botnia desde Finlandia, volvió a foja cero todo lo que trabajosamente habían sellado los negociadores argentinos y uruguayos, después de la primera postergación del encuentro entre ambos presidentes en Colonia. Ya se habían acordado los “términos de referencia” del estudio de impacto ambiental –que exigió la Argentina– y Kirchner y Tabaré firmarían la conformación de una comisión que integrarían tres técnicos por cada país. Aunque el resultado del estudio “no tendría carácter vinculante sino la función de asesorar a los gobiernos” para tomar una determinación conjunta, según destacaron las autoridades uruguayas.

“La reunión cumbre que se esperaba celebrar en el curso de esta semana ha quedado postergada. La empresa Botnia emitió un comunicado de que sólo acepta suspender los trabajos por diez días y ese plazo exiguo fue considerado insuficiente por las autoridades argentinas”, afirmó el secretario general de la Presidencia uruguayo, Gonzalo Fernández, en una rueda de prensa que brindó ayer por la tarde en Montevideo.

El funcionario uruguayo mostró cierta decepción, dejó entrever las dificultades para imponerles condiciones a las compañías y volcó la decisión de la postergación en las autoridades argentinas. Pero también dirigió un mensaje hacia el frente interno: afirmó que el gobierno de Tabaré “no les va a pedir más nada a las empresas. Ya les pidió que tuvieran un gesto de buena voluntad. No les vamos a pedir más nada, salvo, quizá, que recapaciten”. Y señaló como un avance en el diálogo previo que la Argentina haya aceptado no volver a discutir la construcción de las dos plantas “en el lugar donde están proyectadas”. En tanto, ante la consulta periodística, dijo esperar que “el gobierno argentino garantice” que no regresen los cortes de ruta en Entre Ríos.

Por la tarde, en Buenos Aires, la reunión prevista en la Cancillería –donde las autoridades tenían previsto transmitirles a los ambientalistas entrerrianos el avance en la negociaciones– también pasó del optimismo a la decepción, en medio de una discusión para evitar nuevos bloqueos de los puentes internacionales. Una decisión que los vecinos de Gualeguaychú y Colón discutirán a partir de hoy al mediodía en asambleas sobre las rutas que mantuvieron cortadas por 48 días (ver aparte).

El gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, que por la mañana se había mostrado esperanzado en que “surja una luz” en el conflicto con Uruguay por la instalación de dos papeleras, terminó por calificar la actitud de Botnia como “una tomada de pelo”. El propio canciller, Jorge Taiana, se había mostrado “complacido” por el acuerdo logrado sobre los textos “que se van a difundir cuando los presidentes confirmen” el cónclave. Pero por la tarde Taiana, junto al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y Busti tuvieron que apaciguar el ánimo de los asambleístas para postergar cualquier decisión hasta el lunes, donde evaluarían nuevamente la situación mientras dejaban del lado uruguayo el incumplimiento de lo acordado por los presidentes en Chile.

En Montevideo también existía optimismo por alcanzar un acuerdo en la cumbre presidencial. “Fue una muy buena reunión, nos vamos satisfechos y expectantes sobre qué hará ahora el gobierno argentino para solucionar el problema de fondo”, reseñó Juan Castillo, dirigente de la Central Nacional de Trabajadores (CNT) del Uruguay, al término de una reunión que mantuvo con el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi. Los funcionarios les habían garantizado que los trabajadores de las empresas Botnia y Ence, que construyen dos papeleras en Fray Bentos, “no verán afectados sus salarios” mientras se suspendan las obras.

Pero el comunicado de Botnia terminó por abortar la reunión presidencial que se había empezado a programar para “las próximas horas”. Las empresas Botnia y Ence ya habían hecho sentir su presión sobre el gobierno uruguayo: solventaron y difundieron encuestas de opinión donde se afirmaba que el más del 70 por ciento de la población estaba a favor de la construcción de las papeleras, además de dejar trascender otros sondeos en los que también se afirma que “se incrementó la postura antiargentina” entre los uruguayos. Un fantasma que también agita la oposición política al gobierno de Tabaré Vázquez.

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El secretario general de la Presidencia de Uruguay, Gonzalo Fernández, al hacer el anuncio.
 
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