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El memorandum del CELS a Obama

Cuando la embajada de Estados Unidos comunicó que los presidentes recorrerían solos el Parque de la Memoria, el CELS le envió un memorandum con los puntos que había planeado presentarle allí.

 Por Horacio Verbitsky

En una columna publicada el 24 de marzo Eduardo van der Kooy sostuvo que el CELS presionó a Estela de Carlotto para que no acompañara la visita de los presidentes Obama y Macrì al Parque de la Memoria. Esta afirmación, sin verbos en potencial, ni cita de fuentes ni el chequeo elemental que prescriben las reglas universales del periodismo, es lisa y llanamente falsa. Luego de que el CELS aceptara la invitación, el funcionario de la embajada Mark G. Oswald comunicó que los dos presidentes recorrerían solos el memorial. El mes pasado durante la visita del presidente de Francia, François Hollande, el director ejecutivo Gastón Chillier le transmitió la preocupación del CELS por el estado de emergencia decretado en Francia a raíz de los atentados terroristas, por los errores cometidos durante los miles de allanamientos sin orden judicial y los centenares de arrestos domiciliarios sobre la base de información anónima, no sobre actividades ilegales sino el activismo político. Ahora, ante la suspensión del encuentro envió a la embajada un memorandum para Obama, que se divide en capítulos dedicados a Relaciones Bilaterales, Seguridad y Narcotráfico, Criminalización de la Protesta, Política Económica e Inclusión, y Desclasificación de Documentos y Juicios por crímenes de lesa humanidad. Contiene estos puntos:

- el CELS reconoce la importancia de la visita de Obama al Parque de la Memoria, que conmemora a las víctimas del terrorismo de Estado, pero espera que no sea sólo una oportunidad fotográfica.

- el énfasis en la relación bilateral no debe limitarse al foco hasta ahora puesto en las relaciones comerciales y la cooperación en materia de seguridad, centrada a su vez en el narcotráfico.

- en cambio, debe priorizar políticas encaminadas hacia una mayor igualdad, inclusión, redistribución de la riqueza y profundización de derechos.

- el actual gobierno argentino ha priorizado una agenda de seguridad y, en particular, la lucha contra el narcotráfico.

- es esencial apartarse del Viejo paradigma de la guerra contra las drogas, tanto en las palabras como en los actos, lo cual produciría cambios positivos en los países latinoamericanos.

- la reaparición de este marco con el nuevo gobierno fortalece a actores clave aunque minoritarios que reclaman un mayor rol militar en este combate.

- múltiples ejemplos en Latinoamérica muestran que estas políticas generan un trágico incremento de la violencia, a menudo acompañado por graves violaciones de los Derechos Humanos, incluyendo desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones extrajudiciales.

- también favorecen una mayor autonomía de las Fuerzas Armadas respecto de los gobiernos electos en forma democrática, desmoralización de las fuerzas de seguridad, corrupción generalizada y deterioro de las capacidades de Defensa.

- la Doctrina estadounidense de Seguridad Nacional ha dominado las relaciones de Estados Unidos con la región, con el resultado de quiebres institucionales y graves violaciones a los derechos humanos.

- en el presente la lucha contra el narcotráfico y su enfoque militarizado, no deben ser el eje de las relaciones bilaterales.

- las políticas de mano dura no sólo son violatorias de los Derechos Humanos. También han demostrado su ineficacia país tras país. En su lugar, el gobierno estadounidense debería alentar políticas basadas en la regulación de las drogas, la reducción de la demanda, el lavado de dinero y los esfuerzos represivos contra las organizaciones criminales que emplean la violencia.

- también es necesario un replanteo pragmático del régimen global de drogas, con énfasis en la transparencia informativa y la responsabilidad.

- ningún país necesita una cruzada contra sus propios ciudadanos sino iniciativas y medidas que alivien las consecuencias y efectos negativos de las drogas sobre las ciudades y los barrios.

- exhortamos al gobierno estadounidense a respaldar y alentar a que el gobierno argentino adopte una agenda de seguridad democrática basada en derechos, más amplia y equilibrada.

- este enfoque procuraría disminuir las tasas de prisionización, el hacinamiento carcelario, la corrupción policial y la colusión institucional con las redes de ilegalidad.

- el derecho a la protesta está sufriendo duros golpes en la Argentina, con la detención arbitraria de la activista Milagro Sala en Jujuy por encabezar una protesta social. Luego fue acusada por administración fraudulenta, pero el debido proceso indica que no debería estar en la cárcel durante la investigación.

- el gobierno nacional difundió un nuevo protocolo de actuación en manifestaciones públicas que otorga a las fuerzas de seguridad mayores facultades para reprimir y criminalizar a los manifestantes, con riesgos para la libertad de expresión y el derecho a la protesta. El gobierno estadounidense debería alentar al argentino a respetar el derecho de los ciudadanos a la movilización política.

- como la sociedad argentina no olvida la crisis socieconómica de 2001, consecuencia de las incontroladas políticas de mercado de la década anterior que acumularon una enorme deuda, los derechos económicos y sociales deben estar en el centro del debate.

- los Principios Básicos para la Reestructuración de Deuda Soberana, respaldados por 136 países en la Asamblea General de las Naciones Unidas, se basaron en ese entendimiento sobre la necesidad de una regulación financiera eficaz. Pero el demasiado generoso acuerdo del nuevo gobierno con los fondos buitre, que ha obtenido el apoyo del gobierno estadounidense, exacerba la preocupación por la política económica, el endeudamiento y la especulación financiera.

- las consecuencias no se sentirán sólo en la Argentina. También afectarán otros esfuerzos de reestructuración de deuda en el mundo. En lugar de seguir ese enfoque, ambos países deberían estar trabajando en la implementación de los principios de las Naciones Unidas.

- el movimiento argentino por los Derechos Humanos celebra la desclasificación de archivos militares y de Inteligencia anunciada por el gobierno de Obama, que además de la CIA y la central de Inteligencia del Pentágono debería incluir al Departamento del Tesoro, para ayudar a la exposición de la complicidad de los sectores económicos con la dictadura.

- la desclasificación emite una fuerte señal de apoyo a la lucha de las víctimas por la memoria, la verdad y la justicia y a la continuación de los juicios por los crímenes del terrorismo de Estado, que se vienen desarrollando en forma ejemplar. También contribuye al necesario debate sobre el rol de los Estados Unidos en las dictaduras latinoamericanas.

- para respaldar la lucha por verdad y justicia, aquí y en el resto del mundo, también es indispensable que Estados Unidos active la lucha contra la impunidad de la tortura y de otras masivas violaciones a los derechos humanos, cometidas en el marco de su “guerra global contra el terrorismo” y asuma la responsabilidad en forma transparente por sus acciones pasadas y presentes.

En el 40º aniversario del golpe de 1976 hubiera sido de esperar una mayor prudencia de uno de los 14 denominados “jóvenes sobresalientes” que el 21 de septiembre de 1977 almoraron con el dictador Jorge Videla. Según el título de la revista Semana, “Videla le dio la mano al futuro”. Al salir del almuerzo Van der Kooy dijo que había sido “totalmente positivo. El presidente no sólo escuchó sino que él mismo abordó los aspectos que más preocupan a la juventud”. Terminó con otra alabanza: Videla “está muy bien informado”. No puede decirse lo mismo de quienes se informan por este ex joven sobresaliente.

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