EL PAíS › EL CURA QUE DEFIENDE EL MATRIMONIO GAY RECHAZA LA SANCIóN DEL OBISPO

“Esto es censura y castigo”

El obispo de Córdoba prohibió dar misa y efectuar casamientos al sacerdote Nicolás Alessio. El cura aseguró ayer que no acatará la orden porque es “destemplada e irracional”. Ni Von Wernich ni Grassi fueron sancionados por la Iglesia.

 Por Carlos Rodríguez

“No voy a aceptar esta medida destemplada y bastante irracional por mi decisión de no acatar la obediencia debida.” En diálogo con Página/12, el sacerdote Nicolás Alessio, párroco de la iglesia de San Cayetano de la ciudad de Córdoba, respondió con esas palabras a la decisión del arzobispo de la provincia, Carlos José Ñáñez, de sancionarlo prohibiéndole dar misas y celebrar casamientos. Alessio, junto con otros catorce sacerdotes que conforman el Grupo de Sacerdotes Angelelli, en homenaje al obispo Enrique Angelelli, asesinado durante la dictadura militar, se había pronunciado públicamente a favor del matrimonio civil entre personas del mismo sexo.

Dentro de la curia no son habituales las medidas como la adoptada en contra de Alessio. Durante años, a pesar de las denuncias por violaciones a los derechos humanos por las que luego fue condenado, el sacerdote Christian von Wernich siguió dando misa. Tampoco recibió sanción el cura Julio César Grassi, a pesar de que fue encontrado culpable del delito de corrupción de menores.

“Estoy dolido porque no pensaba que el obispo de Córdoba estuviera dispuesto a cortar la cabeza de los que pensamos distinto. Voy a seguir dando misa los fines de semana, salvo que me metan preso”, comentó a este diario Alessio, quien acompañó sus dichos con una risa discreta, como para aplacar tensiones. “Esto es censura y castigo. No me pueden prohibir el ejercicio de mi función.” Alessio explicó que desde el lunes a la mañana sabía de la sanción, porque ese día se reunió con el arzobispo Ñáñez.

“Yo soy un sacerdote, no conozco de los vericuetos del Derecho Canónico. Me dijo el obispo Ñáñez que estoy sometido a juicio por no haberme retractado de lo que dije a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. No me arrepiento de lo que dije. Ninguno de los 15 sacerdotes del Grupo Angelelli nos rectificamos y mantenemos nuestra posición. A mí me sancionaron porque dije mi posición en forma pública.”

Desde el punto de vista técnico, lo que le aplicaron a Alessio es una “medida cautelar”, previa al comienzo de un “juicio” canónico en su contra. “No me pueden prohibir que cumpla con mi labor sacerdotal, mientras espero la sentencia. Al obispo le dije: ‘Sancioname, pero dejame seguir siendo párroco’. Como en todo juicio, yo puedo tener un abogado y defenderme, pero no me voy a someter a esta situación porque están aplicando una medida destemplada y bastante irracional.”

–¿Cómo fue la reacción de la feligresía que concurre a la parroquia de San Cayetano?

–La gente me conoce bien, sabe lo que pienso, pero no soy el único. Yo hablé con los medios de prensa, porque es más fácil llamarme al celular. Hoy (por ayer), tuvimos una reunión con más de cien personas, en la iglesia, para analizar lo que está pasando.

–¿Cuáles fueron las conclusiones que se sacaron en esa reunión?

–Lo único que todos tienen en claro, en mi comunidad religiosa, es que todos tenemos derecho a opinar. Hay quienes vienen y están de acuerdo con lo que yo pienso sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Hay otros que están menos de acuerdo y hay quienes no están de acuerdo. Lo importante es que todos están de acuerdo en que tengo toda la libertad para decir lo que pienso y que todos podemos opinar distinto.

Alessio insistió en que su deseo es “seguir ejerciendo” su labor sacerdotal, porque “es inaceptable que me prohíban hacerlo porque no aceptan mi libertad de opinión. Voy a seguir defendiendo la pluralidad de ideas. Como sacerdote, dar misa es mi deber más sagrado. Voy a seguir haciéndolo, aunque aclaro que no soy una persona irracional y tampoco quiero llevar esto a ningún extremo. Sólo quiero que se respete mi libertad de opinión y que no se me imponga la obediencia debida”.

La decisión de sancionar a Alessio se conoció a través de la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA). La cúpula de la iglesia sostuvo, en un comunicado, que Alessio, de 52 años, “últimamente efectuó y continúa efectuando declaraciones públicas en diversos medios de comunicación, a favor del mal llamado (sic) matrimonio entre personas del mismo sexo”.

La sanción contra Alessio se extenderá hasta que se expida el Tribunal Interdiocesano de la Iglesia. Ñáñez envió un comunicado a todos los sacerdotes de la provincia. Allí afirmó que tomó la medida “luego de haber agotado todos los medios de solicitud pastoral” para que Alessio “se enmendase y retractase públicamente” de sus declaraciones.

Luego de asegurar que esa postura es contraria a “la Enseñanza y el Magisterio de la Iglesia Católica”, y ante la negativa de Alessio a modificar su posición, la curia “ha decidido iniciar el proceso eclesiástico correspondiente en el Tribunal Interdiocesano de Córdoba para que toda actuación se realice conforme al derecho eclesial vigente”.

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A Nicolás Alessio se le inició un juicio canónico, en el que la Iglesia investigará su actuación.
Imagen: Télam
 
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