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Por M. G.

Los periodistas no suelen acusar a los funcionarios de mentirosos. En lugar de ello, los periodistas informan. El 9 de diciembre Página/12 publicó que, como jefe de gabinete del ex director de Gendarmería Hugo Miranda, el todavía subdirector Gerardo Chaumont motorizó la concesión de un polígono de tiro ubicado junto al edificio Centinela. Chaumont no firmó nada. Su nombre no consta en ningún documento en poder de este diario. Solo está registrada su presencia como mano derecha de Miranda. Por eso la información no decía más que eso. Ese mismo día, Chaumont escribió una carta al autor de la nota. En el primer párrafo decía que “desde junio de 2002 hasta enero de 2003 estuve ausente del país, prestando servicios en la República Democrática del Congo bajo la bandera de las Naciones Unidas”. La aclaración tenía sentido: en ese período la Gendarmería había concedido de manera irregular la construcción de un polígono de tiro junto al edificio Centinela. Este diario accedió ayer al dictamen 080G7, emitido por el comandante general Eduardo González el 16 de abril último en respuesta a una presentación del comandante Pablo Silveyra, el oficial castigado por denunciar la venta ilegal de cigarrillos incautados por contrabando. “En cuanto al supuesto vicio en la conformación de la Junta Superior de 30 Dic 02, corresponde aclarar que el Señor Comandante General D. Cristian Chaumont estuvo presente en dicha ocasión e integró la misma”, escribió González. En otras palabras: estuvo en Buenos Aires por lo menos una vez antes de enero de 2003. Y le interesaba tanto el caso de Silveyra que participó del castigo propinado por un grupo de comandantes al gendarme denunciador. Pero lo ocultó en la carta a Página/12.