EL PAíS › SOPHIE THONON, ABOGADA FRANCESA

“Si Astiz tiene cosas para decir, que venga a Francia”

Pedidos de capturas a represores desde París. Estrategias para que los procesos aquí no sean eternos. El viaje de Cristina Kirchner y el reclamo de prisión real para Astiz.

 Por Victoria Ginzberg

La abogada Sophie Thonon representa a las familias de los ciudadanos franceses desaparecidos en Argentina. Desde París, impulsa los procesos abiertos contra los represores e intenta que la condena a cadena perpetua impuesta en 1990 en esa ciudad contra Alfredo Astiz sea efectiva. Thonon señaló a Página/12 que la declaración del ex marino en la causa ESMA, en la que atribuyó el secuestro de las monjas francesas a agentes infiltrados de ese país es “absurda” y que el represor “trata de mezclar las cosas” utilizando el adoctrinamiento que los militares argentinos recibieron de quienes participaron en la guerra de Argelia. Además, la abogada anticipa que en un par de meses Francia reclamará la detención de 30 represores.

–¿Cuál es su impresión sobre la declaración de Alfredo Astiz en la que culpa a agentes franceses de la desaparición de las monjas Alice Domon y Léonie Duquet?

–Es una excusa. Un argumento que usa para escapar de su responsabilidad. Está aprovechando el hecho de que hace dos años salió en Argentina el documental y libro sobre la enseñanza francesa hacia el Ejército argentino en temas de tratamiento de la información y la tortura. Se aprovecha para decir que las monjas fueron eliminadas por servicios franceses. Es algo absurdo que no tiene ninguna lógica. Las monjas molestaban a la dictadura argentina. Su actuar no interesaba a las autoridades francesas. Es una manera de mezclar las cosas.

–Pero la enseñanza francesa hacia los militares argentinos existió.

–Es cierto. Todos los años había una misión militar que enseñaba sobre la lucha contra la guerrilla en Argelia. Pero los franceses no participaban directamente. No estaban involucrados en la represión en Argentina. Trata de borrar pistas para escaparse.

–¿Astiz le echa la culpa a los franceses por resentimiento porque fue condenado en París?

–Creo que es una casualidad. Es cierto que fue condenado en marzo de 1990 en París. Pero lo que se aprovecha es de la filiación pedagógica. Febres usó el mismo argumento. Lo que pasa es que no tienen elementos de defensa. Lo único que podrían hacer es asumir su responsabilidad.

–Astiz pidió que lo relevaran del secreto de Estado para declarar y el Gobierno lo hizo ¿fue una buena medida?

–Ampararse en el secreto es otra maniobra. Lo único digno que le queda hacer a Astiz, si le queda dignidad a él y al resto, sería reconocer lo que hizo.

–¿Cuál es el estado de los juicios en Francia sobre ciudadanos de ese país desaparecidos en la Argentina?

–Siguen abiertos. Estamos en la fase de la imputación a los culpables y en poco tiempo se librarán exhortos con pedidos de detenciones. Será para la primavera europea, en marzo, abril. Entre los acusados están las Juntas Militares: (Jorge Rafael) Videla, (Emilio Eduardo) Massera. También está (Alfredo) Astiz, por supuesto, y (Héctor) Febres, (Carlos Guillermo) Suárez Mason también estaba, pero se murió. Los acusados son alrededor de 30.

–¿Y por qué casos son?

–Por las monjas, otros ciudadanos franceses entre los que está Marianne Erize, el caso por el que estuvo detenido en Italia el mayor Jorge Olivera, que por supuesto está entre los acusados. También por el cura Gabriel Longueville. Y por Maurice Jaeguer, un caso que se hizo famoso cuando vino (Carlos) Ruckauf a Francia como canciller y yo pedí que lo llevaran al juzgado con la policía para declarar por los decretos que se firmaron durante el gobierno de Isabel Perón y por el Operativo Independencia. Maurice desaparece en Tucumán en julio de 1975. Es de una familia judía que se había escapado de Polonia y refugiado en Francia y después emigra a la Argentina. Finalmente Ruckauf llamó al juzgado varias veces para decir que no podía venir.

–¿Estaba citado como testigo o acusado?

–Como testigo. El era ministro de Trabajo en esa época. Yo pedí que explicara cuáles eran los planes de los que hablaban los decretos y cómo podía explicar la sistematicidad de la represión y si había escuchado algo sobre Maurice.

–¿Isabel Perón fue citada?

–Yo insistí muchas veces para que el juez vaya a interrogarla. Hace poco mandé una carta al juez para que la llame por lo menos como testigo, pero en realidad debería serlo como imputada.

–¿Pueden prosperar los juicios en Francia si en Argentina también hay procesos abiertos?

–Tengo dudas respecto a lo que pasa en la Argentina. Lo que ocurrió hace 30 años no fueron crímenes ordinarios. No fue una sucesión de crímenes. Fue un plan sistemático de eliminación de un cierto sector de la sociedad. La dictadura hizo desaparecer a una generación entera. Son crímenes de lesa humanidad. Según la jurisprudencia del juicio contra Miguel Etchecolatz, crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco de un genocidio. Se tiene que juzgar con una Justicia que tenga dimensión de los crímenes. Por eso, desde la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida pido que se le dé a la Justicia argentina no sólo los medios humanos y materiales que necesita sino también la visión política para que esos juicios tengan el tratamiento que merecen. Actualmente hay 1004 casos abiertos en Argentina en más de 50 ciudades. Sólo en Tucumán hay 400 casos. Si esperamos que las causas prosperen de esa manera vamos a esperar siglos. Se necesita una decisión política que diga que como la represión se hizo con un plan sistemático, la Justicia debe reagrupar causas por redes de represión y convocar a imputados, testigos y víctimas dentro de la misma red. Así, se podrían hacer los juicios dentro de un plazo de diez años, de otra forma, es una justicia para plataforma electoral.

–Entonces ¿la función de los juicios en Francia es acelerar los juicios en Argentina?

–Todas las justicias nacionales, sean de Argentina, Francia, Italia, España o Africa del Sur son justicias que condenan el crimen y exponen el martirio de la víctima. Todas se respaldan y se hacen eco entre ellas. No se trata de que los juicios en el exterior se hacen porque hay una Justicia lenta en Argentina. En Francia vamos a seguir con los juicios y si eso puede respaldar a los juicios argentinos, mejor. Pero no es lo central, son juicios para las víctimas, para que los culpables sean condenados.

–En Francia se facilita porque pueden hacerse juicios en ausencia.

–Por supuesto. Pero los juicios siguen abiertos y si el acusado o condenado se presenta se abre nuevamente el juicio. Esperamos a Astiz, si tiene tantas cosas para decir, que se presente ante la Justicia francesa y que declare, los servicios secretos franceses lo van a escuchar con mucho interés.

–¿Usted se va a reunir con Cristina Kirchner y el canciller Jorge Taiana la semana próxima? ¿Van a hacer alguna petición?

–Nos vamos a ver para la firma de la convención contra la desaparición forzada de personas. A Cristina Kirchner ya le hice un pedido sobre el aborto... sobre cuándo Argentina, que se presenta como un país moderno, va a tener una ley del siglo XXI o del siglo XX. Después, hay una vieja reivindicación, que hacemos cada vez que viene una autoridad argentina y que tiene que ver con el encarcelamiento verdadero para los militares. Astiz está desde hace cinco años en la base naval de Zárate y no tiene nada que ver con la Marina, porque fue echado. Cada tanto me entero que recibe visitas... es una cárcel de papel.

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