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“Los políticas del Fondo tuvieron efectos desastrosos en la región”

En el marco propicio que le brindaba la Iniciativa Clinton, que se ocupa de estudiar los efectos nocivos de la globalización, el presidente Kirchner estuvo en su salsa: criticó al FMI, los años noventa y pidió que Estados Unidos vuelva la mirada al continente.

 Por Luis Bruschtein

Desde Nueva York

“Cristina le preguntó ayer a Clinton qué iba a hacer cuando Hillary sea presidenta y él le respondió: ‘lo que ella me diga ¿y usted?’ ‘Yo no’, le contesté. ‘En algunas cosas no pienso igual, me parece que Clinton está muy verticalizado’, relató el presidente Néstor Kirchner ayer ante un auditorio convocado por la Iniciativa Clinton, que le festejó la anécdota con risas y aplausos. Un interrogante que se hacen muchos en la política norteamericana es justamente qué lugar ocupará el ex presidente si su esposa Hillary –favorita por ahora en las encuestas– gana la presidencia, y la infidencia de Kirchner arrojó alguna luz sobre el tema.

Como el panel se organizó en territorio clintoniano, la cuestión de las parejas presidenciales estuvo presente desde el inicio. Fareed Zaharia, el periodista de Newsweek Internacional, que fue el coordinador del panel, insistió con ese tema al presentar a Kirchner como “miembro de un exclusivo club, junto con Clinton, de presidentes y ex presidentes con esposas candidatas con buenas expectativas de llegar a la presidencia”.

El panel se organizó sobre un escenario en un gran salón del Hotel Sheraton, donde se realizan las jornadas de la Iniciativa Clinton, una fundación encabezada por el ex mandatario norteamericano para encontrar vías de solución o ayuda por las consecuencias desfavorables de la globalización. En la primera parte, el ex presidente Bill Clinton actuó como presentador de las personas que se destacaron en el cumplimiento de programas desarrollados por su fundación y una de las convocadas al escenario fue la cantante Shakira.

La charla se realizó mientras almorzaban los centenares de personas que participaron en las deliberaciones. Los panelistas hablaron con el ruido de fondo de cientos de cuchillos y tenedores contra los platos. Además de Kirchner y Zaharia, participaron el titular del BID, Luis Alberto Moreno; el presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, y el hombre más rico del mundo, el empresario mexicano Carlos Slim.

La primera pregunta se refirió a las reformas económicas que serían necesarias, “sobre todo en un país que aplica recetas heterodoxas como control de precios y subsidios”.

Kirchner hizo una discusión sobre lo que se considera ortodoxo o heterodoxo, recordó que las políticas impulsadas sobre todo por el FMI en la región “tuvieron efectos desastrosos, en la Argentina esa supuesta ortodoxia generó 60 por ciento de pobres, 30 por ciento de desocupación y 27 por ciento de indigencia”. En cambio, agregó, “con la supuesta heterodoxia bajamos la pobreza del 60 al 23,4 por ciento, la indigencia del 30 al 8,5 y pasamos de seis mil millones de reservas a 40 mil millones y llevamos la inversión directa a 22,6 por ciento del PBI, 168 veces más que en 2002”.

Pero fue evidente que la mención al control de precios y los subsidios le había molestado: “Nosotros no tenemos control de precios, bajo ningún aspecto –dijo–, hacemos seguimiento de precios, e impulsamos políticas de apoyo a la inversión sobre todo en el área del transporte que fue privatizada, de manera injusta, en los noventa”.

Y al referirse nuevamente a los Estados Unidos, recibió también aplausos de un público evidentemente demócrata y opositor al presidente George Bush: “La propia economía de los Estados Unidos, hoy, desde la ortodoxia, tiene un déficit absoluto muy grande y nosotros, supuestamente heterodoxos, tenemos entre tres y cuatro puntos de superávit fiscal, acompañado de superávit comercial”.

La segunda intervención de Kirchner fue en respuesta a una pregunta sobre la relación de la región con Estados Unidos. “Si la respuesta de Estados Unidos hubiera sido otra durante la crisis 2001-2002, seguramente las contradicciones no hubieran llegado a ser tan graves”, afirmó. Y señaló que en este punto había coincidido con el ex presidente Clinton durante su charla del día anterior. “Estados Unidos tiene que prestar más atención a la región”, puntualizó.

Sin que se lo hubiera preguntado el coordinador del panel, Kirchner introdujo en la charla su relación con el presidente de Venezuela Hugo Chávez. “Si establecemos una relación bloque a bloque, América latina con Estados Unidos, va a haber más comprensión –afirmó–. A mí me preguntan por la relación que tengo con un amigo de la Argentina, el presidente Chávez; yo soy amigo de Chávez y él se ha portado muy bien con Argentina. Por eso una vez le dije a Tom Shannon (encargado para América latina del Departamento de Estado norteamericano), que nosotros somos amigos, pero es Estados Unidos quien financia la revolución bolivariana con 40 mil millones de dólares de intercambio comercial al año, por eso creo que hay que hablar con sinceridad”.

Al hablar de los desconocimientos mutuos, Kirchner volvió a insistir en las bondades de Argentina para la inversión “y si no que lo diga acá Carlos Slim, que ha hecho muy buenos negocios y vendió mucho este año, no voy a decir cuánto vendió, pero creo es algo así como 4400 millones de dólares”. Como lo dijo tomando del brazo a Slim, que lo miraba sorprendido, hubo risas en la sala. En su turno, el millonario mexicano se refirió al tema: “En Argentina tenemos cuatro competidores y aun así hemos crecido diez veces en cuatro años”.

“Con sinceridad –agregó Kirchner–, en estos últimos años no nos hemos sentido acompañados por Estados Unidos. Tuvimos diferencias con el ALCA, con políticas de integración y tuvimos visiones diferentes sobre soluciones que había que dar en el mundo, pero esperamos que eso cambie, con la nueva administración y con todas en general”.

También tuvo una reflexión sobre la psicología de los argentinos: “Los argentinos sufrimos los embates de la crisis –afirmó– y muchas veces pasamos de la autoestima a la baja estima, un problema cultural de los argentinos es que a veces nos sentimos mal y nos creemos los peores del mundo, espero que lo podamos superar con el tiempo”.

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Kirchner con el empresario Slim, el banquero Moreno, el periodista Zaharia y Bill Clinton.
Imagen: Télam
 
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